En nuestro peregrinar cuaresmal hacia la Pascua, se nos invita a vivir una conversión de corazón, buscando profundizar en la experiencia siempre renovadora de la fe, acercándonos de manera particular al sacramento de la reconciliación, en donde nos encontraremos con el abrazo misericordioso de nuestro Señor quien, por medio de ministerio del sacerdote, nos confortará con su amor y nos brindará la gracia necesaria para continuar fortalecidos nuestro camino.
Este tiempo, debe vivirse también como una especial oportunidad para encontrarnos con aquellos con quienes, por diferentes circunstancias, nos hemos alejado. Recordemos que todos los cristianos debemos ser portadores de la Buena Nueva, no solo en la palabra, sino principalmente en las acciones.
Es necesario que retomemos los valores en los que han sido cimentados nuestros pueblos, es urgente que todos los ciudadanos busquemos reconciliarnos con nosotros mismos y con quienes nos rodean. Esta no es solo una tarea de la Iglesia, sino de toda la sociedad, de todas las instituciones que buscan el bienestar en común.
No debemos quedarnos atados a los errores del pasado, hay que saber reconocerlos con humildad, pedir perdón con sinceridad y enmendarlos con un verdadero compromiso de renovación.
Dios mediante, el próximo viernes 24 de marzo, tendremos en nuestra Arquidiócesis una jornada dedicada, como cada año, a la oración y a la reconciliación. Desde ahora invito a los fieles a prepararse para vivir con auténtica disposición esta jornada que el Papa Francisco ha instituido como la oportunidad para que todos nos reconozcamos necesitados de la misericordia del Señor.
Finalmente, y al celebrarse hoy el día del Patrimonio de Nuevo León, en donde nuestra Arquidiócesis participa desde su primera edición, hago un llamado para que conozcamos y valoremos todos los bienes que tiene nuestro Estado, mismos que nos hacen recordar el esfuerzo y dedicación de nuestros antepasados, ejemplos vivos de profunda laboriosidad.
Les invito a que participemos de las actividades que se están realizado, especialmente en las que tendremos en el Museo Arquidiocesano de Arte Sacro, ubicado a un costado de la Basílica del Roble, en donde tendremos dos exposiciones temporales: “Zárraga y Catedral” y “Jueves Santo: una vez al año. Urnas Eucarísticas”.
+ Rogelio Cabrera López
Arzobispo de Monterrey