El pasado 21 de agosto de 2021, en la comunidad de San Cirilo, en punto de las 10:00 de la mañana se llevó acabó la celebración Eucarística presidida por el Pbro. Saúl Ragoitia Vega, concelebrando el Párroco, Pbro. Lucio Antonio Cervantes Ortiz y el Vicario Parroquial, el Pbro. Nazario García Herrera; el Párroco presentó a la asamblea ahí reunida a un grupo de 15 niños (as) que recibirían el sacramento de la confirmación, el tercero de la Iniciación cristiana después de haber concluido con la catequesis debida de acuerdo a su edad.
El padre Saul dijo: «Agradezco a su señor cura, el Padre Lucio, su testimonio, donde me da razón de que ustedes se han preparado lo conveniente para este momento. Muchas felicidades».
Continuó diciendo: «Y un saludo fraternal de nuestro señor Obispo, Mons. Fidencio. Me ha encargado, me a delegado para venir a celebrar con ustedes, como lo ha señalado su señor cura, y vengo muy contento a está hermosa comunidad de San Cirilo».
«Están contentos, porque van a recibir la confirmación, por eso vienen elegantemente vestidos y por eso van a tener padrino, y sus catequistas, por eso, los han preparado convenientemente durante un tiempo, a pesar de estas circunstancias que hoy vivimos.»
«¿Cuál creen ustedes que fue la primera enseñanza que les dieron sus papás acerca de Dios? ¿Qué es lo primero que les enseñaron? A persignarse, lo primero que hacen es la señal de la cruz. Es el primer credo que les enseñan a tener presente al Padre, al Hijo y al Espíritu, y a partir de ese momento inician su vida diciendo a Dios Padre que Jesucristo nos hace sus hijos. Y por eso sus papás los llevaron a bautizar y ese día ustedes fueron transformados en hijos de Dios. Si por el bautismo fueron hechos hijos de Dios con la confirmación se les va a dar el Espíritu Santo, la tercera persona de la Santísima Trinidad».
«El Espíritu Santo se nos envía y no solamente se posa en nosotros, sino que Él habita en nosotros».
«Somos lo más grande de Dios, lo más hermoso, lo más bello de la creación, por eso debemos de cuidarnos de todo lo malo, tenemos que cuidar nuestro cuerpo y nuestra alma.
Por eso, niños, hoy recibirán el Espíritu Santo para llenarlos de esa grandeza de ser hijos de Dios. Por eso en unos momentos les haré la señal de la cruz en su frente. Y les diré reciban por esta señal el don del Espíritu Santo y el Espíritu Santo entrará en su corazón y les dará muchos dones.
El Espíritu Santo es el que nos impulsa, el que nos inspira. Por eso todos los dones que nos va a dar hoy para que nos motive a conservar intacto nuestro templo, nuestra dignidad, cuando nos descuidamos el mal hace de las suyas».
«En unos momentos encenderán sus cirios porque la luz es Cristo, y deberán cuidar que esa luz no se apague, nada ni nadie deberá apagar esa luz. Por eso deben de tener presente a la Virgen, a los Santos, a San Cirilo; hoy recibirán al Espíritu Santo que los ayudará a ser buenos, haciendo lo que Dios nos pide, viviendo siempre alegres, a partir de hoy deberán de cuidar su alma su cuerpo».
«Y los aquí reunidos, unámonos en oración con estos niños y renovemos nuestra confirmación, nuestra fe, pidiendo el Espíritu Santo», concluyó.
Carla Mendoza Herrera