Doctor Mora, Gto. 08 de junio de 2018.
En el marco de la celebración de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, la Parroquia del Divino Salvador, ubicada en Doctor Mora, Gto., el día 08 de Junio de 2018, recibió la visita de Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro, quien presidió la Sagrada Eucaristía, y concelebrada por el Párroco, Cesar Mexicano Moncada, y los Pbros. Padre Enrique González Rincón, Padre Rafael López López, Padre José Luis López Gutiérrez y el Pbro. Isrrael Arvizu Espino, con la participación de un gran número de fieles, que le dio la bienvenida en la entrada de la comunidad con muchos signos y como muestra de cariño y agradecimiento por la visita de Nuestro Pastor Diocesano a su comunidad, en este ambiente festivo se celebro la Santa Misa; en la que un grupo de 350 niños y niñas, recibió el Don de Dios, que es el Espíritu Santo, en el Sacramento de la Confirmación. En su homilía el Sr. Obispo, expresó:
«Mis queridos hermanos la fiesta del Sagrado Corazón es una celebración muy arraigada entre todos los fieles, y no es para menos; porque, como decía el Papa esta mañana en su homilía “Hoy podemos decir que en la iglesia celebramos la fiesta del amor de Dios”.
El núcleo, el centro de la predicación, en la tarea evangelizadora de la Iglesia Católica, es precisamente el amor de Dios, el amor de Dios que Dios puso en su palabra, y hoy en la primera lectura trata de que lo entendamos para poder experimentar, pero que la entendamos desde nuestra experiencia humana, que quienes han procreado hijos el papá y la mamá experimentan; cuando tienen a un niño en sus brazos. Solamente así se puede decir “conozco el amor”.
Porque el mismo Señor en la primera lectura; – nos dice- y le dice a su pueblo, “Yo he sido para ti como un padre, Yo te he llevado te sostenido en mis brazos, te arrullado, te he consolado, y sobre todo guiado. Y eso es lo que hace un papá y una mamá cuando el niño está inquieto; la mamá se las arregla junto con el papá para que vuelva la serenidad al corazón del niño.
Ciertamente no es el castigo a un niño pequeño lo que le calmara, si no; es la ternura que el papá y la mamá serán capaz de darle al niño, a su bebé; y eso es lo que hace Dios para que con nosotros. Porque así es Dios, que con ternura nos abraza y nunca nos deja solos.
Si nosotros quisiéramos decir “yo amo a Dios” podemos decir y tener la seguridad que él que nos amó primero, es Dios; el que nos ama sin límites es Dios. La misma palabra de Dios nos lo dice; cuando se habla de que “nos amó hasta el extremo” es decir, de manera infinita, como solamente lo puede hacer Dios. y ¿cómo en nuestra vida, se vive el amor al extremo? miremos de nuevo a una mamá y un papá; que es capaz de dar la vida por su hijo; muchas mamás dan la vida por sus hijos, no solamente algunas porque cuando dan a luz a fallecido; sino que, dan la vida todos los días, porque irse desgastando por los hijos, eso es dar la vida.
Dios también da la vida, la grandeza de Dios se manifiesta en la pequeñez de un ser humano, porque “Dios se hace carne igual en todo a nosotros menos en el pecado”. Por eso, el Papa resalta que lo grande, grande de Dios, se hace pequeño, pequeño.
Pero ¿Cómo se traduce esa pequeñez y esa grandeza? En Jesús, Jesús se hace niño, Jesús se deja abrazar por un papá y una mamá terrenos, Jesús se deja conducir, pero Dios le da una misión salvarnos a todos, amarnos a todos y reflejar en Cristo clavado en la cruz el amor de Dios; y después es hermosa la narración del Evangelio, como a Jesús que ya había muerto no le quiebran las rodillas, ni ningún hueso, sino que le atraviesan con una lanza el corazón. Y el que vio, o sea San Juan, da testimonio de ello para que todos crean. San Juan no solamente vio una herida que se le hace en el costado de Jesús; San Juan vio atravesado por esa lanza atravesar el mismo amor de Dios; es decir el Corazón de Jesús. Por eso, la gran veneración que le tenemos al Sagrado Corazón de Jesús porque reconocemos ese infinito amor de Dios.
En el Antiguo Testamento a pesar de que Dios se compara con un papá bueno que todo lo da por sus hijos, sus hijos el pueblo de Israel no siempre le respondió con amor y lo mismo sigue pasando hoy. Cuántas situaciones en la vida de familia donde el hijo en lugar de agradecer a sus papás les da más sufrimientos, incluso cuando ya están casados, a su mamá y a su papá. Y se siguen desgastando por sus hijos porque siempre van a ser papás, nunca una mamá un papá puede decir “yo ya terminé” no, nunca Dios va a decir yo ya terminé, Yo ya te di todo lo que necesitabas, ahora tú te has portado mal y él te dice no. “No”, Dios solo quiere salvarnos, salvarnos y rescatarnos; cómo lo hizo el hijo de Dios. Dios nunca nos ha dejado solos y nos ha querido seguir recordando ese amor.
Se aparece el Sagrado Corazón a Santa Margarita María Alacoque, está santa que nosotros vemos ahí, que tuvo el privilegio de que el Sagrado Corazón se le revelará, y le dijo: “Solamente te recuerdo, te recuerdo que le digas a todos el gran amor que yo les tengo, pero también te recuerdo que todas esas acciones el ser humano hace donde traicionamos el amor de Dios hay que repararlo” Hoy hermanos, es un día del reconocimiento del amor de Dios, recordando las revelaciones que le hizo el Sagrado Corazón, el mismo Jesús a Santa Margarita; pero también en segundo lugar, es un día en que nosotros debemos sentir vergüenza por nuestros pecados, dolor por nuestros pecados. Decirle a Jesús Señor yo no puedo sólo yo no puedo salvarme sólo tú has derramado por mí tu sangre preciosa sálvame, sálvame y ayúdame a seguir adelante.
Que también nosotros le demostremos a Jesús no solamente con las palabras sino con nuestras acciones, y el papá hoy de manera muy sencilla nos decía: ¿”Quieren corresponderle al Sagrado Corazón de Jesús? le han San Mateo en el capítulo 25, donde están descritas las obras de misericordia y este es el camino de la santidad”.
Ese es el camino de la salvación Y ¿qué dicen las obras de misericordia? Que hay que visitar a los enfermos, hay que visitar a los presos, hay que alimentar al que tiene hambre, y dar de beber al que tiene sed, hay que consolar aquel que está triste, etc… “así de sencillo” – dice el Papa- pero también así de desafiante, y a veces no fácil.
Que la fiesta del Sagrado Corazón, nos recuerda estas cosas; el gran amor que Dios nos tiene, haber dado la vida, habernos amado hasta el extremo y derramado su sangre por nosotros.; y al mismo tiempo recordar lo que pide el mismo Jesús a Santa Margarita, tenemos que reparar tantas faltas que hemos cometido, para entrar en el camino de la salvación.
Que Dios te ayude a esta comunidad y que la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, siga creciendo y siendo compartido y sobre todo impulsando a estos niños, la nueva generación es estos niños; que van a ser confirmados.
Hoy que reciben el amor de Dios, reciben el Espíritu Santo y se queda con ellos, como cómo nos hemos quedado con él nosotros y con el cual nosotros estamos sellados, incluso en la vida eterna. Allí llevaremos ese sello del amor de Dios, pero depende de nosotros donde guardamos este sello, si lo llevamos al cielo o al lugar de castigo.
Hermanos estamos aquí, Dios no nos amenaza, pero si no recuerda corresponder al amor de Dios. Checa y haz examen de conciencia en tu vida, en tu vida y siempre que se repare el daño y que te arrepientas estarás en condiciones de volver a Jesús y recibir su amor, y al mismo tiempo comprometerte a compartirlo con los demás.
Él camina con nosotros, la Santísima Virgen María como buena Madre, también, también camina con nosotros; nos acompañan el amor de Dios que ha venido a ella, y se derrama cómo lo hizo en el Tepeyac, a todo nuestro pueblo, a toda nuestras familias, a cada uno nosotros.
Háblale al desde el corazón y dile gracias Señor por el amor que me has dado y perdóname Señor porque no te he correspondido».
Al termino de la celebración, el Sr. Cura, agradeció a Mons. Faustino, su visita a esta comunidad parroquial, todos le brindaron un fuerte aplauso, el Sr. Obispo, felicito a los confirmandos e impartió su bendición sobre la asamblea.