La Misión Permanente de la Santa Sede intervino en Viena, en la sede de la OSCE, en la tercera reunión adicional sobre la protección de las víctimas de la trata de personas. “Es necesario actualizar la legislación contra la trata de personas – se afirmó – y proteger el interés superior del niño mediante políticas que proporcionen medios primarios a las familias, como atención sanitaria, vivienda digna e instrucción».
Con motivo de la tercera reunión suplementaria sobre el tema de la protección de las víctimas de la trata de personas, que se celebró el 18 de julio en Viena, en la sede de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la Misión Permanente de la Santa Sede declaró que «hay que hacer todo lo posible para que los niños víctimas puedan vivir y recuperarse en paz en su entorno familiar».
Atención sanitaria, vivienda digna e instrucción
La Santa Sede denunció textualmente:
“Los convenios internacionales, las directivas regionales, los reglamentos y las numerosas leyes nacionales hacen hincapié en la necesidad de proteger a los menores y salvaguardar el interés superior del niño. Lamentablemente esto aún no es suficiente para proteger a los niños de ser víctimas de la trata”
Además, se recordó lo que el Papa Francisco dice sobre la necesidad de asegurar una infancia serena para que los niños puedan mirar la vida y el futuro con confianza. Y, en particular, se citó su advertencia:
“¡Atención a quien reprime su alegre impulso de esperanza!”
De ahí la insistencia en que la protección de los niños «requiere ante todo el fortalecimiento de la familia». Su llamamiento fue a que las políticas y los programas proporcionen a las familias las herramientas esenciales que necesitan para proteger y criar a sus hijos: atención sanitaria, vivienda digna e instrucción.
Protección en el mundo digital
La Misión Permanente ante la OSCE afirmó que «es esencial que las normativas internacionales y nacionales, incluida la legislación contra la trata de personas, se actualice continuamente para garantizar que la protección de los niños frente a los abusos sexuales y laborales sea permanente, completa y eficaz». También abordó los mecanismos de protección que «deben considerar las diferentes circunstancias en las que se extiende la trata, desde la protección de los niños en el mundo digital hasta la protección de las consecuencias de la guerra y a lo largo de las rutas migratorias».
Medidas adecuadas y respeto de los derechos de la familia
“Hay que hacer todo lo posible para que los niños víctimas puedan vivir y recuperarse en paz en su entorno familiar”
La Santa Sede afirmó además que cualquier evaluación de las necesidades del niño, y cualquier acción apropiada para mantenerlo a salvo, no puede tener lugar sin respetar los derechos primarios e inalienables de los padres. Por lo tanto, deben establecerse disposiciones y medidas adecuadas para garantizar que los principios del interés superior del niño y el papel insustituible de la familia sean una consideración primordial en todas las decisiones que tengan un impacto fundamental en la vida del niño».
Fuente: Vatican News
Redacción: Antonella Palermo