CONFIRMACIONES y 1as. COMUNIONES, TEMPLO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD, ARBOLEDAS.

Arboledas del Parque, Querétaro, Qro. 12 de agosto de 2017.

Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, presidio la Sagrada Eucaristía, en la que 60 niños y jóvenes fueron confirmados y 3 recibieron  de manos de Mons. Faustino, la Primera Comunión, entre ellos un amigo especial, en el Templo de la Santísima Trinidad, perteneciente a la Parroquia de María Puerta del Cielo, y al  Decanato de Santiago, ubicada en  Corregidora S/N, Col. Arboledas del Parque. Querétaro, el día 12 de agosto de 2017. Concelebro esta Santa Misa el Párroco Pbro. Gilberto Valdovinos Mendoza, Operario del Reino de Cristo. El su homilía Mons. Faustino les invito a pedir la intercesión de María y para ello hay que rezar el Santo Rosario porque a María le gusta mucho se rece su Rosario. Y siguió diciendo:

“Después  de una preparación conveniente, se acercan para recibir el sacramento de la Confirmación y también de la Sagrada Comunión,  al Padre Valdovinos, Párroco de esta comunidad  Parroquia de Nuestra Señora Puerta de Cielo, a los y las catequistas,  que con tanga generosidad  realizan esta misión de Dios de formar,  a quienes se  prepararan para recibir los sacramentos. Una  gran labor que le compete especialmente a los padres de familia en su hogar,  sirviendo y también preocuparse  por formarse, junto con los padrinos y madrinas que les acompañan, para poder ser ejemplo y sobre todo enseñar a quienes acompañan.

Una tarea que siempre es un desafío de nuestra  iglesia católica, porque quizás hemos dejado la formación de lado y solamente  nos hemos centrado en la celebración de la Misa y en la celebración de los sacramentos, sin profundizar que es lo que recibimos, y esta es una buena oportunidad para ello  y hacerlo como Parroquia,  creo que es el mejor camino con la ayuda de sus pastores,  de sus sacerdotes, de sus  agentes de Pastoral, las y los  catequistas.

De manera especial hoy resaltamos esta celebración, este  momento importante en la vida de quienes van a ser confirmados,  que el Obispo invoca la presencia del  Espíritu Santo, le impone las manos   diciéndole” Recibe por esta señal, el Don del Espíritu Santo”, y quien es confirmado dice con fuerza amen, y en ese momento Dios  nos da un gran regalo y el Espíritu Santo, aquella fuerza  de Dios para la vida cristiana y que todos los que estamos aquí seguramente ya hemos  recibido.

Sin embargo es importante resaltar, que los que ya hemos recibido  el Espíritu Santo y podemos realizar en el nombre de Dios,  tantas cosas, en el Salmo responsorial  cantábamos: “Yo te amo Señor, tu eres mi fuerza”,    como una corresponsabilidad, al gran amor de Dios, y nosotros  decimos  y ¿cómo le correspondemos,  diciéndole: “tú eres nuestro Dios”.

El primer relato,  como lo hemos escuchado  en el Evangelio es tener la fe,   ese es el gran milagro que Dios hace que nosotros  como un Don recibamos ese regalo de fe,   por eso de manera muy clara  se nos hace una narración, donde una persona  lleva a un joven para que lo cure Jesús, ya lo había llevado con algunos discípulos, y  aquellos no habían hecho nada,  más  que una enfermedad física, lo que aquel joven tenía era  una enfermedad  espiritual, como hoy sucede.  Tenía una enfermedad,  es decir tenía la presencia  del demonio  en su vida, ¿cuantas situación hoy?,  no solamente en la juventud, sino también en la niñez, entre los adultos y en cualquier persona que le abre una rendijita al demonio, el demonio entra,  al grado de poseer a una persona.

Y eso  no solo  es trabajo de Dios, de tal manera que es importante que los papas estén atentos  en sus hijos, con quien andan sus hijos, con quien se juntan sus hijos,  que posibilidades  tienen sus hijos de abrir la puerta de su corazón al mal,  y aquel joven que había podido ser liberado sin embargo Jesús señala que cuando no se  puede hacer el milagro es por falta de fe, y recrimina aquellos que llegan al joven como incrédulos.

Hermanos cualquier problema en la vida de nuestra iglesia es, de incredulidad de falta de fe, si tuvieras fe como un grano de mostaza dice Jesús, moverías   montañas, y las montañas son aquellas de resentimiento contra las personas, aquellas de actitud negativas contra los demás. 

Hoy le pedimos al Señor  que aumente  nuestra fe, y que al invocar la presencia del Espíritu Santo, sobre estos niños y jóvenes,   también en nosotros se renueve esa fuerza de Dios, y podamos decirle con fuerza y con fe. “Señor yo te amo, tu eres mi fuerza”. Que la Santísima Virgen  María interceda por nosotros, pero para que interceda rézale a la Virgen,  toma en cuenta  a la Virgen María y a la Virgen  le gusta mucho que recen el Santo Rosario.

Seguramente aquí hay un peregrino o peregrina  de los que caminamos a pie, y a lo largo de ese camino se reza el  rosario, y ¿porque los invito a rezarlo todos los días?, porque eso nos liberara de muchas cosas que no son de Dios, de muchas cosas que  la Virgen nos libera y nosotros le correspondamos a ella con esta oración del Santo Rosario. Que Así Sea.

El Párroco agradeció la presencia de Mons. Faustino a esa comunidad y se continuó en un ambiente de fraternidad y convivencia.