NUESTRO MÁS SENTIDO PÉSAME A LA COMUNIDAD CIENTÍFICA, ACADÉMICA Y SOCIAL DE MÉXICO, POR LA MUERTE DEL DR. JOSÉ MARIO MOLINA-PASQUEL Y HENRÍQUEZ, MIEMBRO DISTINGUIDO DE LA PONTIFICIA ACADEMIA DE LAS CIENCIAS.
La ciencia, la educación y la cultura, son los únicos caminos para promover una civilización cada vez más digna, fraterna y solidaria.
Nos solidarizamos con su esposa, hijos y familiares; con los integrantes y colaboradores del Centro Mario Molina para Estudios Estratégicos sobre Energía y Medio Ambiente, A.C., la comunidad educativa de la Universidad Nacional Autónoma de México, los científicos de México, así como la sociedad organizada que trabajó con él en múltiples proyectos científicos, educativos y sociales.
Agradecemos sus trabajos de promoción del diálogo fe-ciencia, desde la Pontificia Academia de las Ciencias, a la cual perteneció desde el año 2000, así como su impulso por promover un desarrollo humano, integral, solidario y sustentable, de acuerdo a las enseñanzas del Papa Emérito Benedicto XVI expuestas en Caritas in veritate, y en la encíclica social del Santo Padre Francisco, Laudato Si’.
Destacamos su autenticidad al llevar sus creencias religiosas de manera inteligente y propositiva, en un ámbito secularizado; sus grandes aportes con relación al estudio científico del Cambio Climático, expuestos sobre todo en el Protocolo de Montreal de las Naciones Unidas; así como todos sus estudios que le hicieron acreedor al Premio Nobel de Química en el año de 1995. Su legado en México y muchos otros países del mundo, nos enorgullecen y nos llenan de celo apostólico.
Confiamos en que la huella de este gran Educador, que impulsó el aprendizaje lúdico como base de la actividad científica nos interpele a todos a seguir promoviendo, en todo momento, una pasión por educar a tantos niños, niñas, adolescentes y jóvenes con el fin de que seamos capaces de transformar esta realidad social y ambiental tan apremiante.
Pedimos a Jesucristo, Divino Maestro, recompense todas sus buenas obras y le dé el descanso eterno.
Ciudad de México a 7 de octubre del 2020.
+ Rogelio Cabrera López
Arzobispo de Monterrey, y
Presidente de la CEM.
+Alfonso G. Miranda Guardiola
Obispo Auxiliar de Monterrey y
Secretario General de la CEM
+Enrique Díaz Díaz
Obispo de Irapuato, y
Responsable de la Dimensión
de Pastoral Educativa y de Cultura de la CEM.