El día domingo 19 de enero de 2020 en la Parroquia de San Sebastián, ubicada en Calle Primavera 20, Santiago de Querétaro, Qro. y en el marco de la fiesta patronal y en el marco del Aniversario 300 de haber sido erigida como parroquia, se celebró la Santa Misa, presidida por Monseñor Mario de Gasperín Gasperín, Administrador Diocesano, quien administró el Sacramento de la Confirmación a 31 niños y 3 adultos, quienes fueron presentados por el Párroco del lugar, Pbro. Rogelio Olvera Vargas.
Mons. Mario, dirigió las siguientes palabras a los asistes: “El día de hoy hermanas y hermanos, damos gracias a Dios por esta celebración, con la cual, estos jovencitos y estos tres adultos que van creciendo en la fe, y que se han preparado para recibir el Sacramento de la Confirmación, agradezco ampliamente al Párroco, a los catequistas y a las catequistas por su trabajo y esfuerzo para prepararlos, para infundir en ellos esa fe, esa fe que crece en nuestro corazón, en nuestra vida, crece en la familia, crece en la parroquia, en la Iglesia toda, es una bendición de Dios este Sacramento que van a recibir estos bautizados; agradezco, al señor cura la presentación que me ha hecho de estos bautizados, y no olvidemos la importancia de los papás, pues ellos son los primeros responsables de la fe de sus hijos, por eso también los felicito, por que están cumpliendo con el compromiso que adquirieron el día del Bautismo de sus hijos, cuando vinieron aquí a la puerta de la iglesia, salió el señor cura a recibirlos, les pregunto ¿que deseaban?, -los papás dijeron: que querían la fe, el Bautismo para sus hijos, para que fueran Cristianos, par que formaran parte de la iglesia católica, fueran hijos de Dios.
Como ustedes saben, esta parroquia va a cumplir 300 años de haber sido erigida como parroquia, 300 años de que aquí nacen los hijos de Dios, ¿cuantos y cuantos habrán nacido aquí para Dios, en la fuente bautismal de esta Parroquia?. Por el Bautismo nacemos par Dios, Jesús nació de la Virgen María, por obra del Espíritu Santo, así nosotros en la Fuente bautismal, aquí somo los hijos de Dios, así, venimos a beber de la fuente de la salvación.
Pero eso es solo el inicio, hay que crecer en la fe, pero ¿como se crece en la fe?, pues desde que aprendemos primeramente en casa a persignarnos, nuestra mamá, nuestro papá, nos enseñaron a rezar, aprendemos de nuestros padres a ir al catecismo, a asistir a misa, a hacer oración, a pedir perdón, y hay un signo especial de ese crecimiento y es precisamente el Sacramento de la Confirmación; por eso viene el Señor Obispo, como sucesor de los apóstoles: de Jesús, que recibieron el Espíritu Santo el día de Pentecostés y ahí estaba también la Santísima Virgen María, así nació nuestra Iglesia, y así al ser bautizados y confirmados, nosotros nacemos para Dios, para la Iglesia.
Entonces, el Espíritu Santo, nos da la sabiduría de Dios, para entender las cosas de Dios, porque hay personas que saben muchas cosas, de la naturaleza, la ciencia, astronomía, química, y tantas y tantas cosas, pero de Dios no saben nada, porque las cosas de Dios vienen de Dios, son: sabiduría de Dios y para eso nos dio al Espíritu Santo, para que nos ayude a comprender esa sabiduría, que es un regalo de Dios, y hoy cada uno de los confirmandos se van a llevar el Espíritu Santo en su corazón, van a crecer como hijos de Dios, con la presencia del Espíritu Santo en su corazón, y por lo tanto recibirán los siete dones del Espíritu Santo.
Para finalizar su homilía, Monseñor Mario de Gasperín, invitó a los papás asistentes a no abandonar el compromiso de seguir acrecentando la fe de sus hijos, pues con la Confirmación no termina su trabajo de formadores, pues este sacramento solo es una parte de la formación que deben recibir durante su vida en este mundo, lo que significa que su trabajo de formadores solo termina cundo Dios, los llama a su presencia».
Al terminar la celebración Mons. Mario les dio la bendición a los allí reunidos y ellos a su vez le brindaron un aplauso.