Querétaro, Qro. 8 de Septiembre de 2018.
En las instalaciones de la Casa de las Peregrinas de a pie al Tepeyac, el día 8 de septiembre de 2018, se llevó a cabo la entrega de la Casa de las Peregrinas y la Presentación del Padre Ezequiel Muñoz García, como nuevo Director Espiritual de la Peregrinación Diocesana Femenina de Querétaro al Tepeyac, ante las Jefas de Grupo de las Hermanas Peregrinas, durante la Solemne celebración Eucarística, presidida por El nuevo Director Espiritual de las Peregrinas.
La Srita. Gabriela Silíceo Baldespino, presidenta Seglar de las Peregrinas, hizo entrega del Documento oficial en el cual Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Nombra al Padre Ezequiel como Director Espiritual de la Peregrinación Femenina de Querétaro al Tepeyac, y le dijo:
“Estimado Padre Ezequiel, el domingo 22 de julio de 2018, al término de la Misa, el Señor Obispo, Mons. Faustino, delante de más de 50, 000 almas, en el atrio de la Basílica de Guadalupe, le dio las gracias al Padre Bernardo Reséndiz Vizcaya y le pasó la estafeta a usted, Padre Ezequiel Muñoz Garcia; y lo anunció en el balcón Papal donde el Santo Padre, el Papa San Juan Pablo II, dijo “México siempre fiel” , donde el Papa Francisco se hincó ante la imagen de la Virgen de Guadalupe a besarla, donde la Virgen Santa María de Guadalupe, le pidió a San Juan Diego se fuera a sus mensajero y le construyeran su Casita Sagrada.
Padre Ezequiel, como nuevo Director Espiritual, aquí está su columna peregrina, igualmente le entregó el Decreto por el cual lo nombraron Director Espiritual de la Peregrinación Diocesana Femenina de Querétaro al Tepeyac. Concluyó.
Cabe destacar que estuvieron presentes en esta celebración los Papás del Padre Ezequiel, quienes, entregaron a su hijo el documento con su nuevo Nombramiento, ante esto las Peregrinas le brindaron un fuerte aplauso a su nuevo Director Espiritual.
Por su parte el Padre Ezequiel durante la homilía expresó:
“Queridas Hermanas Peregrinas, la Palabra de Dios en la solemnidad del nacimiento de Santísima Virgen María, nos invita a recordar que ninguno de nosotros somos fruto de la casualidad, todos en este mundo venimos a cumplir una misión, Dios ha dispuesto todos los medios que necesitamos para que este proyecto de que nuestra vida se lleve a cabo; y ese proyecto es que nosotros reconozcamos su palabra y que alcancemos la salvación.
Y Dios nos llama constantemente a la salvación, es importante la puntualización de la Palabra de Dios, que hacen los textos, como “Dios nos invita, más no nos obliga”. Dios nos llama, pero no nos forza a que lo sigamos, sino que constantemente nos está llamando para que escuchamos su palabra y la llevamos a práctica y de este modo alcancemos nuestra salvación.
Esto es lo que Dios quiere de nosotros, y eso es lo que queremos alcanzar a nivel personal. Que nunca se nos olvide que nuestra estancia en este mundo, nuestro pasó por esta vida, tiene un destino una meta, ir a encontrarnos con Dios.
Qué podemos aplicar en la lectura del Evangelio: La Santísima Virgen María fue predestinada a ser la Madre de Dios y ella pronunció una palabra clave, también para nosotros a poner en práctica. El señor tiene un proyecto, el ángel se lo comunica y cuál fue su respuesta, “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí, según tu palabra” y La pregunta sería para nosotros, Dios te quiere salvar y ¿tú, quieres salvarte?
El llamado de Dios es muy bueno, la Palabra de Dios es muy gratificante, por eso, la gente se quedaba maravillada cuando escuchaba Jesús, qué hermosa predicación dirigía; pero al momento de ponerlo en práctica, es un reto que se desconcertaron. María aun siendo elegida, aun siendo predestinada, tampoco le fue tan sencillo, tuvo que enfrentar y enfrentarse a diversas situaciones e incluso a su esposo José.
¿Cómo va entender José que el Espíritu Santo se posó sobre María y la fecundo? eso no es fácil, ¿Cómo va a entender la gente que ella es virgen o sea la virgen del Profeta Isaías, y que ha pronunciado “Hágase en mí Según tu palabra”
La invitación es, a que seamos valientes a la invitación de Jesús, a decirle un sí, sin poner nuestras condiciones. Cuando uno se deja y se abandona en las manos de Dios, Dios lleva a plenitud su obra y aún a pesar de las situaciones incómodas que puedan de presentarse. Al igual que María, con dolores y sufrimientos en su corazón al final cumplió con la parte que le tocaba. Y esa podría ser una aplicación concreta en nuestra vida, enfrentar cada situación que se nos presente para cumplir con nuestra misión.
“He aquí que la virgen dará a luz un hijo y él será el Dios con nosotros”, y desde entonces la humanidad nunca ha estado sola, quién se siente solo, el que se aparta de Dios, el que no tiene su gracia, el que se aleja de su palabra, el que va debilitando su fe por las cosas mundanas.
Pero Dios, aunque nosotros nos olvidemos de él, él nunca se olvida de nosotros. Por eso, también hermanos este es nuestra esperanza, de que en cualquier situación o circunstancia de nuestra vida, nunca vamos solos. Dios está con nosotros y María en cualquiera de las advocaciones es la portadora de la esperanza.
Por eso hermanas peregrina, nosotros vamos siguiendo a la santísima Virgen María y María lleva a Jesús su hijo, y Jesucristo nos va a conceder la salvación. Por eso, el peregrinar que nosotros realizamos año con año, tiene su sentido y su obligación vamos siguiendo a María la vamos buscando porque ella es la que es el camino seguro para llegar a Jesús, no solamente caminar hacia la Basílica, seguir a María, es imitar sus cualidades y actitudes. ¿Qué podemos imitar de María? Sion infinidad de virtudes las que podemos imitar y todos estamos llamados a ponerlas en práctica, ¿cómo vamos a decirle a los demás que son peregrinos o son peregrinas? ¿Cómo? con el testimonio de seguimiento de María.
En nuestra vida cotidiana se note que seguimos caminando tras los pasos de la Santísima Virgen María es nuestra misión, es la misión de la peregrinación, dar a conocer las actitudes de la Santísima Virgen María, con nuestro testimonio.
Vamos a agradecer al Señor, que nos ha permitido reunirnos para compartir su Palabra, para agradecer por la vida, para agradecer por la fe, para agradecer esta palabra que hemos escuchado y la ponemos en práctica, y pedirle que bendiga a nuestra persona, nuestra familia y nuestras comunidades. “Que, así sea”
Al término de la celebración, la Asamblea estallo en un fuerte aplauso, y se dispusieron disfrutar de una amena convivencia fraterna, especialmente preparada para esta ocasión.