Puerto de Aguirre, Qro., 27 de junio de 2019.
El día 27 de junio de 2019, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, en el marco de la Visita Pastoral a la Comunidad Parroquial del Sagrado Corazón de Jesús en la comunidad de Puerto de Aguirre, tuvo un encuentro con los jóvenes, en la cual destaco la importancia de que se cuide que: “haya niños monaguillos, y no solo niñas, porque los niños monaguillos, son la cantera de las vocaciones, y no lo digo en teoría, lo digo por experiencia, allí nació mi vocación, en el servicio al altar, cercano a Dios”. En su mensaje completo les compartió diciendo:
“Son 118 monaguillos, ¿entonces hay niños o no hay niños? Y si hay niños y digo niños porque en realidad al principio eran niños pero ahora también son niñas, es importante que haya niños y no conformarnos a los sectores de la parroquia con que allá puras niñas o puros niños, que haya niños y niñas, pero siempre que haya niños porque, porque los niños yo les pongo aquí en las observaciones que les voy a enviar después de la Visita, son los monaguillos, son la cantera de las vocaciones; y no lo digo en teoría, lo digo por experiencia, allí nació mi vocación, en el servicio al altar, cercano a Dios y Dios tiene su plan para cada uno. A lo mejor aquí a los hermanos sacerdotes los llamo de otra manera, pero lo que yo viví, fue la experiencia como monaguillo, y ¿porque fui monaguillo? -porque otro monaguillo me invitó, un amigo mío que se metió de monaguillo y nosotros le hacíamos bullying, y de todos los que le hacíamos bullying después todos somos unidos entonces es importante el testimonio del monaguillo le sirve a otros niños para que vayan también, el entró al seminario pero duró una semana y se salió y se acaba de morir hace unos días.
El caso es que Dios tiene sus caminos y el camino para mí fue como monaguillo, por eso insisto yo en que tengan a muchos monaguillos, ósea que no los limiten, y la escuela de monaguillos es un camino de vocaciones, tenga muchos monaguillos porque no hay otro espacio hasta la catequesis donde tenemos a los niños cautivos y catequistas para hablarles del sacerdocio nadie sabe sólo Dios sabe cómo y dónde Dios va a encender, así como una mecha, la llama de la vocación, así es que ustedes insistan catequistas responsables de monaguillos insisten e insistan, padres insistan, hablen de la vocación sacerdotal, hablemos de la vocación sacerdotal y verán qué van a surgir niños de debajo de las piedras; eso de que no hay vocaciones no es cierto, no la sabemos buscar, no vamos por ella, es todo un trabajo misionero la vocación y la misión; por eso me da mucho gusto que la cruz misionera ande por todas las casas, porque el niño pregunta ¿y eso para qué es?, los niños que quieran ser sacerdotes, aquí algún niño joven me puede estar por allí oyendo y Dios lo va a llamar, alguien tiene que salir de allí con la llama de la vocación, porque no es infructuosa, y eso hará que otros niños y jóvenes también quieran entregarse”.
Al terminar les motivo a seguir en su formación y a ser los portadores de la nueva esperanza y a que con su alegría y entusiasmo, contagien a más jóvenes, pues ustedes son el futuro de nuestra iglesia.