Santa Iglesia Catedral, Querétaro, Qro. 28 de marzo 2021.
La Celebración del Domingo de Ramos fue Presidida por Mons. Fidencio López Plaza, X Obispo de Querétaro, el pasado 28 de marzo, en la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Diócesis, inicio de la Semana Santa, en la cual Mons. Fidencio hace estas recomendaciones para vivir mejor esta semana mayor: “hermanas y hermanos, para que esta semana santa y sea semana mayor, les recomiendo entre otras cosas, les recomiendo descentrarse como el secreto para trascender, hay que dejarle el centro a Jesús y nosotros ubicarnos como fieles discípulos humildes discípulos en las periferias y arriesgarnos a tocar las llaves de nuestros hermanos; les invito también a asumir esta semana y a vivir esta semanas en la que Dios quiere purificarnos y quiere sanarnos, además les invitó hacer con mucha creatividad el altar familiar de cuaresma-pascua en sus casas y hacer un espacio de verdadero encuentro con Dios y con los miembros de la familia, Dios está en la casa y quiere celebrar con nosotros la Pascua, les invito también a participar a través de la radio, de las redes sociales en las celebraciones que se harán en sus parroquias, también aquí en la santa catedral teniendo en cuenta los protocolos y las medidas sanitarias recomendadas reiteradamente; les invito a adornar las puertas, la puerta principal de la casa durante la semana; hoy podría ser adornada con los ramos, un moño morado y una palma, el jueves santo con un ramo de plantas medicinales, el viernes santo con una corona de espinas y el sábado con una vela encendida y el domingo una corona de flores, todo esto podría acompañarse de frases de vida y esperanza que Dios ciertamente está inspirando en sus corazones”. Esta Santa Misa fue concelebrada por el Pbro. Lic. José Guadalupe Martínez Osornio, Vicario Episcopal para la Catedral, Pbro. Francisco Fernando Gavidia Arteaga y Pbro. Rafael Gavidia Arteaga.
En el momento de la Homilía Mons. Fidencia les compartió diciendo: “Hermanas y hermanos que presencial y virtualmente se conectan con nosotros, saludo también con cariños a los medios de comunicación y a todos los equipos diocesanos de pastoral de la comunicación, que desde sus parroquias se conectan con nosotros y juntos hacemos el tejido de la comunión diocesana.
En el contexto de la entrada triunfal de Jesús a las fiestas de pascua y después de haber escuchado la pasión de nuestro señor Jesucristo, estamos en condiciones para entrar al misterio divino y contemplar la pasión de nuestro pueblo, espantado y agobiado ya no sólo por la inseguridad y la violencia, si no por covid-19 que ha venido a aumentar el miedo y el sufrimiento y las listas de nuestros difuntos, ante estos escenarios nos preguntamos ¿Qué significa celebrar el domingo de Ramos en este contexto de pandemia que estamos viviendo?, ¿qué tiene que ver la muerte y la resurrección de Jesús con la pasión que está viviendo nuestro pueblo?, consideró hermanas y hermanos que para estas preguntas Dios tiene una respuesta en esta semana santa que hoy comenzamos.
Sobre esto tres sencillas reflexiones:
- Tres signos de un cambio cultural.
Es impresionante lo que está ocurriendo en el mundo causado por el cambio de época y acelerado por covid-19; consideró que por estos y otros siglos de los tiempos que se aúnan Dios nos está invitando a revisar el significado qué hay más allá del cubrebocas, el significado que hay más allá de las manos limpias y de nuestras relaciones con nosotros mismos, con los demás, con la naturaleza y con Dios, en relación con nosotros mismos hemos tomado conciencia de lo grande y al mismo tiempo de lo frágil y vulnerable que somos los seres humanos, sin embargo como decía el Papa el miércoles de ceniza, “Somos polvo, pero polvo amado por Dios”.
En relación con los demás, la famosas sana distancia tan recomendada en estos tiempos, ha venido también a revalorizar la importancia del beso, del saludo, de las cercanía, del abrazo, de la comunión y de la interdependencia sin la cual es imposible vivir; en relación con la naturaleza nos hemos dado cuenta de la función de los pulmones y la necesidad del oxígeno que respiramos, pero por otro lado se ha probado que la casa común respira mejor, que los arroyos y los manantiales son más transparentes y que todas las creaturas tienen también una palabra que comunicarnos en este tiempo pandémico de la historia; en relación con Dios, hemos vuelto a sentir literalmente y más allá de las costumbres hambre y sed de Dios, estamos en condiciones de comprender mejor lo que es adorar al Padre en espíritu y en verdad.
El padrenuestro, ha venido a ocupar el lugar místico qué le pertenece y el poder de la oración de intersección mansa y humildes es hoy con más lucidez lo que ha sido siempre, el refugio y la medicina que cura no solamente las enfermedades del cuerpo, sino también las del alma, estoy seguro hermanas y hermanos, estoy seguro que con esta clave de lectura podemos encontrar una respuesta a tantas preguntas que por esta conmoción social estamos viviendo y podremos redescubrir los valores que hemos ordenado y recuperar el auténtico sentido de la vida para el que fuimos eternamente ideados.
2.- Antes de la pasión celebramos el triunfo, no al revés, antes de la pasión celebramos el triunfo.
La procesión triunfal de Jesús que hoy celebrando con palma y ramos en las manos, es un anticipo lo que vamos a celebrar el próximo domingo, la fiesta de la nueva creación con la entrada triunfal de Jesucristo resucitado, la entrada triunfal de la paz sobre la violencia, el triunfo de la sencillez sobre la hipocresía, de la alegría sobre la tristeza, de la vida sobre la muerte, del amor sobre el odio que es el anticristo; porque Cristo no ha venido a destruir ni a condenar a la humanidad, ha venido para que todos tengamos vida y felicidad en abundancia, todo esto que anuncia desde el pulpito de un pobre burro, el próximo viernes será desde el púlpito de la cruz, pero el domingo próximo hermanos, será desde el centro de la creación, desde el centro de la casa grande y de cada casa familiar con el saludo de la paz.
3.- Jesús hoy nos dicen las mismas palabras del Evangelio que acabamos de escuchar. “Voy a celebrar con mis discípulos en tu casa, voy a celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa”.
Tomemos conciencia hermanas y hermanos de estas palabras qué Jesús nos dirige a cada uno y a nuestras familias, siguiendo la tradición fundante de los judíos Jesús celebra la Pascua con sus discípulos en una casa, la fiesta de la vida nació en una casa quizá por eso la providencia de Dios con ocasión de la pandemia ha querido que volvamos a mirar la casa como un lugar privilegiado para encontrarnos con él, esta semana santa como la del año pasado y siempre será una gran oportunidad para celebrar la Pascua como familia, cómo iglesia en la casa, así reconociendo el significado sociológico y teológico de la familia como célula básica de la sociedad y como iglesia doméstica, tomaremos conciencia de que Jesús de que con Jesús la salud está en casa y que sin Jesús comienza el desorden y la corrupción.
Finalmente hermanas y hermanos, para que esta semana santa y sea semana mayor, les recomiendo entre otras cosas, les recomiendo descentrarse como el secreto para trascender, hay que dejarle el centro a Jesús y nosotros ubicarnos como fieles discípulos humildes discípulos en las periferias y arriesgarnos a tocar las llaves de nuestros hermanos; les invito también a asumir esta semana y a vivir esta semanas en la que Dios quiere purificarnos y quiere sanarnos, además les invitó hacer con mucha creatividad el altar familiar de cuaresma-pascua en sus casas y hacer un espacio de verdadero encuentro con Dios y con los miembros de la familia, Dios está en la casa y quiere celebrar con nosotros la Pascua, les invito también a participar a través de la radio, de las redes sociales en las celebraciones que se harán en sus parroquias, también aquí en la santa catedral teniendo en cuenta los protocolos y las medidas sanitarias recomendadas reiteradamente; les invito a adornar las puertas, la puerta principal de la casa durante la semana; hoy podría ser adornada con los ramos, un moño morado y una palma, el jueves santo con un ramo de plantas medicinales, el viernes santo con una corona de espinas y el sábado con una vela encendida y el domingo una corona de flores, todo esto podría acompañarse de frases de vida y esperanza que Dios ciertamente está inspirando en sus corazones. Colocar los ramos y las palmas en las puertas y lugares especiales de la casa cómo signo de entrega diaria, de la entrega diaria para ser excelentes ciudadanos y excelentes cristianos en el seguimiento de Jesucristo nuestro salvador y nuestro señor. Que así sea».
Al terminar la celebración el Señor Obispo les dio la bendición y el Padre Gavidia aviso que el Sr. Obispo presidirá las celebraciones propias de Semana Santa en la Santa iglesia Catedral y también presidirá las Misas de 8:00 a.m. a partir del 2do. Domingo de Pascual Dios mediante.