Circular Nº 24/2018 Prot. Nº 235/2018 ASUNTO: XXX Asamblea Diocesana de Pastoral.

Prot. Nº 235/2018

Circular Nº 24/2018

Asunto: XXX Asamblea Diocesana de Pastoral.

A los hermanos presbíteros y diáconos,

a los miembros de la Vida Consagrada,

a los moderadores de los Consejos Parroquiales de Pastoral,

a los adolescentes y jóvenes, 

y a todos los fieles de la Diócesis de Querétaro:

Dando continuidad al proceso evangelizador en nuestra Iglesia Particular de Querétaro, inspirados por la acción renovadora del Espíritu, que nos ha impulsado para asumir nuestro Plan Diocesano de Pastoral en su IV Etapa (2017 – 2025) y, guiados de manera providencial por su Santidad  el Papa Francisco, que reunido en Sínodo de los Obispos, el pasado mes de octubre, nos ha invitado a reflexionar sobre cómo hacerle para “Hacer que germinen sueños, suscitar profecías y visiones, hacer florecer esperanzas, estimular la confianza, vendar heridas, entretejer relaciones, resucitar una aurora de esperanza, aprender unos de otros, y crear un imaginario positivo que ilumine las mentes, enardezca los corazones, dé fuerza a las manos, e inspire a los jóvenes –a todos los jóvenes, sin excepción– la visión de un futuro lleno de la alegría del evangelio” (cfr. Francisco, Discurso inaugural de la XV Asamblea General del Sínodo de los Obispos, 03 de octubre de 2018), nos disponemos a celebrar la XXX Asamblea Diocesana de Pastoral, el próximo lunes 19 de noviembre, con la intención de darnos cuenta hasta dónde hemos caminado y así, animarnos para continuar asumiendo la misión permanente, especialmente con los adolescentes y jóvenes. «Queremos ser una Diócesis misionera con rostro adolecente y joven; que valora su protagonismo en la construcción de la civilización del amor».

Recordemos que la Asamblea Diocesana de Pastoral, ha sido a lo largo de estos treinta años, un acontecimiento eclesial fundamental, que se presenta como punto de llegada pero también, y sobre todo, como punto de partida en el proceso evangelizador; teniendo como principal característica la “Espiritualidad de la Comunión”.

Les animo para que, ante la proximidad de este acontecimiento pastoral, tengamos en cuenta principalmente cuatro cosas, que nos permitan prepararnos para vivirla de la mejor manera y que así, sus frutos sean más ricos y esperanzadores:

  1. LA ORACION. El Espíritu Santo, además, infunde la fuerza para anunciar la novedad del Evangelio con audacia (parresía), en voz alta y en todo tiempo y lugar, incluso a contracorriente. Invoquémoslo hoy, bien apoyados en la oración, sin la cual toda acción corre el riesgo de quedarse vacía y el anuncio finalmente carece de alma. Jesús quiere evangelizadores que anuncien la Buena Noticia no sólo con palabras sino sobre todo con una vida que se ha transfigurado en la presencia de Dios (Evangelii Gaudium, n. 259). Les animo para que desde hoy, en cada una de las parroquias, templos, capillas y sobre todo en las “pequeñas comunidades”, oren por este acontecimiento pastoral.
  2.  LA SINODALIDAD. En sentido estricto es “caminar junto”. El mundo en el que vivimos, y que estamos   llamados  a  amar y servir también en sus contradicciones, exige de la Iglesia el fortalecimiento de las sinergias en todos los ámbitos de su misión. Precisamente el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio. Como nos lo ha señalado el Papa Francisco: “El primer nivel de ejercicio de la sinodalidad se   realiza en las Iglesias particulares”. En este nivel estamos todos nosotros: la Curia y los diversos Consejos, tanto del gobierno eclesial como pastoral; sea a nivel diocesano que parroquial./.
  • La sinodalidad, es el método mediante el cual, la Iglesia puede afrontar antiguos y nuevos desafíos, pudiendo acoger y hacer dialogar los dones de todos sus miembros a partir de los jóvenes. En este sentido les exhorto  para que se preparen a participar. Ya la Vicaría de Pastoral nos ha dicho quiénes están convocados,  los tiempos y las formas. A todos los sacerdotes y diáconos, les pido estar presentes en el desarrollo de toda la Asamblea, conscientes que nosotros, estamos llamados a ser signo visible de la sinodalidad. Reitero y confío en la participación interesada y dinámica de todos los pastores.

  • III. LA ESCUCHA. Estar atentos para comprender lo que Dios nos quiere decir, lo que la realidad nos quiere manifestar, y lo que los demás dicen, exige de cada uno de nosotros —pastores y agentes de pastoral—, actitud de escucha. La cual no se trata solamente de oír, la escucha exige atención, cuidado; y como decía el Papa Francisco al iniciar el Sínodo sobre los Jovnes: la escucha requiere valentía. Esta escucha franca requiere valentía para tomar la palabra y hacerse portavoz de tantos jóvenes […] Este escuchar es el que abre espacio al diálogo. Como Obispo y como presbiterio, deseamos escucharles, deseamos  saber lo que piensan y sienten, pero también nos gustaría que nos escucharan a nosotros sus pastores. Este es un tiempo propicio. La Asamblea Diocesana de Pastoral, es un tiempo privilegiado para escucharnos recíprocamente. Abramos el oído del cuerpo, pero sobre todo de lo pastoral. “El encuentro entre generaciones puede ser extremadamente fructífero para generar esperanza”. Que a quienes les toque participar, sean capaces de reflejar en su participación, el sentir de la comunidad a la que representan. Y de la misma manera, sean portavoces de lo que verán  y escucharán.

  • IV. LA MISIONARIEDAD.  Desde el punto de vista de la evangelización, no sirven las propuestas místicas sin un fuerte compromiso social y misionero. Necesitamos estar siempre recordando esto; sin una decidida opción misionera, de todos y de todo, no seremos capaces de cumplir los objetivos de la nueva evangelización en nuestro tiempo y en nuestra historia, que garantice la trasmisión de la fe.

A todos ustedes les pido tener presentes estas cuatro notas esenciales, como preparación y en su momento, como celebración.

El Pbro. Rogelio Olvera Vargas, Vicario Episcopal de Pastoral, en días pasados les ha enviado la información pertinente para que juntos nos dispongamos a este acontecimiento de gracia. Les pido que la tengan muy preste y la consideren, en tiempo y en forma.

Pidámosle a San Junípero Serra, Nuestro Patrono de la Misión Permanente, que nos anime y con su ejemplo nos conduzca para ir “siempre adelante y nunca retroceder” en la acción misionera. Y que la Madre Dolorosa, Nuestra Patrona Diocesana, como “Estrella de la nueva evangelización”, nos ayude a ser como Ella, atentos a la escucha y al anuncio del mensaje de Dios.

En la Sede Episcopal de Santiago de Querétaro, Qro., a 05 de noviembre de año del Señor 2018.

 

Fraternalmente en Cristo y María.

 

+ Faustino Armendáriz Jiménez

IX Obispo de Querétaro

Pbro. Dr. Jorge Hernández Nieto

Canciller