El próximo día viernes 03 de Junio celebremos la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, por tal razón, San Pablo sostiene con mucha claridad: “Difícilmente habrá alguien que quiera morir por un justo, aunque puede haber alguno que esté dispuesto a morir por una persona sumamente buena.” (Rm 5,7).
Efectivamente, constatamos que nos sobran dedos de la mano para contar por quiénes estaríamos dispuestos a dar la vida.
Continúa diciendo san Pablo: “Pues bien, la prueba de que Dios nos ama está en que Cristo murió por nosotros, cuando aún éramos pecadores.” (Rm 5, 7-8)
O sea que frente a nuestro cálculo egoísta brota totalmente opuesto el amor generoso de Cristo Jesús, quien ha muerto por nosotros cuando aún éramos pecadores.
Esto nos lleva a celebrar con gratitud y regocijo la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús: un Corazón que palpita de amor misericordioso por nosotros, por todos los hombres.
Jesús mismo lo precisa como Buen Pastor que no duda en dejar las ovejas en el campo a fin de buscar solícito la que se le ha perdido; al encontrarla, no la agarra a palos, sino que la carga sobre sus hombros, alegre de haber encontrado la oveja perdida.
Tú y yo hemos sido esa oveja perdida, por quien Jesús y el cielo han hecho fiesta cuando, arrepentidos, hemos regresado al redil. No dudemos en dejarnos atraer hacia el corazón abierto del Salvador, bebamos de la fuente de la salvación.
Y, para que el gozo desborde, al día siguiente de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, celebremos el Corazón Inmaculado de María. O sea con Jesús siempre está María, su Madre y nuestra Madre; con María y por María vamos a Jesús.
Rodrigo Aguilar Martínez
Obispo de Tehuacán