Este 22 de septiembre, el IX obispo de Querétaro, Don Faustino Armendáriz Jiménez celebró la Eucaristía en el Auditorio Josefa Ortíz de Domínguez como culmen del concierto musical de Adoración al Santísimo llamado “Cielo Abierto”. Le acompañaron el Pbro. Jaime Gutiérrez Jiménez, Presidente de la Comisión Diocesana de Familia, Juventud, Laicos y Vida, y el Pbro. Dr. Javier Coellar Ríos, Coordinador de la Dimensión Diocesana para la Vida. Esta encuentro tiene como fin de celebrar el tercer aniversario de la reforma del Artículo Segundo Constitucional del Estado de Querétaro que establece que la vida debe ser respetada desde su concepción hasta su muerte natural.
Este evento “Por una Cultura de la Vida” se ha realizado en varias Diócesis de México y Latinoamérica, convocando a las familias y a los jóvenes para conducirlos al encuentro con Jesucristo vivo, animando las diócesis y promoviendo la cultura de la vida; impulsando además las distintas pastorales, los seminarios e institutos religiosos, los movimientos laicales y las asociaciones de fieles. A través de stands dan ayuda a quienes asisten al concierto y que el Señor les ha tocado en su corazón o desean crecer en la fe; a muchos jóvenes les ha suscitado la inquietud por iniciar un camino vocacional.
Todo el tiempo sacerdotes de la Diócesis prestaron el servicio del Sacramento de la Reconciliación. Y en un ambiente de fiesta juvenil todo confluyó al encuentro con Jesucristo vivo en la Eucaristía, que nos arrastra a hacer su voluntad. Cinco mil fieles participaron, en este tiempo de discernimiento, en la reflexión, y en la oración, parte importante del impulso espiritual en el caminar de la Misión de nuestra Diócesis.
Mons. Faustino reflexionó con la asamblea sobre la Palabra de Dios, particularmente acentuando que Jesús se detuvo para enseñar a sus discípulos y a nosotros, y cuestionó si nosotros somos capaces de detenernos para escuchar a Jesús. Si le damos tiempo a Dios. Destacó que “el servicio es la norma de conducta para quien lo sigue. Jesús les enseña que el que quiera ser el primero que sea el último y servidor de todos. Es la lógica del Reino. Servir es entregarse en las cosas ordinarias de cada día. Solo Jesús debe estar en el centro de nuestra vida”.
“Hermanos cuando perdamos el rumbo, vale la pena escuchar a Jesús”. Invitó a los jóvenes “a servir como Jesús lo pide, sobran alternativas para hacerlo, obras sociales o cuando como joven se ha encontrado con Cristo. Ustedes jóvenes son los mejores anunciadores de la Palabra, son los mejores misioneros cuando han recorrido un camino de discipulado, cuando se han encontrada con Jesucristo y llevan el Evangelio en la mano y en el corazón”.