«Hijo, cuida de tu padre en la vejez y en su vida no le causes tristeza; aunque se debilite, ten paciencia con él y no lo menosprecies por estar tú en pleno vigor» (Eclo. 3,12-14).
Recientemente el Santo Padre Francisco nos ha recordado el valor de la vejez y el cuidado de los ancianos, ellos son los que nos traen la historia, nos traen la doctrina, nos traen la fe y nos la dejan en herencia. Los abuelos son como el buen vino envejecido, tiene esta fuerza dentro para darnos una herencia noble. La memoria de nuestros abuelos nos lleva a la imitación de su fe, pues la sabiduría que tienen es la herencia que nosotros debemos recibir; a veces, la vejez no es siempre una etapa bella, por la presencia de enfermedades y todas las consecuencias que esto trae.
Nuestras comunidades deben caminar hacia una cultura que respete a los ancianos, un pueblo que no los respeta no tiene futuro porque no tiene memoria. Nos hará mucho bien pensar en tantos ancianos y ancianas que están en asilos y en otros muchos lugares, a veces abandonados por los suyos, ellos que tanto bien han hecho en nuestras casas, cuando han defendido la rectitud de la fe frente a una falsa interpretación. Hermanos seamos piadosos con los abuelos, pidamos a Dios la gracia de cuidar, escuchar y venerar a nuestros adultos mayores.
Por esta razón, la Diócesis de Querétaro celebrará el Día del Adulto Mayor el próximo 28 de agosto, por lo que, los invito a no dejar pasar esta oportunidad de honrar a nuestros hermanos mayores. Esta celebración la realizaremos en las Parroquias y Templos con intenciones eucarísticas por los abuelos vivos y difuntos y, de ser posible hacer con ellos alguna convivencia.
Agradezco su disponibilidad para esta celebración.
En la Sede Episcopal de Santiago de Querétaro, a los 22 días del mes de agosto de 2014.
Fraternalmente en Cristo y María.
† Faustino Armendáriz Jiménez Obispo de Querétaro Pbro. Dr. Jorge Hernández Nieto Canciller