Barrio de San Francisquito, Querétaro, Qro., 3 de Septiembre de 2017.
Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro, presidió la Sagrada Eucaristía, el día 3 de septiembre de 2017, en la Parroquia de la Divina Pastora, ubicada en Calle 21 de Marzo # 134-B, Barrio de San Francisquito, Qro., perteneciente al Decanato de Santiago, en la que 143, niños y jóvenes recibieron por imposición de manos de Sr. Obispo el segundo de los sacramentos, haciéndoles participes del gran regalo de Dios que es, el Espíritu Santo, una vez que fueron debidamente preparados con la catequesis correspondiente y de acuerdo a su edad, concelebro la Santa misa el Párroco Pbro. Lic. Saúl Ragoitia Vega, así como los sacerdotes que acompañan al Mons. Faustino, quien al iniciar la celebración les compitió:
“En este novenario en honor a la patrona de esta comunidad de San Francisquito, en honor a la Santísima Virgen María en su advocación de la Divina Pastora, invocamos la presencia del Espíritu Santo, sobre estos niños y jóvenes que van a ser confirmados, unamos nuestra oración, pidámosle a Dios que fortalezca nuestra fe de cristianos católicos, y asumamos la gran responsabilidad de quienes acompañan como padrinos y madrinas, y papás de quiénes van a ser confirmados, que tendrán la responsabilidad de impulsar la vida de quiénes serán los futuros padres de familia, quienes tendrán responsabilidades también de ser testigos en la iglesia.
Iniciamos nuestra celebración reconociendo ante el Señor, nuestros pecados y pidámosle a la Divina Pastora que interceda por cada uno de ustedes y poder guiar a estos niños y jóvenes que se han preparado para este momento en que invocaremos la presencia del Espíritu Santo”. Y en su homilía les dijo:
“El Sacramento de la Confirmación, es un oficio propio del Obispo, donde al invoca al Espíritu Santo, y poner las manos sobre la cabeza de cada uno, y hacer la señal de la cruz en tu frente con el Santo Crisma, ese Espíritu Santo se quede en ustedes y esa señal se queda en estos niños y jóvenes para siempre, todos los adultos que están confirmados y espero que también los padrinos, esa señal que hemos recibido tanto en el Bautismo como en la Confirmación, no se borra nunca, ni en la eternidad, es sumamente importante si, por esa señal pero sobre todo porque recibes el regalo de Dios, el Espíritu Santo.
Cuando el Obispos invoca al Espíritu Santo, los que se van a confirmar van a responder amén, y ¿qué significa amen? -que estamos abiertos a Dios, que queremos recibir el gran regalo de Dios al Espíritu Santo, ¿para qué sirve? –para todo, pero a veces como que no se nota que lo tenemos, ¿si ves a alguien triste, el Espíritu Santo donde está?, como que lo marginamos, lo relegamos, si hay alguien que se sienta sin fuerzas, le falta Espíritu Santo, si ves a alguien que sufre, tenemos al Espíritu Santo, ósea Dios no nos abandona, nosotros somos los que lo abandonamos, fíjense que lo abandonamos en el sagrario, a veces está solo en el Sagrario, lo abandonamos en nuestro pensamiento cuándo nos dedicamos a ser pecadores, lo hacemos a un lado y el Espíritu Santo, está en nuestro corazón y recordemos que allí esta, aunque nosotros por momentos nos olvidemos de él.
Y hoy recuerdo de manera especial a estos niños y jóvenes, que quiere darles ese gran regalo el Espíritu Santo, por eso que este momento no se les olvide nunca, y de eso se encargan los papás a los padrinos, y ¿Cómo hay que hacerle? –ahorita lo veíamos cuando el sacerdote proclama el Evangelio, y que hacemos nosotros nos sentamos y El Padrino le dio una sacudida para que el niño reaccionara y eso tiene que hacer el padrino, sacudirlos con la palabra y con el ejemplo.
Este compromiso es un compromiso espiritual para toda la vida, nada de que me voy al extranjero y se me olvido, que el padrino o la madrina está dando mal ejemplo, por eso ser padrino o madrina es una gran responsabilidad, y el niño sigue el ejemplo de sus padrinos, y aquí se aplica aquel dicho que dice: “que las palabras pueden convencer, pero el ejemplo arrastra”, entonces esa es la pequeña responsabilidad como padrino o madrina, esto cuesta si, y lo acaba de decir Jesús en el evangelio.
Cuando Pedro le dice a Jesús no es posible que tú sufras, y cuando Pedro le dice no, es porque no entiende que, para resucitar antes necesita recorrer el mismo camino de Jesús y el camino de Jesús es ese camino que a veces recorremos en el viacrucis, y no lo olvidemos hay que rescatar el camino de la cruz que es el viacrucis, es el vivir la responsabilidad todos los días, esa es la cruz que tenemos, ¿Cuál responsabilidad tienes? ¿a quién no le da flojera levantarse a las 5 de la mañana? –bueno estoces esta es parte de tu lucha, esa responsabilidad del papá y la mamá de su casa, ¡es que el papa tiene su día libre! –no, los papas no tienen días libres, anteriormente no se usaban ni las ¡vacaciones!, entonces los papas parten de su gran responsabilidad, de hacer presencia con sus hijos.
Los dos juntos, porque están unidos por el yugo, por eso se llaman cónyuges, y hay que luchar, por eso Jesús le dice a Pedro, “apártate de mí Satanás” y Satanás significa “el adversario”, ¿el adversario de quién?, -de Dios y de todo lo bueno de Dios, cuando las cosas las queremos hacer a nuestro gusto y no agradar a Dios, allí hay que prender lo focos todos, porque cuando se agrada a Dios se lucha, y se lucha contra él adversario, y cuando no, caemos en el relativismo, porque hay quien dice «esto no es pecado, todo mundo lo hace, yo también, que soy bien violento con los demás», ¡todos son violentos, es más vivimos en la violencia!, no se justifica, nada se justifica que venga del adversario, es decir que afecte la dignidad del otro, sea de tu esposa (o), de tus hijos, o de tu prójimo en la comunidad.
Por eso Jesús le dice “apártate”, parece que eres el adversario, el que guía el camino de la vida de todos es, Dios, es él, el que marca la pauta tú ponte atrás de discípulo, no te vayas adelante, no quieras marcarle y decirle lo que tiene que hacer, porque a veces a Dios como que le queremos decir eso, fíjense en las comunidades nosotros pedimos para el bien de los padrinos y papas, que vengas a las catequesis y ¿qué dicen los papás y los padrinos? –para que tanto, en aquella parroquia no se pide nada, entonces les estás haciendo un mal. Porque la formación es fundamental, que nosotros cristianos y todos necesitamos de actualizarnos y los ¡Obispos también!, en este mes tenemos una semana de formación los Obispos para actualizarnos, para formarnos para aprender, porque si alguien dice ya me la sé de todas, todas es un mentiroso, por eso se necesita dejarse guiar por Dios.
Hermanos somos discípulos de Dios, pero para poder lograr esto tenemos al Espíritu Santo, que es la luz y la fuerza de Dios para portarnos como verdaderos hijos de Dios, cuando Jesús fue bautizado se escucha una voz del Cielo y que dice esta Voz “Este es mi hijo muy amado, en el cual yo tengo mis complacencias”, Dios puede decir eso, y por eso hay que estar siempre bien atentos, para ver que me falta para que Dios pueda decir en ti me complazco.
El Papa nos decía el día de ayer, “recuerden que el mejor triunfo en la vida para ascender, no es que tú te caigas y te levantes, no, no es que no te caigas, sino que después de caído te dejes levantar”, por eso señalaba el Papa si hay alguien que le está batallando, que se sienta en el fango, que no se siente digno de agarrarse de la mano de Dios, agárrese dice el Papa, porque todos somos dignos de Dios, aun aquel que se sienta que no tiene cura.
Y seguramente algún padrino o madrina ha deber dicho y ahorita yo vine de padrino o madrina, y yo soy así y asa, Dios les está mandando un signo para que caminen detrás de él, porque cuando caminamos lejos de Dios, no queremos dejarnos guiar por Dios.
Que el Señor ayude a esta comunidad de San Francisquito y a los que no son de aquí también, y que este momento les recuerde el amor de Dios, al regalarles el gran Don del Espíritu Santo, pero que también los padrino y madrinas síganles ayudando a estos niños, sigan ayudando a que no se olviden de Dios.
Que la Santísima Virgen María en la advocación de esta comunidad, como Divina Pastora y que nos guía a encontrarnos con Dios, dejémonos abrazar por la Virgen María, así como la oveja que trae en las manos esta imagen, porque ese eres tú, ese soy yo, esos somos cada uno de nosotros y seguramente nuestra vida marcara la diferencia. Decimos todos Amen”.
Al terminar Mons. Faustino les dio la bendición y los allí presentes le brindaron un fuerte aplauso, para agradecerle por su visita a esa comunidad parroquial.