A los hermanos Presbíteros, a los miembros de la vida consagrada y a todos los fieles de la Diócesis de Querétaro:
La reciente campaña contra el hambre lanzada por Cáritas Internacional y apoyada por el Santo Padre Francisco, pide de nosotros un compromiso solidario, a fin de que ese escándalo no siga creciendo, basta que evitemos el despilfarro y los desperdicios de alimentos y se daría un poco de atención al hambre de tantos hermanos.
Nuestra Diócesis de Querétaro junto con Cáritas de Querétaro I.A.P., anima esta campaña a fin de concientizarnos de esta catástrofe de alcance mundial, queremos unirnos a estos esfuerzos y contribuir a erradicar el hambre de nuestra Diócesis con la campaña: menos desperdicio, alimento para todos. La misión de la Iglesia también incluye atención hacia aquellos que sufren ese escándalo, con el que el Señor se identificó cuando dijo: “Tuve hambre y me diste de comer” (Mt 25,35). La parábola de la multiplicación de los panes y los peces nos enseña precisamente eso: cuando hay voluntad, lo que tenemos no se termina sino que incluso sobre y no se pierde.
Les invito a que hagan un lugar en sus corazones para esta urgencia, respetando ese derecho que Dios concedió a todos, de tener acceso a una alimentación adecuada, compartamos lo que tenemos y seamos promotores de una auténtica cooperación con los pobres, para que a través de los frutos del trabajo de ellos y de nuestro trabajo podamos vivir una vida digna.
Esta campaña quiere ser también una invitación a todos nosotros, para que seamos conscientes de la elección de nuestros alimentos, que con frecuencia significa desperdiciar la comida y usar mal los recursos a nuestra disposición. Les pido de todo corazón, que apoyen a nuestra Cáritas en esta noble Campaña, para actuar como una sola familia, empeñada en asegurar alimentos mediante las siguientes acciones que se deberán promover entre los fieles:
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Evitar el desperdicio planeando las comidas con antelación y realizando compras responsables.
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Comprar los productos locales para contribuir a la economía local y consumir productos de temporada, ya que los que son fuera de temporada requieren mayor gasto de insumos.
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Disminuir el consumo de carne, la producción de un kilo de carne requiere de más de 15,000 litros de agua, así mismo, se produce mucho bióxido de carbono causante del cambio climático.
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Cuidar el medio ambiente, no desperdiciando agua, usando medios de transporte amigables con el ambiente, no tirar basura. Si nos volvemos responsables de nuestro planeta, ayudaremos a que más personas puedan vivir dignamente y con los recursos suficientes.
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Llevar una alimentación balanceada que se reflejará en buena salud y energía para realizar nuestras actividades cotidianas.
Además, se han preparado unos paquetes que ayudarán a la difusión de esta campaña y que se podrán adquirir en las parroquias y para que se destinen a erradicar el hambre en cada una de las comunidades.
Roguemos al Señor para que nos conceda la gracia de ver un mundo en el que nadie deba morir de hambre.
En la Sede episcopal de Santiago de Querétaro, a los 8 días del mes de abril de 2014.
Fraternalmente en Cristo y María.
† Faustino Armendáriz Jiménez Obispo de QuerétaroPbro. Dr. Jorge Hernández Nieto Canciller