CONFIRMACIONES, FIESTA PATRONAL SAN SEBASTIAN, QRO.

 22 de Enero de 2017, Barrio de San Sebastián, Qro.

16252125_1592415790772778_7736126746570418075_o

El día 22 de Enero de 2017, la Parroquia de San Sebastián, ubicada Primavera y Otoño, Barrio de San Sebastián, Qro. recibió la visita de nuestro pastor Diocesano,  Mons.  Faustino Armendáriz Jiménez, para presidir la Santa Misa, en la que 10 niños y 4 adultos recibieron el segundo de los Sacramentos, en el marco de la Fiesta Patronal de San Sebastián,  al inicio de la Eucaristía  el Sr. Obispo les compartió:

“En  el marco de estas celebraciones y de la fiesta patronal, celebramos esta Eucaristía  invocando de manera especial a San Sebastián,  para que sea para nosotros un  testimonio para nuestro tiempo, un camino de conversión pidamos pues su intercesión sobre todo por las familias  e iniciemos nuestra celebración pidiendo perdón a Dios. Y en su homilía Mons. Sr. Faustino comento:

“Hermanos de esta comunidad de San Sebastián, me alegro junto con ustedes en estas celebraciones de fe, y de su Santo Patrón San Sebastián, un Santo del que vale la pena contemplar su vida, un Santo  que seguramente a inspirado a  muchos fieles por el camino del bien, y un Santo al cual lo contemplamos con su herida porque fue  atravesado por las flechas y permaneció vivo, experimentando el dolor de poder  sufrir por cristo después lo apalearon, tanto que fue un Santo Mártir de los primero en la iglesia que sigue siendo, un testimonio vivió de lo que es el seguidor de Jesús.

 Y ciertamente a pesar de  la inseguridad en nuestro país, de la violencia, nuestra iglesia puede profesar públicamente su fe, es cierto las agresiones  a través de otros medios ya no   las agresiones físicas como las de San Sebastián, sino son  agresiones que a través de ideologías se quiere tergiversar la fe, a través incluso de legislaciones  oficiales se confunde a nuestro pueblo; y hoy podemos decir  como lo dice el Papa Francisco que hay muchos mártires e  incluso más que en los primero siglos,   que son asediados y aniquilados por su fe.

Hoy hermanos les invito que al escuchar la palabra de Dios, nosotros  tomemos en serio esta fe que profesamos, porque es la única manera  de responder a la propuesta de Jesús en el Evangelio cuando les dice a la primera comunidad conviértanse, conviértanse  de tal manera en su vida que sea un giro, porque todos necesitamos reconocer que tenemos que cambiar en la estructura de nuestro corazón. Todos necesitamos leer más la palabra de Dios para que sea el criterio de vida  que vaya orientando y que  contrarresté tantos ataques que podamos sentir hoy.

Que sea la palabra de Dios, esa luz de la que habla el profeta Isaías 8 siglos a. c,   esa luz que le falta a la comunidad de los Corintos de la que habla San Pablo, y que ha hecho  que por falta de la Luz de Dios la comunidad se divida, esa luz de la que habla Jesús en el evangelio cuando habla de aquel texto diciendo que esa luz ha llegado a los paganos, ha llegado a Zabulón y Neftalí, mas allá del Jordán en aquellas regiones más lejanas, que esa luz también va a ser iluminada por el Mesías que estaban  esperando no solamente los gentiles.

La luz de Dios, trasciende más allá de aquellos  parámetros que nosotros intentamos, y esquemas que nosotros tenemos,  la luz de Dios llega a aquel hermano o hermana que nosotros a veces decimos que no tiene remedio, la luz de Dios  y esta propuesta  de conversión es capaz de transformar  el corazón de tal manera que viendo el fruto  la presencia de Dios se puede observar.

Sin embargo cuando Dios nos invita a colaborar con él, porque cuando un hermano se convierte no bebe ser individualista, esa conversión tiene que incidir en la  transformación de la sociedad, de los que me rodean, de mi familia, de los que  están al lado mío,  incluso de los que están lejanos  y a los cuales  yo como discípulo misionero tengo la gran responsabilidad de ir hacia ellos.

Hoy son tiempo de que este llamado de Jesús, conviértanse resulta muy adecuado, pero  también son tiempo de responderle a Jesús, y la manera de responderle a Jesús es tomar en serio nuestra vida cristiana, es regresar a iluminar nuestra vida con esa palabra que es luz para nuestros pasos, es retomar en serio el estilo  de vida de Jesús; y  seguramente fue lo que inspiro a San Sebastián, y a pesar de los dolores y de las heridas, a pesar de los esfuerzos para que él claudicara, y renegara de su fe, a pesar de todo esto siguió adelante hasta la muerte.

 Hoy hermanos somos desafiados a caminar en la luz, tratando de que poco a  poco se vaya disipando la tiniebla que podamos tener, en nuestra vida hoy somos llamado a penetrar en esa dimensión de Dios, donde él siempre con esperanza nos abre  los brazos, y es fácil entrar a esa dimensión cuando leemos la palabra, cuando escuchamos la eucaristía, cuando en el silencio de la oración platicamos con él y le decimo Señor no puedo solo ayúdame.

La vida tiene sus desafíos y cada uno de nosotros, tenemos estas  circunstancias y retos sin embargo dentro del caminar y de los pasos que podemos dar en la familia en la comunidad, en el campo cultural, en el campo laboral, etc. Allí Dios esta y Dios no tiene que estorbar, allí tiene que involucrarse con nosotros.

Hermanos la invitación de Jesús,   es hoy a la conversión y al aceptar nosotros esta invitación, él quiere que seamos sus testigos, allí en  esa asociación apostólica en la que estas, allí en esa familia, donde tu profesas tu fe ante este crucifijo arriba de tu cama, ante esa imagen de Jesús o de la Virgen en algún lugar de tu hogar, allí recordemos nuestra identidad de cristianos católicos, de hijos de Dios de hombres  y mujeres  en familias comprometidas con la causa de Jesús.

Que San Sebastián siga siendo la inspiración, para esta comunidad, no importan las heridas, no importan los dolores, no importan los desafíos con la ayuda de Dios, y con la fuerza del evangelio en nuestro corazón  podemos superarlo, acudamos siempre a la protección que garantiza nuestra fidelidad, la protección la Santísima Virgen María, y que ella nos  ayude a seguir caminando y a mantenernos de pie. Pidámosle que se lo presente al Señor y que nos de su gracia. Que Así sea».

Al término de la Santa Misa el Sr. Obispo dio su bendición a los fieles y les agradeció la invitación y las muestras de cariño recibidas.