ERECCIÓN CANÓNICA Y TOMA DE POSESIÓN DE LA PARROQUIA DE SANTO DOMINGO, SAN JUAN DEL RÍO, QRO.

San Juan del Rio, Qro., 12 de julio de 2022.

El martes 12 de julio del 2022, Mons. Fidencio López Plaza, X Obispo de la Diócesis de Querétaro erigió la nueva parroquia de Santo Domingo, San Juan del Río, nombrando Párroco al Pbro.  Héctor Alvarado Reséndiz, desde este 12 de agosto de 2022, siendo la parroquia 118 de la Diócesis de Querétaro bajo la protección de Santo Domingo.

La cede de esta parroquia es: Templo de Santo Domingo, ubicado en Juárez y Zaragoza, San Juan del Río, Qro. mismo que pertenecía a la Parroquia e San Juan Bautista

El Pbro. Israel Arvizu Espino, dio lectura al decreto por el que se erigió la nueva comunidad parroquial, así como el nombramiento del Pbro. Héctor Alvarado Reséndiz como primer párroco, que delante del señor obispo y frente a la asamblea profesó su fe y prometió fidelidad a la Iglesia y a su magisterio.

Monseñor Fidencio López en la homilía expreso: “Les comparto cinco verbos con respecto a lo que el papá nos dice a la Iglesia Misionera y en salida: “La parroquia dice el Papa es: “La comunidad de discípulos que primerea”, la parroquia es el espacio donde se reconocen y se sienten amados y bendecidos justamente porque han experimentado que Dios los ha amado primero.

Por eso a los discípulos Misioneros, no les cuesta trabajo salir a la calle y anunciar a los demás el amor y la misericordia de Dios, por eso salen a evangelizar sin demora, sin asco y sin miedo, por eso salen a buscar a los más alejados en el cruce de los caminos a invitar a los excluidos al banquete de boda, por eso los que han sido primereados en el amor, viven con un deseo inagotable de vivir y que los demás experimenten la misericordia.

“La parroquia es la comunidad de discípulos misioneros que se involucran”:  es la que sabe estar dónde es necesario, porque sigue el ejemplo de Jesús que se involucra e involucra a sus discípulos, poniéndose de rodillas ante los demás, para servirles como él mismo lo hizo en la última cena y después ordenó vayan y hagan lo mismo.

Así la comunidad cristiana como su maestro sabe compadecerse, sabe mirar a sus hermanos de abajo hacia arriba, para verlos grandes siempre grandes y descubrir en ellos la imagen de Dios nuestro Señor.

La parroquia es: “La comunidad de misioneros que acompañan” y sintetiza de una manera extraordinaria en el número veinticuatro, “La parroquia como comunidad de discípulos Misioneros es: “una comunidad evangelizadora”, que ha descubierto que el mejor servicio al hermano es la formación, la evangelización, es una comunidad que se dispone a acompañar a la humanidad en todos sus procesos vitales porque la evangelización, así se manifiesta el poder de la palabra que ilumina, que alegra y que transforma a los discípulos Misioneros, a la iglesia en salida sinodal y Misionera.

La parroquia es: “La comunidad de discípulos Misioneros que festejan”, una comunidad es alegre, porque la fiesta es el signo más grande de la presencia de Dios, es uno de los signos más importantes que identifican a un cristiano, la alegría y la belleza de ser seguidores de Jesucristo Nuestro señor, por eso la iglesia en salida celebra y festeja cada victoria, cada paso hacia delante en la evangelización.

Por eso los cristianos no podemos vivir sin el domingo, sin eucaristía, ahí es donde las palabras del ofertorio en la misa la convierten en una eucaristía en la vida diaria, cada cristiano a la manera de Jesús encuentra el sentido de su vida, cuando puede decir: “este es mi cuerpo, que será entregado por ustedes”.

Dirigiéndose, al padre Héctor y a las hermanas y hermanos, de esta nueva parroquia bajo el patrocinio de Santo Domingo, les recuerdo que el párroco y los parroquianos en salida misionera, son los que viven intensamente la espiritualidad de comunión y se les nota, son los que viven la espiritualidad de comunión como principio educativo y la hacen presente con prácticas concretas, acogiendo con actitud de padre a las comunidades, grupos, asociaciones, pobres, ricos, lejanos, cercanos, a todos en especial a los más pobres y a los más necesitados, cómo lo hacen todos los papás y las mamás.

Está espiritualidad de comunión, también se hace presente teniendo en cuenta y preferencial por la piedad popular y por los descartados, participando en las reuniones de decanato y diocesanas y hay que demostrarlo siempre con la alegría y la puntualidad características de la vida sacerdotal.

Somos administradores, no somos dueños, Dios nos confía sus tesoros, también lo demostramos practicando las obras de misericordia, a tiempo y a destiempo, perteneciendo a una pequeña comunidad sacerdotal y siendo corresponsables con los compromisos que tenemos como presbiterio.

Estás y otras muchas cosas más, son maneras concretas de vivir la espiritualidad de comunión y de dar la vida por las ovejas. Qué la Santísima Virgen en su advocación de los Dolores de Soriano y nuestro querido señor San José, te conceda padre Héctor y a todos ustedes hermanos de esta nueva parroquia un entusiasmo notable, contagioso. Que Dios así nos lo conceda. Que así sea”. Concluyó.

Posteriormente le entregaron los lugares litúrgicos celebrativos, al Padre Héctor, en donde hará palpable la misericordia de Dios.

Finalmente, después de la comunión el padre Héctor dirigió un mensaje a esta nueva comunidad parroquial: “Hoy iniciamos la construcción de la Casita Sagrada, en esta ahora parroquia”. Gracias por todo su apoyo a todas las comunidades.

El Padre decano Pbro. Tereso le dio la bienvenida al padre Héctor y lo felicito por su nueva encomienda. Y Mons. Fidencio les dio la bendición, a toda la asamblea,  para después pasar a una convivencia fraterna como iglesia sinodal y alegre.