A los hermanos Presbíteros,
a los miembros de la Vida Consagrada,
y a todos los fieles de la Diócesis de Querétaro:
«Y todos los días, en el templo y de casa en casa, no cesaban de enseñar y de proclamar que Jesús es el Mesías» (Hch 5, 42).
Son muchas las sombras que amenazan actualmente a la Familia: el creciente número de uniones libres, padres solos, divorcios, abandono de los hijos, violencia intrafamiliar y social, una sexualidad vivida al margen del amor y la fecundidad, pobreza, trato injusto a la mujer que trabaja, trata de personas, el fenómeno de la migración, el alcoholismo o las drogas; todas ellas exigen de la Pastoral Familiar una mayor responsabilidad en la tarea misionera de anunciar, celebrar y servir al Evangelio de la familia. (cfr. Mensaje de la CEM. La familia, corazón y rostro de la esperanza para la Iglesia y la Sociedad en México, 3).
Con la finalidad de animar la Pastoral Familiar y darle un rostro de esperanza frente a las sombras que la amenazan; dentro de la prioridad Diocesana Refundamentar la Familia; exhorto a los párrocos para que establezcan en su Plan Pastoral Parroquial la Escuela para Padres. Ayudemos a los padres de familia para que asuman la tarea de trasmitir de manera responsable la fe cristiana a sus hijos (cfr. PDP 242). Esta iniciativa se pondrá en marcha en la Diócesis a partir de septiembre del 2012, de manera que podamos llegar al Jubileo Diocesano del 2016, con Equipos de Pastoral Familiar renovados y fortalecidos (cf. PDP 295).
La Comisión Diocesana para la Familia continuará ofreciendo los programas y materiales de formación, con el fin de ayudar a las parroquias a impulsar la pastoral familiar.
Que la intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret, el auxilio de San José y la Santísima Virgen María nos ayuden a dar un nuevo impulso en la misión evangelizadora en Nuestra Diócesis.
En la Sede Episcopal de Santiago de Querétaro, a los 13 días del mes de julio del 2012.
Fraternalmente en Cristo y María.