DESDE LA CEM: ¡Llamados a ser bendición!

Hemos cantado durante esta Navidad y Epifanía: ¡Oh luz de Dios que brillas en la altura!

Y al iniciar este nuevo Año Civil 2018 hemos dado gracias a Dios cuya providencia nos permite transitar cada día, cada momento de este año nuevo respondiendo a la vocación o llamado de todo discípulo misionero, de todo católico a ser luz, es decir bendición para los demás: recibimos al Redentor, Jesucristo, para llevarlo a los demás, nos unimos a Él por el bautismo para hacerlo presente en todas partes hasta los últimos confines de la tierra, recibimos su Espíritu Santo en la confirmación para vivir la alegría de la sabiduría que viene de Dios, lo comulgamos para permanecer en Él y ser una auténtica bendición para los demás.

Eres bendición = DECIR BIEN, para los demás cuando superas los pensamientos amargos, oscuros y decides, con la gracia de Dios, hablar bien de quienes te rodean y aun de los que no han hablado bien de ti o te han hecho mal, pues el primer enemigo a derrotar está dentro de ti mismo.

Eres bendición: cuando en vez de construir muros construyes puentes facilitadores de comunicación, de diálogo y de vida; recuerda que este mundo ha sido mejor cuando algunos han construido puentes y así han facilitado la fluidez de la amistad, de la cercanía y fraternidad aunque recibían críticas y menosprecio; prefirieron escuchar a Jesucristo que llenó de esperanza a aquellos oyentes de su Palabra: “He venido para que tengan vida y en abundancia” (Jn 10,10).

Eres bendición: si te levantas aunque estés caído y si caminas aunque estés paralizado o discapacitado para el bien. Recuerda que has sido fortalecido con la gracia de Cristo dadora de vida y de capacidades ofrecidas por Él que vino a hacer nuevas todas las realidades aun las más difíciles y adversas. La historia está bendecida por tanta gente que comparte y colabora  en el desarrollo integral de otros haciendo caso omiso de voces que llaman a la discordia, a la división y al odio; estás llamado a ser como Jesucristo y Él afirma: “Yo he vencido al mundo”  (Jn 16,33).

Iniciar un Año Nuevo en el nombre del Señor es tomar la decisión de corresponder al llamado a ser una bendición en cada momento de este año dador de oportunidades para hablar bien de los demás, para construir puentes facilitadores de vida nueva y vencer con Jesucristo todo lo perverso y dañino que pudiera destruir a otros u obstaculizar el proceso de crecimiento integral de quienes nos rodean.

No tengas miedo de soñar, no temas vivir este año animado por la esperanza que no defrauda y nos lleva a ser bendición desde el primer día hasta el último de este año que se nos ofrece como oportunidad de unirnos a tanta gente buena que desde diversos ángulos colabora a edificar un mundo nuevo como lo pensó Dios desde la creación, lo transformó desde la Redención y nos capacita con el dinamismo de la santificación.

AÑO NUEVO: OPORTUNIDAD DE SER SEMILLA DE UN MUNDO NUEVO EN CRISTO JESÚS.

+ Mons. Jonás Guerrero Corona,

Obispo de Culiacán.