Una realidad compleja y desafiante que nos interpela a todos
Si el Señor no cuida la ciudad,
en vano vigilan los centinelas (Sal. 127,1).
Los obispos de México, reunidos en la CXIII Asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano, saludamos con afecto fraterno a todas las personas de buena voluntad de nuestra patria.
Compartiendo el gozo de creer y los grandes anhelos de este pueblo que ha superado muchas y muy variadas dificultades en su historia, queremos expresar, a través de este mensaje, nuestra preocupación ante la realidad que estamos viviendo y, a la vez, nuestro deseo de seguir colaborando en la construcción de un país más justo, fraterno, unido y en paz.