A los hermanos Presbíteros,
a los miembros de la Vida Consagrada,
y a todos los fieles de la Diócesis de Querétaro:
«Hijos, ustedes obedezcan a sus padres con la mira puesta en el Señor, porque es ésta una cosa justa. Honra a tu padre, y a tu madre, que es el primer mandamiento que va acompañado con recompensa, para que te vaya bien y tengas larga vida sobre la tierra» (Ef 6, 1-4).
El próximo domingo 17 de junio del 2012, nos unimos en oración a la celebración del día del Padre. Con ocasión de esta fiesta familiar, quiero manifestar a todos los papás de la Diócesis de Querétaro mi gratitud por su labor al frente de sus familias, y les envío una sincera felicitación.
Estimados papás, tíos y abuelitos, la Iglesia ora por ustedes y les anima a vivir con intensidad su vocación al ser cabezas de su familia, Iglesia doméstica y primera escuela de la fe para las nuevas generaciones.
Deseo traer a la memoria la figura de San José, esposo de la Santísima Virgen María y cabeza de la familia de Nazareth, modelo irrenunciable para cada uno de ustedes porque han recibido de Dios este hermoso don de la paternidad, y los encomiendo a su intercesión y patrocinio.
Pido a los sacerdotes que ofrezcan la intención especial por todos los papás en las eucaristías del domingo, encomendándolos al Señor, reconocemos su papel al frente de las familias, a todos mi gratitud y felicitación en este día tan especial.
En la Sede Episcopal de Santiago de Querétaro, a los 13 días del mes de junio del 2012.
Fraternalmente en Cristo y María.