Un día de oración, ayuno y obras de caridad, para implorar a Dios que ayude a la humanidad a superar la pandemia de coronavirus, y las demás la del hambre, la de la guerra, y la de los niños sin educación.
En este momento trágico de la pandemia todos somos hermanos. San Francisco de Asís decía: ‘todos hermanos’. Por esto, hombres y mujeres de toda confesión religiosa hoy nos unimos en la oración y en la penitencia para pedir la Gracia de la curación del corazón de esta pandemia.
Papa Francisco.