El Marqués, Qro., 4 de agosto de 2019.
Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro, visito la Parroquia de San Juan María Vianney, ubicada en San Isidro Miranda, El Marqués, Qro. para presidir la Santa Misa en honor de su Santo Patrono, San Juan María Vianney, y patrono de los sacerdotes, en la cual 72 niños y jóvenes recibieron el Sacramento de la Confirmación, después de una preparación correspondiente a su edad, dando testimonio de ello el Pbro. Martín Mondragón Delgado, Párroco y encargado junto con las catequistas de esta preparación, y quien los presento al Sr. Obispo para recibir al Espíritu Santo en plenitud. Al inicio de la celebración les compartió diciendo:
“Al celebrar esta fiesta de San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars, elevamos a Dios, desde aquí, desde Miranda nuestra oración a toda la Diócesis de Querétaro, especialmente en este día en que celebramos al patrono de los sacerdotes, oremos por la santificación de los sacerdotes, oremos por los enfermos para que Dios les de la salud, oremos por todos aquellos que están realizando su ministerio con vigor, con alegría, para que Dios les conserve en la fidelidad a Él. Pedimos por esta comunidad, por su intercesión para que siempre sean bendecidos por las manos sacerdotales”.
En el momento de la homilía Mons. Faustino les compartió diciendo: “Muy queridos hermanos, hoy celebramos al santo patrono de esta comunidad que se llama San Juan María Vianney, al que le decían el Santo Cura de Ars, y que se dedicaba a ser sacerdote y algo muy importante en su sacerdocio fue la confesión; y así de importante tiene que ser para todos nosotros los sacerdotes, y es presentado por la Iglesia como un modelo de vida sacerdotal, un modelo de párroco. El estuvo en un pueblito, mucho más pequeñito que Miranda, que geográficamente es una comunidad que seguramente es comparable con Ars, así se llamaba el pueblito, allá por Francia, eso nos da una idea de que el Sacerdote esta por todos lados, por todas las comunidades, aquí tenemos sacerdotes y todos queremos ser como el Santo Cura de Ars, entregados a nuestro ministerio, y la comunidad se da cuenta cuando el sacerdote le mete ganas, como el Santo Cura de Ars, dispuesto siempre a consagrarse a la comunidad, porque el sacerdote se consagra, es decir, se separa de otras cosas para ser sacerdote, para servir a la comunidad, donde sea, en todas partes; y “ese donde sea”, le toco al Santo Cura, a San Juan María Vianney, en ese pueblito, en Ars.
El invitaba mucho a la gente a la confesión, ¿cómo? -Sentándose a confesar y allí esperaba, y conocía tan bien a su pueblo, que yo creo que ya conocía los pecados de cada quien, y cuando se acercaba alguien ya hasta sabía lo que le iban a confesar, pero su fama se extendió de tal manera que venían de lugares lejanos a recibir su consejo, que hermoso un sacerdote que está dispuesto como el Santo Cura de Ars y por eso él fue nombrado patrono de todos los sacerdotes. ¿Ya felicitaron a su párroco? -Es el día en que tenemos que felicitar a todos los sacerdotes, conocidos y agradecerles el testimonio de entrega de todos los días y de toda la vida.
El día de hoy internamos a un padre que se llama José Guerrero, que está muy grave, tiene 90 años y ha gastado su vida al servicio de la comunidad, él ha estado allá en Tancoyol y en diversas comunidades de la sierra y aquí también en Querétaro; sin embargo hoy, se ha puesto delicado y reconocemos en todos los sacerdotes este itinerario de entrega hasta la muerte. No quería internarse porque tenía citada a una persona que traía un chamuco metido, y siempre va a haber personas con el chamuco, y tenemos al chamuco cuando no estamos confesados, es decir, cuando no estamos en gracia de Dios, yo espero que todos los padrinos y madrinas estén en gracia de Dios, que se hayan confesado para que les den buen ejemplo a estos niños.
El Santo Cura de Ars insistía mucho en la oración, ¿para qué nos sirve la oración? -Para hablar con Dios, descubrir, ¿porque hablar? -significa no solamente decir yo, cosas sino, que Él me hable, y Dios me habla, por ejemplo a través de la Palabra de Dios, cuando hay una necesidad en la comunidad, allí me está hablando Dios, quiere que yo actúe, cuando hay algo en mi conciencia allí está hablando Dios; y por eso el insistía mucho, oren, oren y decía: “el que no ora es como las aves de corral” ¿Cuáles son las aves de corral? -Las gallinas, las gallinas tienen unas alotas, pero no pueden volar, vuelan para bajar del árbol en la mañana, pero a ver que vuelen de aquí al cerro, no ¿verdad?, el que no reza, dice el Santo Cura de Ars, es como las aves de corral, que tienen unas alotas pero no vuelan, entonces, para volar hay que rezar más y parecerse a un águila, un águila que surca el firmamento y los cielos, es decir la oración nos lleva a volar, a comunicarnos con Dios, dice el Santo Cura de Ars.
Qué bonito pensamiento, que sin duda está muy de acuerdo con la Palabra de Dios, que hemos escuchado cuando nos dice: “Pongan su corazón en las cosas de arriba, no en aquellas mundanas” y hace una lista de vicios y de pecados que nos invita la Palabra de Dios a erradicar de nuestra vida, por eso es tan exigente Jesús, cuando nos dice que las cosas que tenemos son pasajeras, son tan pasajeras, que si te mueres ¿qué pasa? Alguien se queda con ellas, alguien que a lo mejor ni trabajo, dice la Palabra de Dios, por eso es mejor poner tu corazón en Cristo, en Dios, eso no quiere decir que no tengas tus animales, tu tierra, tu parcela, tus bienes, tu casa, pero que lo principal en tu vida sea Dios, eso es lo principal; de tal manera que no seamos como aquel que acumulo riquezas y más riquezas y al otro día se murió, no las compartió y ni siquiera las disfruto; es decir, nuestra mente tiene que estar puesta en Dios y aquello que tenemos, aquello que hacemos, lo debemos de tener y hacer para gloria de Dios.
Hoy la Palabra de Dios nos invita a la libertad, a no estar atados o apegados a todo aquello que pueda llevarnos por caminos de perdición, hay gente que tiene muchos, muchos recursos y se va por caminos de perdición y hay gente que puede tener mucho y sabe administrar, no con fines egoístas solamente, sino para bien de sus hermanos, de tal manera, que vemos tantas personas que comparten lo que tienen su tiempo, su trabajo con la comunidad; cuantas veces hemos sido testigos de hermanos que dan su tiempo a la parroquia o que ayudan a construir un determinado Templo, o sea, desprenderse de algo, no que me sobra o que no me sirve, dar es sin duda un buen reflejo de lo que tu traes en el corazón, porque lo que tú haces y dices, eso es lo que hay en tu corazón.
Hoy tenemos mucho que aprender del Santo Cura de Ars, pidámosle al Señor el estar pendientes de lo que Él quiera, de hacer su voluntad. Yo creo que hoy que se habla tanto de transformación, pero si no hay una transformación de corazón no habrá tal transformación, solamente el cambio de corazón y de actitudes en una familia, va a cambiar la familia, mientras no. En una comunidad, en una parroquia, el cambio de corazón va a hacer que haya muchos colaboradores, muchas pequeñas comunidades, muchos misioneros que quieran salir a hablar de la Palabra de Dios y para eso Dios nos pone caminos, por eso aprovechemos el camino el camino de los sacramentos, el camino de la lectura y meditación de la Palabra de Dios, el camino que nos propone el Santo Cura de Ars, de la oración, de rezar más.
Hoy pedimos especialmente por estos niños y niñas que van a ser confirmados para que el testimonio de sus padrinos, madrinas y papás, sigan adelante y sigan formándose para en un futuro alimentarse de la Sagrada Eucaristía. Hoy invocamos al Espíritu Santo para cada uno de ellos también les recuerdo que estamos celebrando el Año Jubilar Mariano, con motivo de los cincuenta años del patronazgo de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano; hay que preocuparnos por ganar la indulgencia que el Papa nos ha concedido en este Año, hay que venerarla en la reunión que tendremos en el Estadio Corregidora, el 31 de octubre a las 6:00 de la tarde, allí los espero a todos, los que amamos a la Santísima Virgen María, nuestra Patrona Diocesana, allí estaremos, el padre los va a organizar muy bien en su momento y seguramente tendremos grande presencia de esta parroquia y de esta comunidad de Miranda. Que ella siga intercediendo por nuestros niños, por nuestros jóvenes, por nuestros enfermos y por nuestras familias, decimos todos. Amén.
Al terminar la celebración el Sr. Cura le dio las gracias a Mons. Faustino por su visita y los allí reunidos le brindaron un fuerte aplauso.