Decreto del Año Jubilar Mariano Prot. Nº 232 /2018.

Decreto del Año Jubilar Mariano.

                                                                                                                                                         

Nos,

Faustino Armendáriz Jiménez,

por la gracia de Dios y de la Sede Apostólica

IX Obispo de Querétaro

 «Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios,

nuestro Padre, y del Señor Jesucristo»  (Filp 1, 2).

 

A todo el Pueblo de Dios, que peregrina en esta amada Iglesia Particular de Querétaro, a todos los miembros del Presbiterio de esta Diócesis, y a todos los miembros de la Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica presentes en esta Iglesia diocesana.

Hoy hace cuarenta y nueve años, el 31 de octubre de 1969, la Santa Sede, a través de la Sagrada Congregación para el Culto Divino, concedió a toda la Diócesis de Querétaro honrar con el significativo título de Patrona Principal de la Diócesis de Querétaro a la Bienaventurada Virgen María de los Dolores  “de Soriano”.

Después de un largo itinerario cumplido, con gran rigor a nivel diocesano y después de corroborar con certeza moral la gran devoción que los fieles de la Diócesis de Querétaro tributan a su mediación y a su patronazgo y de no encontrar obstáculo alguno; el Excmo. Señor Obispo D. Alfonso Toriz Cobián, se apresuró a exponer al Santo Padre el Papa Paulo VI, los hechos que motivaron el juramento y a pedirle esta gracia, con estas palabras: “Ahora a los pies de Vuestra Santidad, para que el Patronato quede canónicamente sancionado, le suplicamos se digne confirmarlo y ratificarlo, como prenda de que el Señor lo ha aprobado y para que pueda gozar de los privilegios que a los Patronos concede el Derecho Canónico y la Sagrada Liturgia” (cfr. Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Querétaro, enero 1970, Pág. 11).

El 21 de noviembre de 1969, por medio de una Carta Circular el Excmo. Señor Obispo D. Alfonso Toriz Cobián, anunciaba al Ilmo. y Rvdmo. Mons. Arcediano y Vicario General de la Diócesis, D. Salvador Septién, al M. I. y V. Cabildo de la Santa Iglesia Catedral, al V. Clero Secular y Regular y a todos los sacerdotes diocesanos que había recibido un respetable documento en el que se concedía por parte de la Santa Sede la confirmación solicitada. Este documento está firmado por el Card. Prefecto Benno Gut, y por el Secretario A. Bugnini (cfr. Sacra Congregatio pro Cultu Divino, Prot. N. 1536/69). Es importante señalar que en dicho documento al final aparece la leyenda: “Qua super re Apostolicae Litterae in forma Brevis expediantur” [que significa “Las Letras Apostólicas sobre este asunto sean expedidas en forma de Breve”], lo cual otorga a este documento pontificio, la autoridad apostólica necesaria para que se cumpla cuanto se ha pedido.

 En la misma Carta Circular se da a conocer que en adelante se honrará con el significativo título de Patrona Principal y con los honores que a los Patronos ha decretado la Iglesia, estos son: celebrar su festividad litúrgica el 15 de septiembre de cada año, con el rito de Solemnidad, que, según la nueva nomenclatura, equivale al doble de 1ª. Clase, de manera especial en nuestra Santa Iglesia Catedral y en el Santuario de Soriano, ahora Basílica Menor. El Señor Obispo dispuso, además, que en este memorable día se renovase en todas las Iglesias de nuestra Diócesis, después de cada Misa, el Juramento del Patronazgo.

Es así como el 31 de octubre de 1969, fue constituida y declarada por la Santa Sede, la Bienaventurada Virgen María de los Dolores “de Soriano” Patrona Principal de la Diócesis de Querétaro (Prot. n. 1536/69).

Con ocasión de la celebración del próximo Cincuentenario, de haber sido constituida y declarada como Patrona Principal de la Diócesis de Querétaro, en el ámbito de mi competencia, por las presentes letras gozosamente:

D    e    c    r    e    t    o

La celebración de un Año Jubilar Mariano,

en todo el territorio de la Diócesis de Querétaro,

que comenzará solemnemente el día 04 de febrero de 2019, en el marco de la Peregrinación Anual de los Consejos Parroquiales de Pastoral, a la Basílica Menor de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano y que concluirá, el día 03 de febrero de 2020, en el mismo contexto de la Peregrinación Anual de los Consejos Parroquiales de Pastoral.

Por lo cual, les exhorto queridos fieles, a prepararnos para vivir y celebrar el Año Jubilar Mariano como un tiempo especial de gracia y de reconciliación:

  1. Haciendo una profunda y verdadera confesión de nuestros pecados personales y comunitarios, especialmente durante el Santo Tiempo de Cuaresma.
  2. Dando especial culto a la Santísima Virgen María, en su advocación de los Dolores de Soriano, los días 15 de cada mes, especialmente el 15 de septiembre de 2019, donde en la Santa Iglesia Catedral celebraremos la Solemnidad Litúrgica.
  3. Celebrando la fiesta del viernes de Dolores el 12 de abril de 2019, siguiendo la tradición de colocar un pequeño altar dedicado a la Santísima Virgen María en nuestros hogares, capillas y templos parroquiales.
  4. Observando las demás fiestas litúrgicas, establecidas en el calendario litúrgico en honor de la Bienaventurada Virgen María, para profundizar en el Misterio Pascual a través del testimonio de la Virgen María.
  5. Puesto que el mes de mayo, es un mes dedicado a la Santísima Virgen María y que coincide normalmente con el Tiempo Pascual, les invito a recorrer este camino, participando de la novedad del Resucitado bajo la guía del Espíritu, rezando el Santo Rosario en familia.
  6. El 31 de octubre de 2019, reunidos en la Basílica Menor de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, concluiremos el mes dedicado al Santo Rosario, renovando con gran solemnidad la Jura del Patronazgo de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano sobre esta Iglesia Diocesana.
  7. Aprovechando las peregrinaciones a los diferentes santuarios marianos como un tiempo de retiro espiritual en el cual, busquemos la confesión, la meditación de la Palabra de Dios y la comunión Eucarística. Ojalá que durante este año cada una de las parroquias de la Diócesis, acuda en peregrinación a la Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano.
  8. El Ángelus, el Regina Coeli en el Tiempo Pascual y la Consagración a la Santísima Virgen María todos los días del año, son tres devociones marianas presentes en la vida personal de numerosos fieles, les animo para que durante el año las promovamos, especialmente entre nuestros niños, adolescentes y jóvenes.
  9. Durante la Misa “Santa María en sábado” procúrese resaltar las virtudes de la Bienaventurada Virgen María, para ello podemos emplear los subsidios litúrgicos titulados: “Misas de la Santísima Virgen María I y II”.
  10. Lucrando durante el Año Jubilar el tesoro de las Indulgencias que la Santa Madre Iglesia en atención a los méritos de Cristo y de los santos, ofrece a los fieles siempre que se cumpla con las siguientes obras:
    1. La visita devota en forma de peregrinación a la Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano y a la Santa Iglesia Catedral, rezando en ellas el Padre Nuestro y el Credo.
    2. Leer y meditar la Palabra de Dios, al menos por media hora en los templos parroquiales.
  • Visitar al Santísimo Sacramento, por más de media hora.
  1. Rezar y meditar los misterios de Santo Rosario en los templos parroquiales, individualmente o en familia.
  2. Cumplir con las obras habituales prescritas para obtener las indulgencias, a saber (cfr. El don de la indulgencia, n. 4):
  1. Disposición interior del desapego total del pecado, incluso venial.
  2. La confesión sacramental.
  3. La comunión eucarística.
  4. La oración por las intenciones del Romano Pontífice.

Durante este tiempo de gracia, les animo para que fortalezcamos la Pastoral de la Salud en nuestras comunidades parroquiales, templos y rectorías, pues sin duda que los enfermos y desvalidos son signo claro del misterio de la Cruz. Por lo cual, será muy oportuno que, los enfermos de los hospitales y centros de salud, experimenten por nuestra cercanía y ayuda; que también para ellos este es un tiempo de gracia, mediante el cual podrán lucrar con las gracias del Jubileo, ofreciendo sus sacrificios y oraciones, por las necesidades del Romano Pontífice y por las de nuestra Iglesia diocesana, en especial por la misión permanente. Será muy oportuno identificar a los enfermos, ancianos y desvalidos, mediante la misión permanente, de tal forma que los Sacerdotes, en estrecha colaboración con los Ministros Extraordinarios de la Comunión, les faciliten los sacramentos de la Reconciliación y la Unción de los Enfermos y periódicamente la Sagrada Comunión.

Los encarcelados, que deseen ganar las gracias del Jubileo, habiéndose confesado y recibido la Comunión, podrán unirse desde sus celdas, ofreciendo ayuno, penitencia y oración, de tal forma que experimenten en su situación el consuelo de Dios, por intercesión de Nuestra Madre Dolorosa.

Posteriormente la Vicaría de Pastoral nos ofrecerá algunas otras acciones concretas que nos permitan a todos, aprovechar y vivir las gracias que este tiempo jubilar nos quiera regalar.

Quiera Dios que en este tiempo de gracia, nuestra Iglesia diocesana, llena de reverencia meditando piadosamente sobre la Santísima Virgen María y contemplándola al pie de la Cruz gloriosa, cada uno de nosotros: Obispo, Sacerdotes, Diáconos, Seminaristas, miembros de la Vida Consagrada, fieles laicos de los diferentes Movimientos y Asociaciones Apostólicas; jóvenes y niños, enfermos y ancianos, hombres y mujeres de buena voluntad, siguiendo su ejemplo, se asemeje cada día más a Ella (cfr. Lumen Gentium, 65) e imitando sus virtudes como Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora y Estrella de la Nueva Evangelización, cada uno desde nuestro estado de vida, seamos capaces de atender la necesidades de los que más sufren en el cuerpo o en el espíritu, de tal manera que la compasión, el consuelo, el amparo y la misericordia, nos permitan extender su patrocinio en muchos corazones y en muchas familias que necesitan de su intercesión amorosa.

Pidámosle a Ella, incesantemente durante este tiempo de gracia, que así como ayudó con sus oraciones a la Iglesia naciente, también ahora, ensalzada en el cielo por encima de todos los ángeles y bienaventurados, interceda en la comunión de todos los santos ante su Hijo hasta que todas las familias de nuestra comunidad diocesana, tanto los que se honran con el título de cristianos como los que todavía desconocen a su Salvador, lleguen a reunirse felizmente, en paz y concordia, en un solo Pueblo de Dios, para gloria de la Santísima e indivisible Trinidad (cfr. Lumen Gentium, 69).

Deseo de corazón que, con la ayuda de la gracia divina, la celebración del “Año Jubilar Mariano” nos obtenga abundantes frutos espirituales y de conversión para nuestra Diócesis de Querétaro, a fin de recorrer día a día, siguiendo las directrices del Plan Diocesano de Pastoral, los caminos del Evangelio y se renueve así nuestra vida cristiana.

Para tal fin, me he dado a la tarea de solicitar al Santo Padre el Papa Francisco, a través de la Penitenciaria Apostólica la concesión de las Indulgencias Plenarias y Parciales para lo cual, hemos de esperar su pronta respuesta.

Que este tiempo de gracia nos permita a todos que el amor a Nuestra Madre Dolorosa sea cada vez más auténtico y genuino, conscientes que la verdadera devoción no consiste ni en un sentimentalismo estéril y transitorio, ni en una vana credulidad, sino que procede de la fe auténtica, que nos induce a reconocer la excelencia de la Madre de Dios, que nos impulsa a un amor filial hacia Nuestra Madre y a la imitación de sus virtudes (cfr. Lumen Gentium, 67).

Comuníquese.

 Dado en la Sede episcopal de Santiago de Querétaro, Qro., a los 31 días del mes de octubre del año del Señor 2018. XLIX Aniversario del Reconocimiento Pontificio del Patronazgo de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano sobre

la Diócesis de Querétaro.

Año Nacional de la Juventud

+ Faustino Armendáriz Jiménez

IX Obispo de Querétaro

Pbro. Dr. Jorge Hernández Nieto

Canciller