Peregrinación con Nuestra Señora de Guadalupe
hacia el “muro fronterizo” para protección de los migrantes
Tijuana, B.C.- En la Arquidiócesis de Tijuana se llevó a cabo el sábado 19 de noviembre la peregrinación con Nuestra Señora de Guadalupe y colocación de la imagen como protectora de los migrantes encabezada por nuestro Arzobispo Metropolitano, Mons. Francisco Moreno Barrón, que dio inicio a las 3:00 p.m. en la Parroquia Santa María Estrella del Mar.
“Muy queridos hermanos todos en Cristo Jesús. Venimos a estas Playas de Tijuana llevando en nuestras manos y en nuestro corazón a la Santísima Virgen de Guadalupe en esta preciosa imagen, cuando ya se acerca el día de su fiesta el 12 de diciembre, para encomendarle el cuidado maternal de todos nuestros hermanos migrantes: los que se encuentran en los Estados Unidos, los que han sido deportados, los que van y vienen continuamente, a veces todos los días por motivo de trabajo, para encomendarle a este pueblo migrante de la Baja California, especialmente de Tijuana, Rosarito y Tecate”, dijo el Arzobispo.
A las 3:00 p.m. dio inicio con el rezo de Rosario de la Misericordia en la
parroquia, y a las 3:30 inició la peregrinación con la imagen de la Virgen.
Llegando al muro divisorio el Arzobispo presidió la celebración eucarística.
Destacó Mons. Moreno Barrón que somos un pueblo de migrantes, una Diócesis migrante, “y tenemos el privilegio de servir a Cristo Jesús descubriendo su rostro sufriente en nuestros hermanos migrantes”.
Recordó que Nuestra Señora de Guadalupe en 1531 se manifestó en la colina del Tepeyac al indito San Juan Diego diciéndole: “yo soy Santa María de Guadalupe, la madre del verdadero Dios por quien se vive”.
Y cuando se manifestó en el Tepeyac se multiplicaron las conversiones porque la Virgen de Guadalupe vino a traernos a su hijo Jesucristo, como nuestro salvador.
Además dijo que nuestra Morenita del Tepeyac vino para quedarse para siempre y acompañarnos en nuestro peregrinar a través de la historia, y dejó su imagen en el Ayate de San Juan Diego.
“Y nos dijo si me aman a mí ábranle su corazón a Cristo, su Señor y salvador…Queridos hermanas, queridas hermanos nosotros somos el Juan Diego de hoy. Los mexicanos somos el nuevo Juan Diego a quien se le sigue manifestando amorosa la Virgen de Guadalupe, entregándonos a su Hijo Jesús y caminando a nuestro lado a través de la historia. Pero también en la condición particular de cada uno. Quién no ha sentido esa caricia de madre, ese regazo maternal, en cuántos hogares ella ha hecho maravillas sobre todo en la construcción de la unidad, de la reconciliación. Como ella está empeñada en que nuestro México encuentre hoy los caminos del verdadero progreso en la justicia y en la paz verdaderas”, destacó el Arzobispo.
Y agregó: “Podemos afirmar que nuestros hermanos migrantes mexicanos y no mexicanos son también el rostro de Juan Diego que cuenta con la maternal protección de la Santísima Virgen de Guadalupe”.
Aclaró que esta iniciativa surgió de manera espontánea entre algunos fieles, y que la imagen de la Morenita del Tepeyac estará en la Parroquia Santa María Estrella del Mar mientras le construyen el nicho donde será colocada en el muro fronterizo.
Mientras tanto una imagen de la Virgen de Guadalupe será peregrina en las parroquias de la Arquidiócesis de Tijuana para hacer conciencia de que nuestra jurisdicción eclesiástica es migrante, y que queremos ser fraternos con nuestros hermanos migrantes.
Después de esa peregrinación se colocará la imagen en el muro fronterizo.
“Alabar al a Virgen es alabar a Jesús, alabar a la Virgen es dar la mano en sus necesidades más apremiantes a nuestros hermanos migrantes”, enfatizó Mons. Moreno Barrón.
También nos invita a que: “Aprendamos a vivir como hijos suyos, hermanos unos con otros y que este testimonio de fraternidad trascienda los muros y sea un testimonio que impacte a todos los pueblos de la tierra, que puedan decir en Tijuana viven unidos en el amor, en Tijuana son solidarios con los pobres, con los necesitados, de una manera especial con los migrantes y que ese ejemplo unido a nuestra constante oración rompa muros, quite obstáculos y vaya abriendo al mundo de hoy a la esperanza de un mañana mejor donde no haya fronteras, donde todos seamos hermanos y vivamos como tales: hijos del único Padre Dios, Padre de amor que nos abraza a todos y nos bendice a diario”, destacó el Arzobispo.
Finalmente bendijo la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe y una exposición sobre ella titulada “De peregrina a peregrina” y a su autora.