En el renovado Teatro del Seminario Conciliar de Nuestra Señora de Guadalupe, la Escuela Diocesana de Música Sacra y el Conservatorio de Música J. Guadalupe Velázquez, realizaron este 11 de septiembre un concierto en honor del Excmo. Sr. Obispo D. Faustino Armendáriz Jiménez por su XXX Aniversario de Ordenación Sacerdotal.
El Pbro. Martín Lara Becerril, Vicario General de la Diócesis, quien dirigiéndose al Pastor Diocesano dijo: «Hoy, Sr. Obispo, a 30 años de su Ordenación Sacerdotal, traemos a nuestra memoria aquella experiencia grande espiritual unción, recordemos aquel espacio sagrado testigo mudo de su transformación óntico sacerdotal, pensamos en aquella vestidura sagrada que lo configuraba con Cristo Sacerdote de la nueva alianza…». Para luego decir: «En agradecimiento a tan sublime don, queremos ofrecerle lo mejor de nuestro canto… le ofrecemos nuestro corazón en la destreza artística y musical, en las manos que ejecutan con belleza y maestría, los acordes de alabanza. Permítanos compartir junto a usted, este momento de gracia y bendición, momento de belleza y cultura, espacio plagado de música y canción, para refrescar el alma, dar descanso a las fatigas diarias y engalanar con arte el corazón».
La Escuela Diocesana de Música Sagrada y el Conservatorio de Música J. Guadalupe Velázquez, que dirige el Pbro. Lic. Benjamín Vega González, interpretó desde obras clásicas como de John Rutter hasta lo moderno de John Wasson, disfrutando de la creatividad humana, unida a la belleza divina.
Al concluir el Concierto, Mons. Faustino se dirigió a los presentes, agradeciendo: «Doy vivamente las gracias a todos los artistas por el talento, el empeño y la pasión con que proponen a la atención de todos nosotros, las obras maestras de la tradición musical y religiosa. En estas obras, de las que hoy hemos escuchado una muestra significativa, está presente de modo profundo el alma de nuestro pueblo y con ella la fe cristiana, que encuentran una expresión extraordinaria precisamente en la devoción y en el canto litúrgico que siempre la acompaña. De hecho, existe un vínculo estrecho y originario entre la música religiosa y el canto litúrgico: en cierto modo, en la liturgia nace y de la liturgia surge gran parte de la creatividad artística de los músicos clásicos, para dar vida a obras maestras que merecerían ser más conocidas por muchos»..