El Tintero, Qro., 26 de mayo de 2019.
El día 26 de mayo de 2019, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, presidio la Sagrada Eucaristía en el Templo de María Madre de Dios, ubicado en el Tintero, Qro., mediante la cual se hizo la Dedicación del Templo y la Consagración del Altar, con el Santo Crisma, con el cual el altar se convierte en símbolo de Cristo, que es llamado por excelencia, el Ungido, puesto que el Padre lo ungió con el Espíritu Santo y lo constituyó Sumo Sacerdote para que, en el alar de su cuerpo, ofreciera el sacrificio de su vida por la salvación de todos.
Se quema incienso sobre el altar para significar que el sacrificio de Cristo, que se perpetúa allí sacramentalmente, sube hasta Dios como suave aroma y también para expresar que las oraciones de los fieles llegan agradables y propiciatorias hasta el trono de Dios.
La incensación de la nave de la iglesia indica, por su parte, que ésta, por la dedicación, llega a ser casa de oración; pero se inciensa primero al pueblo de Dios, ya que él es el templo vivo en el que cada uno de los fieles es un altar espiritual.
El revestimiento del altar indica que el altar cristiano es ara del sacrificio eucarístico y al mismo tiempo la mesa del Señor, alrededor de la cual los sacerdotes y los fieles, en una misma acción, pero con funciones diversas, celebran el memorial de la muerte y resurrección de Cristo y comen la Cena del Señor. Por eso el altar, como mesa del banquete sacrificial, se viste y adorna festivamente.
Todos estos signos nos ayudad a visualizar aquella acción invisible que Dios realiza por medio de la Iglesia cuando ésta celebra los sagrados misterios, en especial la Eucaristía. Concelebraron esta Santa Misa, Pbro. Bernardo González Sobrevilla, Párroco de la Parroquia de San Miguel Arcángel, Pbro. Cesar Rodríguez Pérez, Vicario y el Pbro. Cesar Mexicano Moncada. En el momento de la Homilía Mons. Faustino les compartió diciendo:
“Muy queridos hermanos les saludo a todos con afecto en esta comunidad del Tintero y en este nuevo templo dedicado a Nuestra Madre María Madre de Dios. Saludo y agradezco estos esfuerzos a los sacerdotes que han intervenido junto con la comunidad a este sueño realizado. Al padre Bernardo, al padre César Mexicano, que, en su momento, en el 2011, él fue de los iniciadores de este proyecto, y a los hermanos sacerdotes que ahora nos acompañan, saludo al Sr. Cura del Templo de Mompani, con mucho gusto. La presencia de todos aquí es importante en este esfuerzo, creo que el construir un templo es fruto de haber construido antes una comunidad, porque la Iglesia es la comunidad, y un templo es, como lo sabemos, donde la asamblea se reúne, donde la comunidad ofrece una estructura para un caminar en comunión con una serie de oficios, de cargos, se hace responsable de impulsar de manera importante y contundente, la tarea evangelizadora, eso es lo que hay en la base de este hermoso templo.
Me parece importante resaltarlo porque las oportunidades que he tenido la oportunidad de encontrarme en este lugar, con ustedes he visto reflejado en dinamismo, fruto de la presencia del Espíritu Santo, en los proyectos en los cuales se van comprometiendo, desde la manera de presentarse, desde la manera de organizarse y también de su comunidad, eso es trascendental, por eso mi felicitación a esta comunidad del Tintero y a quienes conforman esta parte de la parroquia de San Miguel Arcángel Carrillo y que sin duda seguirán contribuyendo a realizar la tarea de difundir el Evangelio y de realizar la Misión Permanente; que han practicado en días anteriores con motivo de este momento en el cual consagramos el altar que dedicamos y bendecimos en este templo, esa tarea es importante, que bueno que no solamente es una fiesta que pasa sino que es una fiesta que perdura.
La misión permanente es una fiesta, porque visitar casa por casa es llevar el Evangelio a los más alejados, en la que nuestra presencia es evangelizar; porque la organización en una misión que tiene que ser paradigmática o sea todos invitados a la misión y también tiene que ser programática es decir que esté en una estructura para que la misión sea siempre no solo en un evento puntual o eventual; por eso, gracias a los pastores, les pido que sigan impulsando esta tarea fundamental, porque la Iglesia, decía el Papa San Pablo VI, existe para evangelizar, y esa es la conciencia que tenemos, somos Iglesia, nos reunimos en un templo que hoy bendecimos y existimos para evangelizar.
Saludo también a las autoridades civiles, gracias por estar aquí, Senador Mauricio Kuri y a quienes le acompañan, y a todos los agentes de pastoral que tanto han trabajado para concluir o terminar una etapa de esta tarea que se han propuesto y continuar seguramente otra.
Quiero resaltar en segundo lugar la consagración de este altar y bendición de este templo se hace en el marco del Año Jubilar Mariano, que hemos decretado a fin de resaltar que el patronazgo de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, de dónde venimos en este momento después de hacer un recorrido peregrino con más de dos mil, tres mil agentes de pastoral, también miembros de esta comunidad, en su Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano; me complace mucho que tengan la imagen en un lugar vistoso y en un lugar importante, porque ella es la patrona diocesana; que desde el treinta y uno de octubre mil novecientos sesenta y nueve, fue decretada por el Papa como Patrona de nuestra Diócesis.
Que recordemos a lo largo de este tiempo todas las iniciativas que se han propuesto de tal manera que ganando la Indulgencia Plenaria nosotros vayamos atesorando esa espiritualidad que nos ayuda para seguir recorriendo el camino de la vida hoy y en la eternidad, por eso, es importante seguir impulsando la peregrinación para postrarnos a sus pies, por eso es importante seguir difundiendo la devoción mariana, principalmente con el rezo del Santo Rosario, por eso resulta muy importante compartir en las catequesis y en los diferentes espacios de formación y de crecimiento de nuestros niños, jóvenes y adultos, en la parroquia que se conozca cada vez más, que se hable cada vez más a la Santísima Virgen María a quien está dedicado este Templo y especialmente a Nuestra Señora de los Dolores de Soriano a quien tanto le debemos en su peregrinar desde que llego a Soriano en 1714 de tal manera que ha peregrinado con el pueblo queretano y con toda nuestra diócesis, por eso es un motivo de especial alegría que hoy en el marco de este Año Jubilar de María, dediquemos este Templo a María Madre de Dios.
En tercer lugar, quiero resaltar como la Palabra de Dios siempre ilumina nuestras celebraciones, nuestros proyectos, y también nuestro caminar personal y familiar. El señor nos invita hoy a acoger su Palabra, es fiel a mí, dice el Señor, aquel que acoge en su corazón mi Palabra, es decir, aquel que quiera hacer lo que Dios le pide; me parece importante resaltar esta Palabra de Jesús, porque en la vida a veces vamos caminando como producto de una inercia y también en un ambiente de rapidez y de prisas, sin embargo creo que Dios también tiene que tener su espacio en nosotros, tiene que tener sus momentos y hacer altos como hoy lo hemos hecho de tal manera que podamos contemplar y agradecerle a Dios tantas bendiciones que nos envía, tantos beneficios que no somos capaces de disfrutar a veces inconscientemente, especialmente la oportunidad que nos da de vivir y de compartir estos hermosos acontecimientos. Hacer la voluntad de Dios significa llevar su Palabra para iluminar nuestras decisiones, aquellas decisiones que vamos tomando en la vida.
Creo que el Señor viene a invitarnos hoy también: “les quiero dejar la paz, no como la da el mundo, sino la paz que yo les doy”. Hermanos les invito que nos pongamos en las manos de Dios, en su Palabra, en su paz, porque al fin de cuentas su Palabra es nuestro único Cristo, la paz de Dios, la que nos ofrece Jesús hoy es el mismo Cristo. La paz que nos ofrece Jesús para que nosotros caminemos por el sendero de la vida y podamos seguir realizando acciones en bien de nuestros hermanos, solamente son producto de aquella fe que tenemos en Dios y que nos hace tener una primicia misionera, evangelizadora para hacer el bien a los demás. Que Dios nunca se nos agote, ni en los domingos, ni en el día de fiesta, ni en ningún momento, que Dios sea imprescindible para dar un paso más en nuestra vida.
Hoy los tiempos convulsionados en el ámbito social, nos urge vivir más profundamente nuestra experiencia de Dios de tal manera que no nos dejemos llevar por las desesperanzas, de tal manera que no nos dejemos conducir hacia caminos que no tienen retorno, de tal manera que no dejemos que incidan en nuestras familias la ideología de género que quiere realmente destruir nuestras familias; pedimos al Señor apara que haya paz en nuestros corazones, para que haya paz en nuestra comunidad, para que haya paz en nuestras familias; que María Madre de Dios y Nuestra Patrona Diocesana, Nuestra Señora de los Dolores de Soriano interceda por nuestra comunidad. Felicidades por este hermoso templo, felicidades porque hoy consagramos este hermoso altar y bendecimos estas paredes y esta construcción que son reflejo de una hermosa comunidad unida, una comunidad organizada, una comunidad con esperanza solamente a Dios Nuestro Salvador, una comunidad en la cual se vaya acercando cada vez más el corazón en torno de la comunidad. Que la Santísima Virgen María intercediendo por cada uno de ustedes les conceda recorrer este camino de hacer la voluntad de su Hijo Jesucristo; Que así sea”.
Al terminar la celebración Mons. Faustino les felicito por todo el esfuerzo en conjunto sacerdotes y laicos para llevar a término esta obra, para gloria de Dios.