COMISIÓN EPISCOPAL DE PASTORAL SOCIAL
DIMENSIÓN EPISCOPAL DE PASTORAL DE MOVILIDAD HUMANA
La Mujer en la construcción de la armonía
A todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
Hoy, 8 de marzo, celebramos el día de la mujer en todo el mundo. Ya el Papa Francisco nos ha recordado el papel de la mujer en la construcción de la armonía en el matrimonio, la familia y la sociedad. En la Sagrada Escritura (Gén 1-2), el hombre y la mujer son complementarios, para que siendo uno, lleguen a realizarse juntos como imagen y semejanza de Dios.
Es oportunidad de revalorar la dignidad de la mujer y, también, reconociendo que, por desgracia, es usado para instrumentalizarla con fines comerciales y de grupos específicos, dañando su presencia.
Reconocemos en el fenómeno de la migración la importancia de la mujer. Las que, con el fin de superarse, se instalan temporal o permanentemente en países distintos al propio, llevando su riqueza, su cultura, su experiencia y capacidades, logrando procesos de inculturación y de transformación por su trabajo y, en ocasiones, a través de una nueva familia. Muchas de ellas han enfrentado grandes desafíos y han logrado superarlos con sacrificios significativos tanto en su camino como en la inserción a su nuevo destino.
Reconocemos a las mujeres que, dejando salir a su esposo y a sus hijos en busca de trabajo y seguridad han iniciado una migración forzada. Ellas, aun enfrentando carencias y limitaciones dolorosas, mantienen la esperanza través de su fe manifestada en diversos signos, dando a distancia un apoyo insustituible, necesario y verdaderamente eficaz.
Reconocemos a las mujeres, adultas, jóvenes, adolescentes y niñas que, debido a las dolorosas situaciones que deben salir de su país sin más recursos que sus propios pies y manos, sólo sostenidas por la fe, para buscar un nuevo horizonte.
Reconocemos, también, con dolor, que estas mujeres, junto con las que, en el hogar, el trabajo, en el ambiente social, lo sufren, han sido objeto de vejaciones, descalificaciones, trata en diversos aspectos. Situaciones de todo punto detestables.
La Iglesia reconoce lo que Dios ha querido dar a la humanidad a través de ella. En este día invitamos a todos a reflexionar y decidir, desde la propia interioridad, poner lo necesario para que ellas sean lo que son. Que cada hombre decida ser ante cada mujer lo que es, reconociendo que ni él ni ella, de manera individual, puede alcanzar su pleno desarrollo ni lograr producir para la vida, integralmente hablando, la riqueza que cada uno tiene.
Dios no propicia conflictos al crearnos distintos, sino que nos llama a crecer juntos y ofrecer vida al mundo, superando toda descalificación, competencia inútil, dominación o sometimiento. Sólo en el diálogo sincero y en la disponibilidad de una comunicación que lleve al amor, podremos realizar el gran don que Dios nos ha dado al crearnos hombre y mujer, el de ser imagen y semejanza suya.
De este principio han de surgir leyes, normas, políticas sociales, protocolos que sea elaborados por quien corresponda para salvaguardar el derecho y la dignidad de cada mujer.
Con la petición de perdón por los errores y nuestra oración y reconocimiento, felicitamos a todas las mujeres. Que María, Madre del Señor, nos acompañe en el camino de nuestra respuesta al Padre.
+ Guillermo Ortiz Mondragón
Obispo de Cuautitlán
Encargado de la DEPMH