A los hermanos Presbíteros, diocesano y religiosos y a todos los diáconos:
El número 69 del Directorio para la Vida y el Ministerio de los Presbíteros, nos recuerda a los sacerdotes la exigencia de la formación permanente, cultivando con responsabilidad nuestra vida sacerdotal. La formación permanente es una exigencia, que nace y se desarrolla a partir de la recepción del sacramento del Orden, así el sacerdote no es sólo consagrado por el Padre, enviado por el Hijo, sino también animado por el Espíritu Santo. Esta exigencia, por tanto, surge de la gracia, que libera una fuerza sobrenatural, destinada a asimilar progresivamente y de modo siempre más amplio y profundo toda la vida y la acción del presbítero en la fidelidad al don recibido.
Así lo expresó San Pablo a Timoteo: «Te recuerdo de reavivar el don de Dios, que está en ti» (2 Tim 1, 6). La formación permanente es una necesidad intrínseca al mismo don divino, que debe ser continuamente vivificado para que el presbítero pueda responder adecuadamente a su vocación. Él, en cuanto hombre situado históricamente, tiene necesidad de perfeccionarse en todos los aspectos de su existencia humana y espiritual para poder alcanzar aquella conformación con Cristo, que es el principio unificador de todas las cosas.
El próximo curso de renovación teológica es una valiosa ayuda a profundizar en el acento pastoral que nuestro Plan Diocesano de Pastoral subraya este año dedicado a la Sagrada Liturgia. Por lo que, les recomiendo organicen sus tiempos y dispongan lo necesario para participar en las diferentes exposiciones que organiza la Comisión del Clero, y que tendrá lugar en las instalaciones del Seminario Conciliar de Querétaro. Iniciamos el lunes 16 de junio a las 9:15 a.m. y terminamos el miércoles 18 a las 6:00 p.m.
Hermanos sacerdotes, los exhorto a no decaer en el ánimo de participar con gusto y alegría en las exigencias de la formación permanente, renovar el don de Dios que está en nosotros es un vía para vivir con alegría, el servicio del ministerio sagrado a favor de nuestros hermanos.
Que la Santísima Virgen María en su advocación de los Dolores los sostenga y anime, en la misión de anunciar a su Hijo Jesucristo por todos los rincones de nuestra Diócesis.
En la Sede Episcopal de Santiago de Querétaro, a los 6 días del mes de junio del 2014.
Fraternalmente en Cristo y María.
† Faustino Armendáriz Jiménez Obispo de Querétaro Pbro. Dr. Jorge Hernández Nieto Canciller