EUCARISTIA EN LA ASAMBLEA DECANAL, DEL DECANATO DE SANTA ROSA DE LIMA.

Montenegro, Santa Rosa Jauregui, Qro., 10 de febrero de 2022.

La tarde de este jueves 10 de febrero de 2022, para concluir la segunda Asamblea Decanal correspondiente al Decanato de Santa Rosa de Lima, se celebró la Santa Eucaristía Presidida por Mons. Fidencio López Plaza,  y concelebrara por los párrocos que conforman este decanato.

En la Homilía el Pbro. Miguel Ángel Moreno Mejía Pbro. Lic. José Luis Andrade Montoya, Pbro. José Octavio Hernández Ramírez, Pbro. José Luis Villanueva García, hicieron un  eco de la palabra de Dios. 

«Muy queridos hermanos soy el padre Miguel Ángel Vicario de esta parroquia de Santa Rosa de Lima.

Hoy Qué celebramos esta fiesta de San José Sánchez del río me llamaba la atención lo que nos decía el señor obispo las puntualizaciones donde mencionaba que, proclamar y planear es decirle a Dios en qué tiempo, en qué momento actúa la gracia en medio de nosotros, y creo que San José Sánchez del río supo bien esto en su vida, nos acordamos constantemente de una de sus frases «nunca fue tan fácil ganarse el cielo como ahora».  Y es que  él supo entender que el momento de Dios, siempre se presenta en cada una de nuestras vidas».

«Dios tiene un sueño muy importante para cada uno de nosotros lo único que necesitamos es abrir los ojos para descubrir el sueño que tiene para cada uno de nosotros; porque si cerramos los ojos y no soñamos, nos puede pasar lo que hoy a Salomón, desviar nuestro corazón hacia lo que no nos lleva Dios,  pensar en intereses vanos, propios, que desvían totalmente nuestro corazón».

«Por eso quisiera que todos nosotros hoy, le pidamos a alguien muy importante que nuestro corazón permanezca anclado en Dios,   permanezca anclado en el proyecto que Dios tiene para cada uno de nosotros».

«Y esa persona muy importante es María, María siempre tubo anclado su corazón en el proyecto que Dios tenía para ella, seguramente todos saben aquella jaculatoria que le hacemos a la Virgen de Guadalupe, “Mi corazón en amarte eternamente se ocupe, y mi lengua en alabarte madre mía de Guadalupe”. a través de esta jaculatoria hay que pedirle a ella que interceda por cada uno de nosotros, para que nuestro corazón no sé desvíen, para que ella también custodio nuestro corazón y que permita que en cada uno de nosotros se haga el sueño que Dios tiene para nosotros, que sueña un gran proyecto para cada uno de nosotros y que nosotros soñemos el mismo sueño de Dios. “Mi corazón en amarte eternamente se ocupe y mi lengua en alabarte madre mía de Guadalupe”.

Mons. Fidencio por ultimo compartió lo siguiente: «Es impresionante como el Espíritu Santo forma ideas asombrosas en nuestros corazones, como una repercusión o resonancia. Gracias, padres por esas hermosas participaciones».

«Yo solamente terminó retomando la idea, del padre José Luis, él decía la importancia de actualizar el plan de Dios en nuestras vidas, si ustedes me preguntarán ¿Qué es lo que más se parece al cielo? es el momento presente y lo que más se parece es el esfuerzo que hacemos por actualizar el plan de Dios en nuestra vida».

«El cielo no es un asunto después de muertos, vivirlo como hermanos. y yo alcanzó a percibir en mis hermanos sacerdotes que estamos en esta lucha por vivir desde el plan de Dios».

«Y por último nada más contemplar la imagen de San Pablo, desde la primera vez que vine aquí, es hermosa en una mano tiene un arma y en la otra la Palabra de Dios, yo le doy está interpretación: él antes de su conversión se dedicó con compasión a defender sus ideales, lo que suponía era su ideal a sus principios y se dedicó a matar cristianos porque veía que no favorecían, pero tuvo una conversión radical que dejó el machete y agarró la Biblia y es el hombre más destacado en la iglesia o en la evangelización».

«Yo les invito a que nos llevemos esta imagen de San Pablo, como una imagen de la asamblea y recordemos que la conversión no es de un solo día, es de toda la vida, y el auxilio que tenemos para esto es la palabra de Dios, por eso los cristianos no podemos vivir sin la palabra de Dios». Que Dios a si lo conceda.

Al terminar la celebración Mons. y todos los sacerdotes concelebrantes dieron la bendición a toda la asamblea reunida, y le tomaron la foto del recuerdo, para pasar posteriormente a la convivencia fraterna que para esta ocasión se preparó.