Instituto la Paz, Calle el Sol, Nº 40, Col. Acueducto. Qro. 13 y 14 de Noviembre de 2016.
Los días 13 y 14 de Noviembre de 2016, se llevó a cabo el Encuentro Nacional de Familia Educadora en la Fe, en las instalaciones de El Instituto La Paz, ubicado en la Col. Acueducto, en la cuidad de Qro. Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, presidio la celebración Eucarística de apertura del Encuentro Nacional, concelebraron los Pbro. Juan Martín Granados, asesor Espiritual Nacional del Movimiento, y Pbro. Jaime Francisco Gutiérrez, Presidente Diocesano de la CODIFAJULAVI, y encargado del grupo en Querétaro, estuvieron presentes los coordinadores provenientes de distintas Diócesis de la República Mexicana: Monterrey, Tabasco, Campeche, Puebla, Guadalajara, Tampico. Además se contó con la presencia de representantes de Dalas; estuvieron en este evento alrededor de 500 personas del Movimiento Familiar Nacional, este fue un Encuentro de capacitación catequética y de la familia. Al Inicio de la celebración Mons. Faustino, expresó:
“Bienvenidos hermanos a esta celebración Eucarística que hacemos al iniciar esta jornada, en el marco del encuentro de (FEF) “Familia Educadora en la Fe”, pidiendo que el Señor derrame su bendición sobre todas sus familias y sobre todos ustedes, que siempre en proceso de formación, de capacitación lo va haciendo para prestar un mejor servicio a la iglesia.
Que la Palabra de Dios que escucharemos en la Eucaristía, con la que nos alimentemos sea el alimento en el camino de ustedes, como laicos, para seguir de pie y para continuar siendo una bendición para las familias de México”. Y en la homilía, Mons., Faustino dijo.
“Queridos hermanos y hermanas, los saludos a todos con afecto en esta mañana, saludo a los encargados coordinadores nacionales de este movimiento de la Iglesia, que a lo largo de estos años han impulsado la evangelización de la familia, al Pbro. Juan Martin, asesor espiritual nacional de este movimiento, a Ricardo que tanto ha portado también impulsando la oración, a los Sacerdotes y a todos ustedes familias, jóvenes miembros de esta comunidad familiar.
Sin duda en la Palabra de Dios nos encontramos un texto, en el cual la insistencia de aquella mujer ante un juez injusto, es capaz de encontrar frutos; sabemos que en los tiempos bíblicos las personas más vulnerables eran las viudas y sobre todo en las manos de un juez corrupto. Sin embargo la mujer no se detiene y continua suplicando y a pesar de su actitud injusta, aquella mujer encuentras respuesta a su suplica, y esto Jesús a manera de comparación lo utiliza, para enseñarnos a orar a los que lo escuchan, -y nos dice, y nos sigue diciendo- así tiene que ser la oración, para poder recorrer el camino de la vida Cristiana y fortaleza ese encuentro con Jesús a través del dialogo con él, un dialogo permanente, un dialogo a veces improvisado, un dialogo entorno a él, porque ¿donde podemos hacer oración?, no podemos solamente determinar en un lugar Sagrado, o un templo, sino que la oración es algo que debemos tener en una actitud de dialogo con Dios, y sobre todo de escucharle a él, no solo de pedir que él nos escuche a nosotros.
En la primera lectura San Juan nos dice: “Que es importante que a los que se ponen en camino para servir al Señor se les impulse y se les ayude”, y que mejor ayuda que orar por todos aquellos hombres y mujeres, que en los caminos de la evangelización van recorriendo solamente con el deseo de servir a Jesús, y creo que FEF está en este camino, y creo que fundamentalmente la oración tendrá que ser factor fundamental para que ustedes confiando en Dios continúen luchado por la familia.
En el escudo de esta institución, dice: “fe en la batalla, fe en la guerra” y creo que lo que estamos viviendo nosotros en este tiempo es una guerra contra la familia; a lo largo de todo un año tuvimos la oportunidad de un proyecto global de pastoral, hacia el 2031, que celebramos 500 años de las apariciones de la Santísima Virgen María de Guadalupe, de escudriñar la realidad y uno de los desafíos más grandes que tenemos como iglesia es precisamente atender a los jóvenes de la familia, hombres, mujeres y niños.
Creo que hay un largo camino donde la lucha será permanente, se los comentaba que cuando le preguntaban a la hermana Lucia una de las videntes de Fátima, ¿qué era lo que provocaría la máxima persecución de la iglesia? y su respuesta fue en el año 1980: el matrimonio y la familia, y sin duda esa es la realidad de nuestra tiempo.
Hermanos no podemos realizar una tarea que se diga misionera si lo hacemos solamente en la zona de confort; por eso tenemos que ser un movimiento como nos lo indica el Santo Padre, en salida, es decir con una orientación misionera para servir al Señor a ayudarnos unos a otros como iglesia, a recorrer este camino juntos, el Plan Pastoral es precisamente para darle líneas de acción de nuestro país que posibilite que la tarea la hagamos en comunión, recordando al Santo Padre que cuando se dirige a los obispos de México nos dice: “quiero que realicen un plan un proyecto de pastoral serio y en ecuanimidad.
Las circunstancias de nuestro tiempo nos lo exigen, no puede ser de otra manera no podemos improvisar, no podemos suponer, porque las que las fuerzas de manera oculta, continúan realizando planes nefastos contra esta institución; como decíamos en la oración colecta que es un designio de Dios la familia, la familia de Dios no es una ocurrencia, la familia es de siempre.
Antes que existiera nuestra la iglesia, antes que existiera el matrimonio, un documento por allí de la patrología, un documento mostraba como en un sepulcro hace miles de millones de años se encontró a un hombre y una mujer y a dos niños, es decir la familia existe desde siempre, Jesús la instituye cuando nos recuerda “el hombre se unirá a su mujer y dejaran a su padre a su madre” etc. Y habrá de ser cómo ha de ser.
Hoy más que nunca la tarea de ustedes como movimiento de iglesia que luchan y trabajan por la familia, se tiene que intensificar ese carisma que ustedes tienen como movimiento la formación, “Familia Educadora en la Fe”, en la fe para trabajar, porque no podemos nosotros tapar el sol con un dedo, es decir estamos trabajando porque tenemos 5,000 familias con nosotros, cuando existen muchas más que tenemos que atender; por eso la actitud de salida, la actitud de búsqueda como buenos pastores, la actitud de la iglesia que cuando van con todos ustedes los movimientos apostólicos será fundamental, de aquí para adelante.
Gracias por toda la terea que han realizado, gracias por todo sus esfuerzos de capacitación en encuentros como este, gracias por todo ese camino de perseverancia que van generando en medio de muchas familias representadas por los aquí presentes, gracias por escuchar la voz del Papa y armar ese proyecto que él nos propone en bien de nuestras familias, sin dudad la oración, la formación pero también el amor a la Palabra de Dios,
Que sean ustedes un paradigma de otros movimientos, que escuchen la Palabra de Dios, que en el seno de la familia se habrá la Biblia, tienen este recurso de la Lectio Divina, como un recurso y subsidio fundamental que a lo largo de la iglesia, hemos venido usando para encontrarnos con Jesús, para refrescar y oxigenar el ambiente familiar, y los corazones de cada uno de nosotros, de tal manera que escuchando, meditando y luchando por llevarla a la practica en un ambiente de contemplación, realmente esa Palabra de Dios nos cambien, no seamos los mismos de ayer o del año pasado.
La Palabra de Dios de por si tiene la fuerza para transformarnos corazones, por eso sigan en este camino de escucha de la Palabra Dios, en el seno familiar, en el seno de su comunidad, porque es muy bonito que puedan cambiar corazones a Dios, pero también acudan y sigan acudiendo a alguien que sabe mucho de familia, a la Santísima Virgen María; sabemos que ella lo único que quiere es orientarnos para hacer lo que Jesús su hijo nos pide y nos dice.
Que sean realmente ustedes el Evangelio de la familia, que sean ustedes en muestro mundo, que sean ustedes aquellos que escuchando la voz de la iglesia en ese ambiente, en ese documento hermoso y lleno de sabiduría “Amoris Laetitia” (“La alegría del amor”); ustedes recomienden siempre en un ambiente no de autocomplacencia, sino viviendo juntos la Palabra de Dios, continúen realizando esta hermosa labor en pro de la familia y a través de la Familia.
Yo les deseo que este encuentro de muchos frutos en las familias, en las iglesias particulares y a nuestra iglesia en México. Que, Así Sea.
Al término de la celebración, los presentes agradecieron a Mons. Faustino su presencia el Encuentro y nuestro obispo por su parte les impartió su bendición y les encomendó bajo la protección amorosa de la Virgen María.