México, D.F. a 28 de octubre de 2014
Con profundo dolor ante los reprobables acontecimientos sucedidos en Ayotzinapa, Guerrero, unimos nuestra voz a lo ya expresado por los Obispos de la Provincia de Acapulco, de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y muchos más, para manifestar nuestra solidaridad a los familiares de los 43 normalistas desaparecidos, por quienes hemos orado insistentemente a Dios.
Al tiempo de expresar nuestra preocupación por toda forma de violencia, corrupción, actividad ilícita, nexos con el crimen organizado e impunidad, hacemos un llamado a las autoridades a redoblar esfuerzos para encontrar a los estudiantes desaparecidos, sancionar a los culpables y hacer prevalecer el estado de derecho, a fin de garantizar la seguridad y una vida digna a todos los mexicanos y mexicanas.
La situación de los desaparecidos y el sufrimiento de sus padres, madres y familiares merecen acciones eficaces y respeto. Por eso, exhortamos a las fuerzas políticas y a la sociedad en general a actuar con responsabilidad y no lucrar políticamente con esta desgracia, ni convertirla en bandera para causar daños a terceros o provocar desestabilización, lo que alejaría aún más la necesaria justicia, equidad, seguridad y paz que México requiere para alcanzar un desarrollo del que nadie quede excluido.
Invocando la intercesión de Santa María de Guadalupe, rogamos a Dios que bendiga a los jóvenes desaparecidos, fortalezca a sus familias, ilumine a las autoridades, convierta a los que hacen el mal y dañan a tantas personas, y nos asista a todos para que, unidos en la legítima diversidad, hagamos lo que nos corresponde en la construcción de una nación mejor. Por México, ¡actuemos!
Por los Obispos de México.
† José Francisco Cardenal Robles Ortega Arzobispo de Guadalajara Presidente de la CEM † Eugenio Lira Rugarcía Obispo Auxiliar de Puebla Secretario General de la CEM