También saludos a ustedes queridos seminarista que han estado aquí por un año, y a sus papas.
A la luz de este acontecimiento refeccionamos, cuatro palabras. “Llamado, discernimiento, requisito, un signo”.
La 1 un llamado el para juan pablo II, tiene una frase que me gusta reflexionar sobre el llamado que Dios nos ha hecho a todos, los que venimos a este mundo hemos sido ideados y pensados y eternamente elegidos, para algo en esta vida.
El que encuentra ese algo, que es lo que quiere en esta breve peregrinación, por que nuestra vida esta pensada para vivir en la hermandad del cielo.
Felicito a los 10 hermanos que convivieron por un año, nada más para que ustedes descubran para que fueron creados, y si descubren para que fueron creados serán felices.
Es un motivo de fiesta, y los que continúan tienen 9 años para terminar, su preparación, ahorita son 3 años de discípulos y 4 de configuración con el maestro, después vendrá la preparación permanente desde la ordenación hasta la muerte.
Las 2 palabras un discernimiento: ahora con el papa francisco se ha hecho de moda, que es buscar que hacer y como hacer la voluntad de Dios; el papa Francisco en su Exportación Pastoral “Evangelii Gaudioum” nos dice que: “El discernimiento se puede entender con 3 palabras “reconoce, interpretar, y elegir.
La palabra de Dios nos ayuda, porque dice que Juan le presenta a sus discípulas al Cordero de Dios, el que elije la vida sacerdotal, que va a seguir al cordero de Dios y va ha aprender a dar la vida, y hasta dar la vida si es necesario.
Estar con el es: como los que se casan en la salud y en la enfermedad, estar siempre en el camino como hacer el bien, a los hermanos, como hacer resplandecer el reino de Dios, el evangelio dice tanto ilumino a Andrés y a Juan que corrieron a avisarles para seguirlo y que no deben olvidar ustedes, porque ese fue el propósito de este primer año.
El requisito es estar enamorado, es una experiencia fundante de nuestro sacerdocio, y los que no están enamorados no supieron encontrar ese algo de lo que habíamos dicho al principio, los que están enamorados van buscando mas a su amado, es necesario estar enamorados para escuchar con atención con gusto los gestos del cordero de Dios.
Porque solo los enamorados pueden decir con gusto “tomen y coman todos de el” no solo en la misa que es relativamente fácil, cuando después de misa te piden un servicio, solo los enamorados son capaces de caminar juntos ni atrás, ni adelante, solo los enamorados son capaces de descubrir que el amor de Dios se hace carne, cercanía, ternura, misericordia.
En esto no debemos tener ninguna duda, solo quien escucha con gusto la Palabra de Dios, solo quien celebra con gusto la santa Eucaristía, y solo quien busca servir y vivir a la comunidad podrá llamarse discípulo misionero de Jesucristo, buen pastor y seguidor del cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Solo después vendrán otros gozos y gustos, más específicos con los que Dios enriquece la vida de sus seguidores, y en especial de sus sacerdotes.
Y por ultimo un signo, de que ustedes deben seguir hoy a Jesús es la sota como un signo externo, pues lo mas importante en lo que hay en su corazón, eso es lo mas importante, a los misioneros discípulos se les nota que lo son sin sotana y sin alba, porque ser discípulo de Jesús sale por la cara, por los ojos, por la persona, pero eso es un signo que hoy seles entrega para que no seles olvide que hoy empiezan un camino que es muy hermoso, de la etapa discipular, del seminario y luego la configuración, y si Dios quiere llegaran a ser unos excelentes sacerdotes, los que Dios y la realidad nos están pidiendo.
Y mis hermanos que ha tomado otra decisión, los felicito también porque como decía al principio, lo importante es descubrir ese algo para lo que Dios nos ha llamado, y que su paso del introductorio les ha dejado una huella, que espero siga resplandeciendo a lo largo de su vida. Que Dios así nos no conceda. Que así sea.
Al terminar la celebración Eucarística, se tomaron la foto del recuerdo los seminaristas, el obispo y lo s sacerdotes formadores, para después pasar al acto de clausura oficial, y pasar después a compartir los alimentos, que se prepararon para esta ocasión.