A los hermanos Presbíteros, a los miembros de la Vida Consagrada, y a todos los fieles, especialmente a los niños y niñas de esta Diócesis de Querétaro;
«Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque de los que son como ellos, es el Reino de los Cielos» (cfr. Mc 10,14).
San Marcos en su Evangelio nos narra este pasaje en el que Jesús se encuentra con los niños, sobre todo para ayudarnos a entender la importancia que la presencia de los niños deben tener para la comunidad cristiana, ya que ellos son un don de Dios para sus papás y para la Iglesia, y por esta sola razón, ya no pueden ser vistos más como el futuro de la Iglesia sino como la Iglesia de hoy.
El mandato del Señor nos anima a no obstaculizar a los pequeños para que sellen su alianza de amistad con Jesús para siempre, pero sobre todo va dirigido a los primeros responsables de su educación, los propios padres, a fin de que los pequeños sean vistos como un don preciosísimo del matrimonio, y al mismo tiempo su corona (cfr. Exh. Familiaris Consortio, 14).
Por esta misma razón la familia recibe la misión de custodiar, revelar y comunicar el amor, como reflejo vivo y participación real del amor de Dios por la humanidad y del amor de Cristo Señor por la Iglesia su esposa. Amor a partir del cual, los niños podrán desarrollar con la ayuda de los adultos todas sus facultades morales, intelectuales e incluso físicas para que lleguen así la plena madurez humana y también cristiana.
Los exhorto a que festejemos a los niños este 30 de abril pero sobre todo redescubramos su lugar en medio de la comunidad cristiana y dejemos que los niños se acerquen a Jesús.
A todos los niños les invito a rezar esta oración:
Querida madre María, acompáñame todos los días, ayúdame a portarme bien, a ser un buen hijo, servicial y atento para lo que necesiten mis papás. Quiero ser un buen hermano, que no discuta ni me pelee tan fácilmente por cosas que no son importantes, ayúdame en las cosas de la escuela y para tener una sonrisa siempre para los que me rodean, que aprenda a vivir haciendo el bien como le enseñaste a tu hijo Jesús. Ayúdame a ser como él. Amén.
En la Sede Episcopal de Santiago de Querétaro, a los 25 días del mes de abril del 2013.
Fraternalmente en Cristo y María.
† Faustino Armendáriz Jiménez Obispo de Querétaro
Pbro. Dr. Jorge Hernández Nieto Canciller