Estimado hermano Mons. Mario De Gasperín Gasperín:
1. La feliz ocasión de encontrarnos reunidos en esta tarde para celebrar su XXX° Aniversario de Consagración Episcopal, nos llena de profunda alegría y de gozo espiritual en el Señor, pues la certeza del llamado y la predilección de Dios en su persona, redundan en abundantes bendiciones para la vida de la Iglesia.
2. Queremos en este día congratularnos con Usted y refrendar nuestro afecto, nuestra gratitud y nuestra felicitación, por estos años de servicio y de amor a la Iglesia que la Providencia le ha permitido ejercer mediante el ministerio episcopal. La vida en Cristo ha sido posible gracias a que su generosidad y caridad pastoral, han tenido como fundamento la confianza en Dios y en la vida de la gracia. Con la firme determinación de que “la gloria de Dios es que el hombre viva y que la vida del hombre consista en la visión de Dios” (cf. San Ireneo, Del tratado contra Las herejía, Libro 4, 20 5-7).
3. Sabemos que su amor a la Iglesia ha sido, porque en primer lugar Usted se ha sentido amado por Dios y de este modo, esta alegre certeza es la que le ha movido a desgastarse por construir una cultura, una sociedad y una comunidad más humana y más cristiana.
4. Monseñor Mario, reciba nuestra felicitación en este día y, como un sencillo gesto de afecto y de fraternidad, reciba este homenaje a su persona y a su ministerio episcopal. El Gran Pastor de las ovejas, Jesucristo le siga mostrando su rostro bondadoso para seguir haciendo efectiva en su vida, la vida de la gracia.
5. Muchas felicidades.
† Faustino Armendáriz Jiménez Obispo de Querétaro