Ciudad de México, 7 de mayo del 2019
Prot. Nº84/19
Una petición a la Autoridad Federal, a las Autoridades del Estado de Chiapas, a la Sociedad Civil, y a los hombres y mujeres de buena voluntad.
Los mexicanos siempre nos hemos caracterizado por nuestra alegría, solidaridad, buen trato y hospitalidad. Sin embrago, ante el flujo de las caravanas de migrantes, algunos han asumido actitudes de rechazo, indiferencia, xenofobia, discriminación y racismo.
Como Iglesia nuestra ocupación hoy se ha transformado en preocupación. Junto con otras Iglesias y grupos de la Sociedad Civil, hemos atendido y al mismo tiempo colaborado con nuestras autoridades en los tres niveles de gobierno, en la emergencia humanitaria que vive ya nuestro país, ante el fenómeno migratorio manifestado en las caravanas que se han desplazado y siguen desplazándose en nuestra nación.
Hoy reiteramos a nuestra nación que seguiremos haciendo todo aquello que esté en nuestras posibilidades para ser una Iglesia Samaritana que haga menos pesado el camino de nuestros hermanos migrantes. Hemos solicitado la acción de la Caritas Nacional para que se articule la ayuda que hay en nuestro país, así como motivamos a las diferentes Diócesis de nuestra patria, para que fomenten entre nuestros feligreses un esfuerzo adicional de generosidad a favor de nuestros hermanos.
Nos preocupa la situación de la frontera sur, específicamente lo que vive la ciudad de Tapachula, en Chiapas. El inmenso número de migrantes continentales y extra continentales ha rebasado la ayuda de la Iglesia y la acción del Gobierno. Las instalaciones de la estación migratoria Siglo XXI están sobre saturadas lo cual no permite una atención humanitaria, provocando que los migrantes deambulen por la ciudad buscando ayuda.
Por todo ello, hoy nos unimos al llamado que hace Mons. Jaime Calderón Calderón, Obispo de Tapachula, Chiapas, a las autoridades, tanto municipales, estatales y federales, así como a la sociedad civil en general, ante el grado que ha escalado la crisis humanitaria que se está viviendo en esta ciudad. En la puerta de la frontera sur hay miles de hermanos nuestros, personas que tienen ya varios días sin comer y que duermen en la calle. Hay niños, ancianos, enfermos y algunas mujeres en la cercanía de las labores de parto.
Nuestra invitación es para el Gobierno Federal, a fin de que active y monitoree adecuadamente, dadas las circunstancias, un Plan de Emergencia a través de la Autoridad y estructuras gubernamentales correspondientes, así como solicitar, que se dé una atención humanitaria, especialmente aquellos que deambulan por la ciudad de Tapachula.
Sugerimos esclarecer, a la brevedad posible, la legalidad con la que ingresan y solicitan paso en nuestro país. Exhortamos a atender adecuadamente este momento de Crisis en la que nuestro país tiene oportunidad de mostrar su verdadero nivel de humanidad.
Como Iglesia ofrecemos nuestra oración, todo nuestro apoyo y ayuda.
+Rogelio Cabrera López
Arzobispo de Monterrey
y Presidente de la CEM
+Alfonso G. Miranda Guardiola
Obispo Auxiliar de Monterrey
Secretario General de la CEM
+Mons. José Guadalupe Torres Campos
Obispo de Cuidad juárez
Responsable de la Dimensión Episcopal de Movilidad Humana
+Jaime Calderón Calderón
Obispo de Tapachula