Santa Iglesia Catedral, Ciudad Episcopal, Santiago de Querétaro, 27 de mayo de 2018
El domingo 27 de mayo de 2018, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro, Presidió la Celebración Eucarística de “La Solemnidad de la Santísima Trinidad” en la Santa Iglesia Catedral, donde 5 Diáconos realizaron la Profesión de Fe y 150 Confirmandos y 43 niños y jóvenes, recibieron el segundo y tercero de los Sacramentos de Iniciación Cristiana. Concelebraron esta Santa Misa, el Pbro. Rafael Gavidia Arteaga, M.I Sr. Cango. J. Gpe. Martínez Osornio, Sacerdotes del Presbiterio Diocesano y Pbro. Francisco F. Gavidia Arteaga, quien como responsable de la instrucción catequética de los Confirmandos, los presento ante el Señor Obispo.
Saludó con mucho afecto a los Sacerdotes reunidos, a las escuelas y movimientos católicos presentes, a todos los papas y padrinos.
En su Homilía, Mons. Faustino Armendáriz, dijo:
“Hermanos y hermanas en el Señor:
“Con alergia saludo en esta mañana, de domingo, en la cual después de haber concluido el tiempo de Pascua, la Iglesia nos invita hoy a poner nuestra mirada en la Trinidad, que nos recuerda el misterio del único Dios en tres personas; el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo. Me alegra poder saludar personalmente a Ustedes queridos confirmandos del Colegio Salesiano, del Colegio Clemencia Borja Taboada y del Colegio J. Guadalupe Velázquez, además del grupo de Catequesis de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, que después de haberse preparado, hoy se disponen a recibir el Sacramento de Confirmación y algunos otros la Sagrada Comunión. La Santa Trinidad es comunión de personas divinas, las cuales son una con la otra, una para la otra y una en la otra, esta es la comunión de vida de Dios, el misterio del Dios vivo, un misterio que como dice el Papa es para contemplar, un misterio que sin duda lo que quiere expresar es la presencia de Dios con nosotros, de tal manera dice el Papa, es el mismo Dios en el cielo y en la tierra.”
“Jesús nos reveló este misterio, él nos habló de Dios como Padre, nos habló del Espíritu y nos habló de sí mismo como Hijo de Dios, y así nos los revelo, y cuando resucitado envió a los discípulos a evangelizar a todos los pueblos, les dijo que los bautizaran en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Este mandato Cristo lo encomienda en todo tiempo a la Iglesia, que heredó de los apóstoles el mandato misionero, hermanos, lo dirige también a cada uno de nosotros que en virtud del bautismo formamos parte de su comunidad. Como Ustedes se han dado cuenta al inicio de la Santa Misa, también estos cinco jóvenes, ante la proximidad de la Ordenación Sacerdotal el próximo jueves 31 de mayo de 2018, han hecho pública la Profesión de Fe en la Trinidad Santa y el juramento de fidelidad, dos acciones que los comprometen y que los ayudaran a ejercer el ministerio sacerdotal con fe y en fidelidad como la iglesia los necesita, queridos Diáconos, nunca olviden este momento tan solemne y tan importante en sus vidas, este gran compromiso, como compromiso es también que al santiguarnos e iniciar nuestra jornada decimos, en el nombre de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, la comienzo, con la seguridad de que Dios es un Dios con nosotros que camina con nosotros, pero también con el compromiso de hacer lo que él nos pide y de orientar nuestra vida como él nos prescribe.”
“La solemnidad litúrgica de hoy, al tiempo que nos hace contemplar el misterio estupendo del cual provenimos y hacia el cual vamos, nos renueva también la misión de vivir la comunión con Dios y vivir la comunión entre nosotros según el modelo de la comunión divina, no estamos llamados a vivir los unos sin los otros, por encima o contra los demás, si no los unos con los otros, por los otros y en los otros, esto significa acoger y testimoniar concorde a la belleza del evangelio, vivir el amor reciproco y hacia todos, compartiendo alegrías y sufrimientos, aprendiendo a pedir y conceder el perdón, valorizando los diversos carismas bajo la guía de los pastores, en una palabra se nos encomienda la tarea de edificar comunidades eclesiales, que sean cada vez más familia, capaces de reflejar el esplendor de la Trinidad y evangelizar, no solo con las palabras, si no con la fuerza del amor de Dios que habita en nosotros. Hermanos, la Trinidad como indicaba es también el fin último hacia cal está orientada nuestra peregrinación terrenal, el camino de la vida cristiana, es un camino esencialmente trinitario, el Espíritu Santo nos guía al pleno conocimiento de las enseñanzas de Cristo y también nos recuerda lo que Jesús nos enseñó y Jesús a su vez vino al mundo para hacernos conocer al padre, para guiarnos hacia él, para reconciliarnos con él, todo en la vida cristiana gira alrededor del misterio trinitario y se realiza en orden a este misterio infinito, intentemos pues mantener siempre elevado el tono de nuestra vida, recordándonos para que fin, para cual gloria nosotros existimos, trabajamos, luchamos, sufrimos y a cual inmenso premio estamos llamados, este misterio abraza toda nuestra vida y todo nuestro ser cristiano, y lo recordamos cada vez que hacemos la señal de la cruz, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo.”
concluyó diciendo a todos los fieles: “Hermanos, que el Espíritu Santo se quede entre nosotros, Dios ha estado con nosotros y sigue vivo entre nosotros en la Eucaristía y el Padre nos ha amado tanto que nos lo envió para morir en la cruz, hoy los invito a creer, a consagrarnos al Espíritu Santo todos los días. Pidámosle a la nuestra Santa Patrona, la Virgen de los Dolores de Soriano, interceda por todos nosotros en estos momentos cruciales que vive nuestro País, para que, a través de Ella, nos alcance las gracias del cielo para vivir y actuar como verdaderos discípulos del Señor.”
Al término de la Celebración, Mons. Faustino impartió la bendición a los participantes en esta Santa Misa dominical.