Soriano, Colón, Qro, 22 de septiembre de 2019.
El día 22 de septiembre de 2019, se celebró con gran alegría la Fiesta Chica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, como es conocida por los feligreses devotos de esta milagrosa imagen, mediante la Santa Eucarística, que fue presidida por Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro, y concelebrada por el rector de la Basílica Pbro. Víctor Manuel Avendaño Jiménez. en la Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, ubicada en Colon, Querétaro.
En el momento de la Homilía Mons. Faustino les competió diciendo: “Queridos peregrinos, hermanos y hermanas todos en el Señor, les saludo en esta celebración como una Acción de Gracias a nuestra Patrona Diocesana especialmente un servidor por el tiempo que he servido en esta Diócesis de Querétaro, agradezco toda su intercesión y todos los favores que de ella ha recibido y también quiero ser portador de los favores que ustedes han recibido a través de sus manos intercesoras, ante su hijo Jesucristo.
Sin duda el agradecer desde el corazón nos ayuda a seguir adelante, gracias a todos por su cercanía en la oración, y agradezco al señor alcalde todas sus atenciones que ha tenido con este Santuario tan importante, en nuestra Diócesis y que en esta Basílica se alberga esta imagen tan milagrosa de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, venimos a visitarla en su fiesta chica, una fiesta que nos atrae, que nos llena de esperanza y fortalecemos nuestra fe, una fiesta que sin duda nos da la oportunidad para que nosotros la proclamemos y fortalezcamos la fe de los niños, los jóvenes, esos niños que vienen con ustedes y que se preguntan ¿a que venimos aquí? -y esa tarea es la que ustedes tienen, de explicarles como maestro de catequesis, como maestros en la fe y decirles: “que es nuestra reina a la cual pueden ellos acudir, que ella es nuestra Patrona Diocesana, la que nos bendice todos los días desde el santuario.
Que ella es la que ha derramado lágrimas por su hijo Jesucristo en la cruz y que se preocupa, así como por su hijo, por cada uno de nosotros y que sin duda también las derrama cuando nosotros no nos portamos bien; pedimos por su intercesión que siga bendiciendo ante su hijo Jesucristo, que el Señor siga fortaleciendo nuestra fe, para seguir creciendo en esta manifestación de fe, especialmente como en la Diócesis de Querétaro se hace.
Hoy el Evangelio de este domingo nos presenta nuevamente el tema de los bienes materiales, el resumen final de la narración es: “no se puede servir a Jesús y al dinero”, estas palabras de Jesús están en la línea de la lucha contra la idolatría y defensa del primer mandamiento amar a Dios sobre todas las cosas, que no tendrás otros dioses fuera de mí, en el Antiguo Testamento es parte de la condena de la idolatría a los ídolos que aparecieron como rivales del único Dios Verdadero, los Israelitas, al principio pensaban que los únicos rivales de Dios eran los dioses de los pueblos vecinos, pero los profetas les abrieron los ojos y les hicieron caer en la cuenta que los rivales de Dios pueden ser en cualquier terreno incluido el económico, para Jesús la riqueza puede convertirse en un dios al que damos culto, y nos hace caer en la idolatría, de tal manera que alguien confíe más en sus seguridades, en sus recursos, en su dinero, para salir adelante qué en Dios mismo.
La prueba es en esos momentos en que el hombre a pesar de ser rico, hay momentos en que se siente tan sólo, porque no puede curar una enfermedad terminal, y es ahí cuando se da cuenta que al único que le debe dar honor es al Señor, es a Dios, naturalmente ninguno de nosotros acude a un banco o a una caja de ahorros para rezarle al dios del dinero, pero en el fondo podemos estar cayendo en la idolatría del dinero, según el Antiguo y el Nuevo Testamento también al dinero se le da culto de tres formas la primera: mediante la injusticia directa, el robo, el fraude, el asesinato para obtener más, el dinero se convierte en el bien absoluto por encima de Dios y del prójimo y de uno mismo, este tema lo encontramos en la primera lectura tomada del profeta Amos.
La segunda es: mediante la injusticia indirecta, el egoísmo que no hace daño directamente al prójimo, pero que hace que nos despreocupemos de las necesidades del prójimo, el ejemplo clásico es, la parábola del rico y Lázaro que leeremos el próximo domingo y que el Rico no era sensible a las necesidades del pobre llagado que estaba a la puerta de su casa.
Y la tercera forma son los agobios del mundo que nos hacen perder la fe en la Providencia y que nos quitan la paz, mientras más se tiene cosas menos calma se tiene para vivir la vida, a veces hasta para atender a la familia y se desatiende lo básico por estar agobiado por custodiar bienes, creo que todos deberíamos preguntarnos por estas formas modernas de dar culto al dinero, convirtiéndolos en esclavos y servidores de opresión, la visión cristiana de los bienes materiales consisten en primer lugar nosotros no somos propietarios de lo que tenemos sino que lo que tenemos es de Dios, y lo que tenemos por más poco que sea, somos solamente administradores y Dios nos ha conseguido ese poco o mucho, o muchísimo, porque tú podrás tener todo lo que poseemos por herencia o por el fruto de nuestro trabajo no es propiedad personal, sino algo que Dios nos entrega para que lo usemos rectamente y sobre todo hay algo que nos mueve, para que lo compartamos con el que no tiene, independiente de las circunstancias que esté teniendo el vecino o aquella persona que tan fácilmente juzgamos y nunca nos hemos acercado a ella, estos bienes materiales por maravillosos que parezcan son nada en comparación con el Dios Supremo que nos ha recibido en el cielo, que no sean los bienes materiales, que no sea nuestro egoísmo, que no sea nuestro apego, que no sea nuestra falta de sensibilidad, lo que nos aparte de Dios y desde aquí sí eso nos aparta de Dios, podemos ya experimentar que estamos fraguando nuestro futuro eterno lejos de Dios.
Y finalmente para conseguir esté bien supremo, lo mejor no es aumentar el capital recibido, si no fraguarlo en beneficio de los necesitados; hermanos este es una parábola una comparación y la ironía de la palabra radica en decirnos cuando das dinero al que lo necesita, cuando logras compartir lo que tienes tú, crees que te estás desprendiendo de algo que es tuyo, en realidad le estás quitando a Dios eso que es de Dios, para dárselo a un amigo, para que interceda por ti en algún momento decisivo. Quiera Dios que la santa palabra nos forme en la recta administración de lo que tengamos de los bienes materiales, especialmente que revisemos nuestros apegos a los bienes, recordando que al final de cuentas dice el Papa Francisco que cuando nosotros muramos no nos llevamos nada y lo dice con una figura “nunca he visto un funeral con un carro de mudanza por detrás para que el difunto se lleve lo que tiene”, disfrutemos lo que tenemos, pero compartámoslo con los demás. Que sea también en función de aquel que lo recibe, hay muchas obras de caridad, hay muchas oportunidades de ayudar, hay muchos templos que necesitan de nuestra ayuda y qué son espacios para la comunidad, hay muchos espacios en los cuales se nos hace el bien y que esos muchos podemos dar poco, y pocos pueden dar mucho. Que el Señor nos ayude a ser sensibles y que la Santísima Virgen María, también interceda por nosotros para que podamos acercarnos a ese hermano que sufre donde podamos ver el rostro de su hijo Jesucristo, felicidades a esta comunidad diocesana por su amor a la santísima Virgen de Nuestra Señora de los dolores de Soriano, sigan venerándola, síganla alabando, síganla proclamando como la Patrona Diocesana, de tal manera que nuestra iglesia, se sienta orgullosa de Querétaro, por su amor a la Santísima Virgen María. Que así sea.
Al terminar Mons. Faustino les dio la bendición y posteriormente pasaron a un momento de celebración y fiesta, manifestación de su amor a María.