En Orlando, Florida, del 1 al 4 de julio de 2017 se realizó el Encuentro Nacional de Líderes Católicos de Estados Unidos, con el lema: «La alegría del Evangelio en América», con la asistencia de 160 obispos americanos, más sacerdotes, religiosas y muchos laicos de las distintas diócesis de la Unión Americana, conformando un grupo cercano a las 3 mil personas. Un obispo representante de la Conferencia Episcopal Peruana, y su servidor parte de la Conferencia Episcopal Mexicana, también estuvimos presentes.
El común denominador que resonó en todos los asistentes fue, el gran momento hispano que está viviendo la Iglesia Católica en Estados Unidos (cuya población hispana alcanza al 40 %); lo cual representa una valiosa oportunidad, no solo para la Iglesia católica en los EU, sino también para la de México y Latinoamérica.
También palpé, en el ambiente que generaban los participantes, líderes laicos y religiosos, un gran sentido de unidad y pertenencia a la iglesia; así como el brío y las ganas que tienen de trabajar en los temas más urgentes, que van desde lo social, como inmigrantes y refugiados, hasta lo familiar y educativo.
Es precisamente, sobre este tema, el de los inmigrantes y refugiados, en donde sentí una enorme sensibilidad, aunque ciertamente, todavía falta mucho por profundizar, ampliar perspectivas y trabajar conjuntamente.
Al respecto, tuve la oportunidad de compartir, dentro de una exposición, que el tema migratorio, no podrá ser resuelto por ningún país por sí solo, sino que es necesario un trabajo coordinado, a nivel continental y mundial.
En México este tema particularmente se agrava, ya que se suma a las graves problemáticas que hemos estado viviendo: los desaparecidos, las fosas clandestinas, el trasiego de la droga, el tráfico de armas y personas, la impunidad y la corrupción, que han cobrado la vida a decenas de miles de personas.
Hace falta seguir construyendo puentes entre la Iglesia Católica en México y EU, en temas comunes, en los cuales podamos intercambiar experiencias: migración, trabajo, construcción de paz, cuidado de la tierra, educación, comunicaciones, libertad religiosa, organización de los laicos, justicia, vida y familia.
Deseo agradecer a la United States Conference of Catholic Bishops (USCCB) por la distinguida invitación hecha a la Conferencia del Episcopado Mexicano, para participar en este tan importante Encuentro. Especialmente por la hospitalidad, y fraternal acogida de obispos, sacerdotes y laicos, quienes compartieron con nosotros sus nuevas propuestas y recursos pastorales, así como los desafíos que enfrentan como Iglesia católica en aquel hermano país.
La Iglesia católica en EU, se prepara con entusiasmo para vivir el Encuentro Latino en el 2018, espacio donde México y Latinoamérica tienen mucho que aprender y aportar.
+ Alfonso G. Miranda Guardiola
Secretario General de la CEM