Domingo 8 de octubre de 2017
Queridos amigos y lectores:
Celebramos en toda la Iglesia el Domingo XXVII del Tiempo Ordinario, los saludo a todos con afecto y cariño en Cristo nuestra Paz. Hoy el Evangelio nos enseña que en la «viña de Dios» no hay lugar para quienes no aportan frutos. En el proyecto del Reino de Dios, no pueden seguir ocupando un lugar «labradores» indignos que no reconozcan el señorío de su Hijo, porque se sienten propietarios, señores y amos del pueblo de Dios. Han de ser sustituidos por «un pueblo que produzca frutos». Dios quiere que los trabajadores indignos de su viña sean sustituidos por un pueblo que produzca frutos dignos del Reino de Dios.
Octubre, Mes de las Misiones
Con la alegría que brota del anuncio del Evangelio, en el mes de Octubre se celebra el DOMUND, en este año la Jornada Mundial de las Misiones 2017 tiene el lema: “La misión en el corazón de la fe cristiana”. El Papa Francisco, en su Mensaje para dicha Jornada, enfatiza que la misión de la Iglesia está animada por una espiritualidad de éxodo continuo. Es decir, se trata de «salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio»(Evangelii Gaudium 20). Les recuerdo que la Colecta del DOMUND se realizará el Domingo 22 de octubre, se ofrece íntegramente por las necesidades de las Misiones en todo el mundo. Encomiendo a María Inmaculada de la Salud, Patrona de nuestra Diócesis, modelo de evangelización humilde y alegre, esta Jornada Mundial de las Misiones, así como también los frutos de todo el mes de Octubre, mes del Santo Rosario. Pido a Dios que podamos llevar la misericordia y el amor de Dios a todo aquel que encontremos a nuestro paso, para seguir construyendo, desde la misericordia, una sociedad en paz.
Caminemos en peregrinación para estar a los pies de la Guadalupana
En estos días, miles de ciclistas y peregrinos de a pie al Tepeyac, originarios de nuestra Diócesis, se encaminan a la Basílica de Guadalupe para ponerse bajo la mirada de la Señora y Reina de los mexicanos, nuestra Madre de Guadalupe. Que esta expresión de fe a la Madre de Dios ayude a todos las peregrinos a renovar su vida personal, familiar y su compromiso con la Iglesia. Que los esfuerzos y sacrificios en su caminar los ofrezcan por sus familias, para que se vivan en ellas los valores humanos y cristianos que necesitan. Que también ofrezcan su caminar por una mayor estabilidad social, donde se viva la paz. Yo también me uniré a esta hermosa expresión de amor a la Morenita del Tepeyac el día 11, he invitado a los nuevos sacerdotes de nuestra Arquidiócesis a dar gracias por el don del Sacerdocio, recibido hace unos días, con ellos y con los peregrinos a pie y ciclistas celebraré la Eucaristía de acción de gracias por el fruto espiritual personal y de renovación humana, familiar y eclesial de su caminar al Tepeyac.
Con mi oración, cariño y bendición.
En Cristo, nuestra Paz
† Carlos Garfias Merlos
Arzobispo de Morelia.