(CODIPACSQRO) Fieles de la comunidad parroquial de Santa María en Amealco recibieron al señor obispo de Querétaro, Mons. Faustino Armendáriz para recibir el sacramento de la Confirmación, para más de trescientos niños y jóvenes en el Santuario Diocesano de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, presentados por el Rector del Santuario Pbro. Efraín Issasi, que junto con la comunidad formadora del Curso Introductorio del Seminario atienden esta obra.
Mons. Faustino en la homilía después de saludar a la asamblea explicó el motivo de esta celebración: «Hoy queremos invocar la presencia del Espíritu Santo sobre los niños y jóvenes de la parroquia de Santa María en Amealco, para que ellos tengan la fuerza de Dios para caminar en este mundo lleno de pruebas, dificultades y desafíos. En donde no es fácil ser testigo del amor de Dios, pero que con la presencia del Espíritu Santo sí lo podemos hacer.
Jesús, hoy nos lo demuestra, Él vino a sanar, a predicar a estar cerca de los pobres con el deseo que todos nos salvemos, que transformemos nuestra vida para estar en la eternidad con Dios. En el Sacramento de la Confirmación, todos hemos recibido el mismo Espíritu que recibimos cuando fuimos bautizados. «Hoy pedimos también por los papás y padrinos que tienen la responsabilidad de acompañar como testigos de un Sacramento, que preparan su corazón por medio de la Reconciliación, que comulgan y todos como familia ser hijos de Dios».
Un hijo de Dios, es todo aquel que es buen hijo de sus padres, que obedece, que practica lo que se le enseñó, sin vicios, que no mientan, que no tenga envidias. Dios siempre nos ayuda a ser mejores.
El Espíritu Santo, es esa luz y fuerza que recibimos de Dios cuando el señor obispo marca con la señal de la Cruz la frente e impone sus manos sobre el que es confirmado. Es importante la respuesta «Amén» que dice el confirmado porque manifiesta su disposición y apertura para recibir el Espíritu de Dios y sus dones».
El Santuario de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo ubicado en San Juan Dehedó, Amealco, Qro., es uno de los templos designados para abrir sus puertas y ser fuente de misericordia para los innumerables fieles que le frecuentan en el Jubileo de la Misericordia, convocado por el Santo Padre el Papa.
Jorge A. Rangel Sánchez