C Ó D I C E G U A D A L U P A N O
𝘌𝘤𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘱𝘶𝘦𝘣𝘭𝘰 𝘱𝘦𝘳𝘦𝘨𝘳𝘪𝘯𝘰.
𝗘𝗟 𝗥𝗢𝗦𝗧𝗥𝗢
El rostro mestizo de Santa María de Guadalupe es de una jovencita de gran belleza, en él se manifiesta ternura, compasión, misericordia, consuelo y amor; está inclinado en signo de humildad, como lo expresan los indígenas: “es importante esta Mujer, porque se para frente al sol, pisa la luna y se viste con las estrellas, pero su rostro nos dice que hay alguien mayor que Ella, porque está inclinada en signo de respeto.” Pero es sorprendente que dicha inclinación coincide con los mismos grados de inclinación de la tierra.
Su rostro es mestizo, lo que significa que Ella es madre de todos los seres humanos; como se lo dijo a Juan Diego: “«𝑃𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒, 𝑒𝑛 𝑣𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑, 𝑦𝑜 𝑚𝑒 ℎ𝑜𝑛𝑟𝑜 𝑒𝑛 𝑠𝑒𝑟 𝑡𝑢 𝑚𝑎𝑑𝑟𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑎𝑠𝑖𝑣𝑎, 𝑡𝑢𝑦𝑎 𝑦 𝑑𝑒 𝑡𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 ℎ𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑣𝑖𝑣𝑖́𝑠 𝑗𝑢𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑡𝑖𝑒𝑟𝑟𝑎, 𝑦 𝑡𝑎𝑚𝑏𝑖𝑒́𝑛 𝑑𝑒 𝑡𝑜𝑑𝑎𝑠 𝑙𝑎𝑠 𝑑𝑒𝑚𝑎́𝑠 𝑣𝑎𝑟𝑖𝑎𝑑𝑎𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑖𝑟𝑝𝑒𝑠 𝑑𝑒 ℎ𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒𝑠, 𝑙𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑎𝑚𝑒𝑛” (𝑁𝑖𝑐𝑎𝑛 𝑀𝑜𝑝𝑜ℎ𝑢𝑎, 𝑣𝑣. 29-31).
En Ella se identifican todas las razas y, al mismo tiempo, Ella ha tomado de nosotros su identidad, como dice la tradición indígena de Zozocolco, Veracruz: “Su rostro no es ni de ellos (los españoles) ni de nosotros (indígenas) sino de ambos…” Por ello, se le llama con cariño la “Morenita”, Madre de todos los pueblos. Su nariz recta y perfecta, su boca muy hermosa y bien proporcionada; en su labio inferior, por “casualidad”, cae un nudo de los hilos de la tilma, resaltando su belleza y su gracia.
Fuente: Instituto Superior de Estudios Guadalupanos.