Muy a su pesar, Francisco dividió la opinión pública. Luego de sus declaraciones sobre la paternidad responsable, algunos dicen que el Papa invita a tener pocos hijos, otros afirman que apoya a las familias numerosas. ¿Qué dijo en realidad?
Nos encontramos de nuevo ante un fenómeno de opinión pública, en el que algunos medios difundieron el mensaje opuesto de lo que literalmente afirmó el Santo Padre. El mensaje central de Francisco fue una fuerte crítica al neo-maltusianismo, y algunos medios transmitieron que el Pontífice apoya el descenso de nacimientos. Veamos.
1) Francisco alertó sobre la “colonización ideológica” de la familia, que quiere “destruir a la familia”; “provienen de fuera, por esto digo que son colonizaciones” (Discurso, 16.I.2015). Luego especificó que se refería a la imposición de políticas de control de la natalidad en los países pobres a cambio de ayuda financiera.
2) El Santo Padre hace suya la postura de Pablo VI y la “Humanae vitae” (la encíclica que promueve la apertura a la vida). En ese mismo encuentro con familias en Manila, el Pontífice afirmó que el Beato Pablo VI “en el momento en el que se planteó el problema del crecimiento de la población, quiso defender la apertura a la vida de la familia”. Agregó que el Papa Montini “vio hacia el futuro, a los pueblos de la tierra y vio esta amenaza de la destrucción de la familia mediante la privación de los hijos” (Ibídem).
3) La polémica mediática surgió con motivo de la rueda de prensa, durante el vuelo de Filipinas a Italia. Le pidieron que profundizara sobre la “colonización ideológica”, y el Papa respondió que Pablo VI salió al paso del “el neo-malthusianismo universal que buscaban un control de los nacimientos por parte de las potencias (…). Esto no significa que el cristiano deba tener hijos en serie. Regañé a una mujer que se encontraba en el octavo embarazo y había tenido siete cesáreas: ‘¿Quiere dejar huérfanos a sus hijos? No hay que tentar a Dios…’ Pero, quería decir que Pablo no tuvo una visión trasnochada, cerrada. No, fue un profeta, que nos dijo: ‘Cuidado con el neo-malthusianismo que está llegando’.”
Resulta evidente que el ejemplo del regaño por a esa señora no es por tener el octavo hijo, sino porque vino después de siete cesáreas y, por lo tanto, por el grave riesgo que corre la madre. De ahí que afirmar que el Papa criticó tener ocho hijos es una mala interpretación.
5) Los conejos. El Santo Padre habló también ahí de la paternidad responsable y quiso salir al paso de dos extremos: tener hijos a ultranza y evitar que los pobres tengan hijos. Sobre lo primero dijo la polémica frase: “Perdonen, pero hay algunos que creen que para ser buenos católicos debemos ser como conejos”.
Juan Pablo II ya había dicho la misma idea en 1994: “El pensamiento católico a menudo es malentendido, como si la Iglesia sostuviera una ideología de la fecundidad a ultranza, impulsando a los cónyuges a procrear sin ningún discernimiento y ningún proyecto” (Ángelus, 17.VII.1994).
Termino con unas palabras de Andrea Tornielli: “Como se ve, sacar de su contexto la frase sobre los conejos y presentarla como síntesis del pensamiento del Papa al final lo modifica y transmite exactamente lo opuesto del mensaje que quería dar, invitando a las familias en los países occidentales a tener más hijos, y no menos, e insistiendo en la apertura a la vida como intrínseca al matrimonio” (Vatican Insider, 22.I.2015).
Luis-Fernando Valdés