El sábado 23 de junio, en el Templo de San Francisco de Asís de esta Ciudad Episcopal, el Excmo. Sr. Obispo D. Faustino Armendáriz Jiménez confirió el sacramento de la Ordenación Sacerdotal a cuatro hermanos franciscanos: Diác. Fr. Saúl Galván Castañeda ofm, Diác. Fr. Javier Gordillo Arellano ofm, Diác. Fr. Félix Ortiz Paniagua ofm, Diác. Fr. José Ismael Pérez Pérez ofm.
Entre los asistentes a esta Misa de Ordenación se encontraban el Padre Provincial Fr. Eduardo López Ramírez ofm y a su Vicario Fr. Flavio Chávez García ofm, además de numerosos sacerdotes y hermanos franciscanos, sacerdotes diocesanos, familiares y amigos que compañaron a los nuevos sacerdotes en este día tan importante.
Refiriéndose al Evangelio (Mt 5, 13) leído en este día, Mons. Armendáriz se refirió así: «Queridos diáconos, en ustedes quienes están próximos a la ordenación sacerdotal, se cumple este evangelio, pues ustedes han recibido la llamada a ser la sal de la tierra, en primer lugar mediante la vocación cristiana en el bautismo, ahora el Señor les ha elegido y los confirma a que como discípulos sean ministros del perdón, reproduzcan con sus obras los efectos de la sal, es decir, sean agentes de la salud, mediante la misericordia y la reconciliación y sobretodo que mediante sus obras y su ejemplo ayuden a los hombres y mujeres de este tiempo a preservarse del maligno y a encontrar sabor y sentido a la vida personal y social. Pues ‘los sacerdotes son, por voluntad de Cristo, los únicos ministros del sacramento de la reconciliación. Como Cristo, son enviados a convertir a los pecadores y a llevarlos otra vez al Padre. A pesar de la triste realidad de la pérdida del sentido del pecado muy extendida en la cultura de nuestro tiempo, el sacerdote debe practicar con gozo y dedicación el ministerio de la formación de la conciencia, del perdón y de la paz… El presbítero deberá dedicar tiempo y energía para escuchar las confesiones de los fieles, tanto por su oficio como por la ordenación sacramental, pues los cristianos —como demuestra la experiencia — acuden con gusto a recibir este Sacramento, allí donde saben que hay sacerdotes disponibles’ (cf. Directorio para el ministerio y la vida de los presbíteros, 52-52).»
Al término de la Misa, el Sr. Obispo encomendó a los nuevos sacerdotes al cuidado de la Santísima Virgen de El Pueblito, Patrona de la Ciudad Episcopal de Santiago de Querétaro.