CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA, XXXIV ANIV. SACERDOTAL, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez.

Santa Iglesia Catedral, Santiago de Querétaro, Qro. 11 de Septiembre de 2016.

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La mañana del día 11 de Septiembre de 2016, en punto de las 9:00 hrs. En la Santa Iglesia Catedral, se llevó a cabo, la solemne celebración de Acción de Gracias por el XXXIV Aniv. de ordenación Sacerdotal, de nuestro Obispo Diocesano, él mismo, presidió la Santa Misa, acompañado de una parte del presbiterio diocesano, así como de las hnas. Y hnos. Religiosos y un gran número de fieles, quienes presentaron su agradecimiento a Dios por el don del sacerdocio ministerial de Mons. Faustino. Al inicio de la celebración Mons. Faustino, expreso:

«Agradecido con la misericordia de Dios, agarrado del evangelio, de la Palabra, del poder de su misericordia, es así como quiero dar gracias a Dios por estos 34 años de Vida sacerdotal. También, agradeciendo con Dios, por tantas bendiciones recibidas a lo largo de mi vida como Sacerdote que me ha dado, enmarcado en el itinerario de misericordia, que también en los momentos difíciles el Señor me ha abrazado como a ese hijo prodigo.
Unamos nuestra oración y pidamos de una manera muy especial hoy por la familia, que el señor bendiga nuestras familias queretanas. Y, en su homilía, nuestro Pastor diocesano, expresó:

La misericordia de Dios que a pesar de nosotros, de nuestras limitaciones, y precisamente Jesús lleno de amor y de misericordia siempre dispuesto a perdonar, por eso el Papa ha dicho que la misericordia, es el rostro de Dios. El Señor nos sigue regalando la libertad para hablar y actuar, siempre dispuesto a perdonar, y ante la voluntad de Dios, y su misericordia no podemos, ser indiferentes a los demás, el Padre a dicho: “Sean misericordiosos como vuestro padre Celestial”, “Perdonen y serán personados”, debemos proclamar la misericordia de Dios, busquemos a Dios, busquemos ser justos, no condenemos y seremos perdonados, hay tantos hermanos que necesitan escuchar de la misericordia de Dios. Debemos estar atentos de no caer en el peligro de pensar que siempre somos justos. Busquemos promover que muchos hoy se encuentren con la misericordia de Dios, atreves de la plena libertad.

Que la misericordia de Dios sea nuestra alegría, y evitemos la actitud del hijo mayor el que se quedó en casa, que se enoja con el padre por tanto amor que le da a su hijo.

Porque en el panorama de Jesús y en el panorama de nuestra vida y de nuestra historia, no podemos descartar absolutamente a nadie, todos merecen respeto, aunque pienses diferente a nosotros, aunque tengan otros credos, aunque tengan otras preferencias; todos somos hijos de Dios, y por eso todos comulgamos de Dios, la invitación de Dios es a dejar que Dios cambio nuestro egoísmo en alegría, porque solo Él puede hacerlo.

Hermanos agradecidos por la misericordia de Dios, especialmente por su palabra tan iluminadora e inspiradora, para que la misericordia se viva en familia, hay que vivirla con alegría y con los que nos rodean.

Agradeciendo con Dios, que por pura gracia me ha concedido llegar a 34 años de sacerdocio, y vivir su misericordia como un don de la misericordia de Dios.

Agradezco a todos los movimientos católicos, que me acompañan a los amigos a los sacerdotes y a todos los que por medios electrónicos me han felicitado y demostrado su cariño a lo largo de estos 34 años, me sigo encomendando a sus oraciones para que me permita seguir trabajando.

Que la Virgen Santísima de Dolores sea ejemplo para todos nosotros de modelo de misericordia».