Circular N. 11/2020.
Asunto: Indicaciones para la Semana Santa.
A los hermanos presbíteros de la Diócesis de Querétaro: Salud, paz y bendición en el Señor Jesucristo.
Ante la cercanía de la Semana Santa me permito presentarles el contenido del Decreto “En tiempo de Covid-19 (11)” de la Congregación para el Culto divino y Disciplina de los Sacramentos (Prot. N. 154/20)), las indicaciones del Consejo de Presidencia de la CEM (Prot. N. 28/2020) y algunas sugerencias sobre la Piedad Popular en los hogares.
I. De la Congregación para el Culto divino:
1. Domingo de Ramos. Se celebre en el interior del edificio sagrado; en la catedral se use la segunda forma del Misal romano y en las parroquias y demás lugares la tercera.
2. Jueves Santo. Se omita el lavatorio de los pies, lo mismo que la procesión y el Santísimo Sacramento se reserve en el sagrario. Los presbíteros tienen permiso de celebrar la Misa sin presencia del pueblo, en lugar adecuado.
3. Viernes Santo. En la Oración universal se añadirá una intención por los que se encuentran en situación de peligro, los enfermos, los difuntos. El beso de la Cruz se limite sólo al celebrante.
4. Vigilia Pascual: “para la Vigilia Pascual, se omite el fuego, se enciende el cirio y, omitida la procesión, se hace el Pregón Pascual y la liturgia de la Palabra. Para la liturgia bautismal, se mantenga sólo la renovación de las promesas bautismales”.
5. La Misa Crismal. La celebrará el señor obispo, el Jueves Santo, en privado, con el personal indispensable; posteriormente se les indicará cuándo y cómo se podrán recoger los Santos Óleos en la Catedral para que no carezcan de ellos en sus parroquias. Este fue el acuerdo tomado con el Colegio de Consultores.
II. De la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Por medio del Consejo de Presidencia, la CEM nos ha exhortado a los obispos de México a caminar todos unidos, junto con nuestros presbiterios, acatando las disposiciones de las autoridades civiles y teniendo en cuenta “este caso extraordinario y de extrema gravedad”. Sin crear situaciones de pánico, debemos alertar a la población sobre el riesgo que todos corremos y las precauciones que debemos tomar, pues “la Iglesia es un importante referente para mucha gente. Ellos confían en nuestra palabra” (7).
La experiencia dolorosa de otros países nos obliga a procurar que los sufrimientos de nuestros fieles sean los menos posibles. El ejemplo luminoso del santo Padre Francisco nos invita a acatar las normas precautorias, a ser solidarios con los que sufren y a elevar por todos nuestra oración. Por su parte, la CEM nos recuerda que “frente a esta emergencia sanitaria, es necesario alentar nuestra oración y ofrecer la Celebración Eucarística a través de los medios de comunicación con el personal mínimo necesario, a fin de no exponer a las personas al contagio” (3) y para ello ha establecido una Jornada Nacional Penitencial el próximo viernes 3 de abril, para la cual ha preparado un “Subsidio” detallado que utilizarán los señores Párrocos junto con su padres Vicarios para orar por su pueblo y “hacer todos juntos un acto de contrición perfecta”.
III. Algunas posibles prácticas de Piedad en familia.
1. El Viernes de Dolores (03 de abril). Colocar en las casas un Altar a nuestra Señora de Dolores y meditar los Misterios Dolorosos del Rosario.
2. El Domingo de Ramos. Adornar nuestras puertas con ramos verdes, y leer la Pasión según san Mateo ( Cap. 26 – 27).
3. El Jueves Santo. Hacer un altar a la Santa Palabra de Dios, y meditar en familia los relatos de la Institución de la Eucaristía ( Lc. 22, 1 – 30) y hacer la Comunión Espiritual.
4. El Viernes Santo. Meditar en familia el Via Crucis y las Siete Palabras. Rezar los 7 Salmos Penitenciales (Sal. 6, 31, 37, 50, 101, 129, 142).
5. El Sábado Santo. Meditar el Vía Matris y rezar por los fieles difuntos. Pedir por una buena muerte.
6. Un ligero toque de campanas (o matraca) puede indicar a los fieles la hora en que el sacerdote inicia la celebración en el interior del templo, para que puedan unirse espiritualmente a su oración.
Hermanos Sacerdotes: Quiero agradecerles de corazón la observancia de las disposiciones hasta ahora dadas por las autoridades eclesiásticas y civiles. Dios les pague y recompense el sacrificio que todo esto ha supuesto y la abnegación que han mostrado en este servicio a sus fieles.
Quedan, por supuesto, muchas dudas que aclarar e incertidumbres que resolver; pero la Sabiduría divina esclarecerá nuestro corazón de pastores para acrecentar nuestra Esperanza y tornar saludable este paso misterioso del Señor entre nosotros. Los saluda y bendice,
En la Sede Episcopal de Santiago de Querétaro, Qro., a 30 de marzo de 2020.
+ MARIO DE GASPERÍN GASPERÍN
Obispo emérito de Querétaro y
Administrador Diocesano de Querétaro
PBRO. LIC. ISRAEL ARVIZU ESPINO
Canciller