San Juan de Río, Qro. 14 de julio de 2022.
Mons. Fidencio López Plaza, X Obispo de la Diócesis de Querétaro erigió la nueva parroquia de Cristo Rey, San Juan del Río, nombrando primer Párroco al Pbro. Rubén Vázquez Morales, a partir del 14 de agosto de 2022, siendo la parroquia 119 de la Diócesis de Querétaro bajo la protección de Cristo Rey, a quien encomendamos su caminar pastora, ahora como parroquia.
La cede de esta parroquia es: el templo de Cristo Rey, Col. Nuevo Espíritu Santo, San Juan del Río, Qro. mismo que pertenecía a la Parroquia de San Juan Bautista, siendo la parroquia 15 de este decanato.
El Pbro. Israel Arvizu Espino, dio lectura al decreto por el que se erigió la nueva comunidad parroquial, así como el nombramiento del Pbro. Rubén Vázquez Morales como primer párroco, que delante del señor obispo y frente a la asamblea profesó su fe y prometió fidelidad a la Iglesia y a su magisterio.
Monseñor Fidencio López en la homilía expreso: En un primer momento les compartió que para los judíos se movían por la ley de Moisés, era el mejor regalo que viene recibido de Dios.
Que los diez mandamientos respondían a diez gritos que Dios escucho de su pueblo, en cada grito escucho causas muy lamentables y por eso para cada grito, envío un mandamiento, todo un proyecto de vida para mantenerse sanos y libres.
Por eso en todas las sinagogas guardaban la ley con veneración, la depositaban en un cofre, en esa ley encontraban todo cuánto necesitaban para ser felices, la ley se convirtió para ellos en luz, fuente de alegría y de transformación.
Sin embargo, para Jesús ya no es lo decisivo para saber qué, es lo que Dios espera de nosotros, para Jesús lo primero es buscar el reino de Dios y su justicia, lo demás llegará por añadidura.
Jesús se esfuerza por introducir a sus seguidores en otro enfoque y otro espíritu, hay que superar el legalismo que se conforma con cumplir la ley, no hay que abolir la ley, sino a darle plenitud.
Cuando se busca la voluntad del padre como Jesús la busca, se va siempre más allá de lo que dicen las leyes para caminar, a ese mundo más humano que Dios quiere para todos, lo importante no es contar con personas observantes de las leyes, sino con hombres y mujeres que se parezcan a Dios, que se parezcan a su enviado Jesús.
Aquel que no mata, cumple la ley, pero si no arranca la agresividad de su hermano, no se parece a Dios. Aquel que no comete adulterio no peca, pero si desea egoístamente la esposa de su hermano no se asemeja Dios. Aquel que cumple la ley y los profetas puede ser feliz, pero si no supera el legalismo, puede caer en lo que ya Jesús advertía en la conducta de los escribas y fariseos.
Lo que Jesús viene a comunicarnos pues hermanas y hermanos no parte de cero, hemos de escuchar bien las palabras de Jesús: “No he venido a abolir la ley he venido a darle plenitud”, a enseñar el horizonte del comportamiento humano, a librarnos del comportamiento de legalismo, nuestro comportamiento será más humano, engendrando un mundo más justo, que quiere nuestro buen padre Dios.
El pasado el presente y el futuro son inseparables, dice Jesús y en este sentido y en esta dinámica misionera se incluye el ministerio Pastoral, que Dios encomienda a sus sacerdotes, la pastoral no puede cerrar los ojos ante la historia.
La pastoral tiene una exigencia de su pasado, y una exigencia de actualización continúa ante los desafíos del momento presente, la pastoral también tiene una esperanza creativa para comprometerse en un cambio significativo, la pastoral debe tener un equilibrio en su triple dimensión, sí solo ve el pasado, será puro tradicionalismo, sí solo está atenta su presente, se deslizará hacia modas atractivas pero efímera e insustancial y si, solo contempla soñadoramente el futuro, sucumbirá en un mundo que ocupa la mente, pero paralizar la acción.
Por eso la pastoral nunca será un punto y aparte, la pastoral siempre será un punto y seguido, se necesita humildad, se necesitaría demasiada soberbia, para pensar que la historia comienza con nosotros mismos. Lo antiguo puede ser superado, pero nunca destruido.
Eso es lo que nosotros tenemos que hacer en los trabajos que se nos han encomendado, está es la hermosa tarea que Dios deja en las manos del padre Rubén y de todos ustedes, en toda esta etapa evangelizadora ahora como la parroquia bajo el patrocinio de Cristo Rey del universo.
Gracias Señor por hacer historia con nosotros, gracias por habernos enviado tu hijo, gracias por darnos la misión de continuar esta tarea llenos de tu espíritu. Que así sea. Concluyó.
Posteriormente le entregaron los lugares litúrgicos celebrativos, al Padre Rubén, para que desempeñe su labor pastoral y en donde hará palpable la misericordia de Dios.
- Llaves de la puerta del templo
- El Campanario
- Sede Penitencial
- Fuente Bautismal
- Sagrario
- Cede
- Altar
Finalmente, después de la comunión el padre Rubén dirigió un mensaje a esta nueva comunidad parroquial, «mi paso por donde he estado ha sido suave pero dejando huella», gracias a todos por su labor y a mi familias de sangre que me acompañan.
el Padre decano Pbro. Tereso, le dio la bienvenida al padre Rubén y lo felicito por su nueva encomienda pastoral.
Mons. Fidencio les dio la bendición, con la cual se fortalece el espíritu para dar testimonio como católicos cristianos, y después compartir con mucha alegría con convivencia fraterna que se preparo para esta ocasión.