Ciudad de México, 01 de junio de 2017
La Secretaría de la Conferencia del Episcopado Mexicano junto con la Dimensión Pastoral de las Fuerzas Armadas, se une a la celebración del DÍA DE LA MARINA que se realiza desde el año de 1942. Tanto los marinos, como los militares, están llamados a la santidad desde su vocación, porque ejecutan un trabajo extensivo en defensa del país, y porque su vocación militar les exige un alto grado de responsabilidad. Su presencia en múltiples puntos de la república, da tranquilidad y esperanza a la ciudadanía que se siente atemorizada por las manifestaciones de violencia y de las cuales muchos han sido víctimas.
El Papa Francisco ha pedido a los miembros de las Fuerzas Armadas, que sean instrumentos de reconciliación, sembradores de paz y constructores de puentes, para que con su colaboración sea posible contribuir a un orden fundado sobre la verdad, la justicia, el amor y la libertad.
La Iglesia en México es consciente de que en este momento nuestra patria atraviesa un período de crisis, en donde el crimen lacera impunemente a la nación, a causa de organizaciones delictivas que han ampliado sus redes violentando la paz, lo que ha traído consigo, la muerte de varios soldados y marinos, “héroes anónimos”, que son padres de familia, hijos de muchas madres, colegas y amigos. Es por ello que expresamos nuestra solidaridad con los familiares de todos aquellos marinos y militares que han abrazado generosamente esta vocación y que en el cumplimiento de la misma, han perdido la vida, a causa de la cerrazón y la avaricia de unos pocos, que se aprovechan de la ignorancia y las miserias de muchos.
Nuestras plegarias y oraciones están siendo dirigidas a ustedes para que Dios, nuestro Padre amoroso, les conceda el don de la vida, y para que no se sientan tentados a quebrantar su vocación de servicio a la patria, a las instituciones, pero sobre todo, a sus hermanos: el pueblo de México, que tanto los necesita.
Conminamos a las autoridades y a sus superiores a ser sensatos en la ejecución de sus estrategias para la búsqueda de la paz, en favor del clamor de los más pobres y vulnerables.
Que la Virgen María de Guadalupe los proteja en su labor diaria y que Dios nuestro Señor, le conceda la paz a nuestra patria.
+ Mons. Miguel Ángel Alba Díaz
Responsable de la Dimensión Pastoral de las Fuerzas Armadas
Obispo de La Paz
+ Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola
Secretario General de la CEM
Obispo Auxiliar de Monterrey