A los hermanos Presbíteros,
a los miembros de la Vida Consagrada
y a todos los fieles de la Diócesis de Querétaro:
Ante los recientes y dolorosos acontecimientos ocurridos en la ciudad de Monterrey en los que han perdido la vida más de cincuenta personas inocentes, deseo expresar mi profunda consternación por lo sucedido, consciente de la situación tan difícil que vivimos; me uno al dolor de todas las familias que sufren a causa de este terrible y trágico atentado.
Exhorto especialmente a los sacerdotes para que en los templos y capillas de toda la Diócesis de Querétaro, se ofrezcan intenciones en las Eucaristías del Domingo para pedir al Señor por el eterno descanso de los fallecidos y por la salud de quienes se recuperan de esta reprobable agresión.
En la Sede Episcopal de Santiago de Querétaro, a los 27 días del mes de agosto de 2011.
† Faustino Armendáriz Jiménez Obispo de Querétaro